"Casos Clínicos"

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Sevilla, Huelva, El Rompido, Andaluz.
Licenciado en Medicina y Cirugía. Frustrado Alquimista. Probable Metafísico. El que mejor canta los fandangos muy malamente del mundo. Ronco a compás de Martinete.

domingo, 20 de febrero de 2011

DAME FUEGO....



Este “chiste”, si lo es, aunque yo creo que sucedió de verdad, lo hemos oído en El Rompido desde pequeños. Yo lo he oído referido a un Lepero, el famoso “Ofito”, aunque me pega más que fuera un Rompiero de los nuestros, de los antiguos.
El Rompido era un poblado de pescadores (ahora es más de propietarios de restaurantes, bares, pubes, etc) magníficamente situado en la desembocadura de la Ria del Piedras, rodeado de bajos, caños y marismas donde crían los cangrejos, las coquinas, los verdigones, los ostiones y las almejas.
Nos situamos en la posguerra, “en los años del hambre”. El Rompido esta prácticamente aislado, por carretera estrecha se llega a Cartaya, por camino de arena a Punta Umbría. La industria única es la pesca, ya sea en la Almadraba de Nueva Umbría o en los botes y barcos de vela que tienen la mayoría las familias. Se pesca la mayoría de las veces para comer y si hay suerte para la venta en el mercado de Huelva. Si el tiempo esta malo, mala cosa, no entra un duro.
En esos días de borrasca que no se puede salir a pescar, que amenaza el hambre y hay que comprar el pan y la leche, nuestro protagonista coge su canasto de mimbre, se pone sus botas de agua, su gorra y se encamina tranquilamente a los caños por detrás de “la barranca” con la sana intención de coger una almejas para intentar venderlas y que con suerte, si alguien se las quiere comprar, le den cinco o seis pesetas.
El día esta metido en niebla y frío. Con el barro por la rodilla esta nuestro amigo rebuscando almejas, algo que hace desde pequeño ya que empezó con su abuelo y luego con su padre, sabe donde están las más gordas, las de mejor venta.
De pronto ve una sombra que se le acerca; un desconocido, uniformado con correajes cruzados, un capote, un gorro de agua, un fusil colgando del hombro.
-“Buenos días”
- “Buenos días nos de Dios”
-“Que es lo que hace usted por aquí?”- pregunta el uniformado.
-“Pues ya ve usted, cogiendo unas almejitas pa da de come a los chiquillos..”
- “¿Y usted no sabe que eso esta prohibido? ¿Qué estamos en veda?”
- “Prohibido… er qué…¿cogé almejas..?” con cara de extrañeza y mirando fijamente al extraño.
-“Pues si, según la Ley de Protección de especies del 16 de enero de… bla, bla, bla, bla, (soltandole una retaíla de palabras que nuestro amigo no entendió)… por eso mismo, le tengo que poner ahora mismo a usted una multa de mil pesetas”
Nuestro hombre seguía imperterrito observandolo fijamente, no dijo absolutamente nada. Sin prisas metió la mano en el bolsillo de la pelliza, sacó la petaca y el papel, se lió un pitillo que se llevó a los labios lentamente y muy serio mascullo:
- ¡¡Trae pacá fuego… mil pejeta…!!

15 comentarios:

  1. Querido Celso. Qué sorpresa y qué lujo haber encontrado tu blog. Burgos me dio la pista. Enhorabuena. Me he reído mucho con el chiste, parece que estoy viendo al tío pidiéndole fuego…, jejeje. Qué cosa más rompiera… Lo dicho, un placer leerte. Ya tienes a otro seguidor acérrimo. Un abrazo.

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  2. Gracias Marcos, tu eres de la familia y sabes lo que nos gustan estas cosas. Muchas gracias amigo.

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  3. Celso, al leer tu comentario tan gracioso del rompiero y el guardia civil (como diría nuestro Gandía: casos veridicos), me he acordado de un personaje del Rompido que seguro que recordarás: Manolito el portugués. Me parece que lo estoy viendo, sentado en la acera de su casa, con los pantalones remangados, su gorra y su cigarrillo en la boca, arreglando sus redes. Vivió en el Rompido setenta años, y como seguro que sabes, nunca habló castellano. Murió muy mayor hablando un portugués muy cerrado. El caso es que papá, cada vez que pasaba por allí, charlaba un buen rato con él....¿cómo se entenderían?. A mí me llamaba la atención este hecho, y un día me puse a escuchar. No entendí nada, excepto una sola palabra que el pescador pronunciaba de vez en cuando: "Seto". Con el tiempo comprendí que esta palabra era como él decía vuestro nombre: Celso. ¡Qué arte Señor!. Un beso muy grande para sus hijos: Anita, Pepa, José....Un beso para todos

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  4. ¡Ah que se me ha olvidado!, soy tu hermana Concha

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  5. "Manolito El Portuges", se llamaba José Gloria, es un personaje entrañable de nuestra niñez. Yo lo recuerdo llegando de la mar con los remos al hombro y dando ordenes a sus hijos que siempre las cumplían con diligencia y respeto. A papá le llamaba "Dom Seto" y le hablaba en portugués que papá entendía perfectamente, por hablar sus amigos portugueses y porque todos los años tenia "tiradas" en Estoril, Elbas, Oporto, y otros pueblos de Portugal.
    Una gran familia de buena y honrada gente de El Rompido.

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  6. Curro Esquivias Franco21/2/11 16:51

    Siempre te he oido contar esta historia de "dame fuego mil pejeta" y siempre fue de mis favoritas por todo lo que que cuenta en tan pocas palabras. El mariscador rompiero liando su cigarrito y pensando pa sus adentros, le está diciendo al carabinero con esa frase, mucho. Le cuenta practicamente su vida, los años que lleva él y sus ancestros haciendo aquello, le dice tambien que su presencia allí en tan desapacible mañana no es por gusto y tal es la necesidad que mas vale que pasemos del asunto pues lo va seguir haciendo al dia siguiente y al otro, a pesar de las ordenanzas contrarias y además le está dando una lección de señorio pues en vez de mandarlo al mismo carajo, solo le pide fuego. En fin, es una preciosa historia y de plena actualidad pues nos indica con una apabullante y andaluza simpleza, lo lejos que a veces están las leyes y normas, que cada dia más, regulan nuestras vidas, de la realidad de esas vidas que pretenden regular.

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  7. Curro Esquivias, cuanta razón tienes. Otra anecdota de los años setenta del Rompido, un viejo pescador que de verdad no recuerdo su nombre, siempre arreglando su patera, también vendía verduras por las pocas casas que había allí, con un burro. Un día llegó por casa y estaba de malhumor, mi padre le preguntó qué le pasaba, dijo que su mujer se estaba poniendo mu moderna, que se había comprado una blusa que se le "notaba el sostén", dijo con su ciencia de marinero, mira cercito, la blusa es má clara que el viento del zuroeste.......

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  8. Celso, no dejes de contar estas historias de tu tierra y de tu familia. Los Pareja Obregón chorreais arte...Maravillosas las Mil Pejetas del rompiero. Se huele a estero...- TU PACIENTE Y LECTOR O "DE QUIEN EL SABE" COMO DECIAN EN EL DISCO DEDICADO DE RADIO SEVILLA

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  9. Son muchos recuerdos de El Rompido, porque pasamos allí no solo los veraneos de tres meses largos, también Semanas Santas, Navidades y muchos muchos fines de semana de nuestra infancia y juventud.
    Gracias Curro y gracias Anónimo de Radio Sevilla (¡Viva el Carnaval de Cadiz!).

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  10. El cuentecito que he escrito EL VIAJERO, tiene que ver con El Rompido, pero reconozco que es muy triste, lo siento, me salió así...

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  11. ¡¡¡que anécdota mas buena¡¡¡ Animo a los seguidores del blog, a que pongamos esta magnifica frase en práctica. Ante tanta multa, tanto impuesto, tanta prohibición, tanto papeleo, deberiamos todos contestar desde ahora como el rompiero, "trae pacá fuego... mil pejeta"... frase para recordar a partir de hoy. Muy didáctico primo. Mañana, me fumo el primer cigarro en un prohibido delante de un guardia. Rocio.

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  12. Gracias, Celso. La verdad es que gracias a nuestro mayores tenemos esa suerte de considerarnos eso, una gran familia en un marco incomparable como es El Rompido. Te envío un enlace de una entrada que escribí hace unos años sobre El Rompido en mi blog, espero que te guste. Un abrazo. http://moncaencendido.wordpress.com/2008/07/17/el-rompido/

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  13. ¡Muy bonito tu recuerdo y semblanza de El Rompido! ¡Aconsejo a todo el mundo que lo lea!
    Enhorabuena Marcos por tu Blog, y porque tu y toda tu familia de Valverde del Camino, con vuestro ARTE a raudales, hacéis más importantes las tierras que pisais.
    Un recuerdo de corazón a el "hermano" de mi tio Manolo, gran amigo de mi padre y de toda la familia, inolvidable de verdad como buena persona y mejor músico DIEGO ROMERO ALVAREZ.
    En su memoria:
    http://www.devalverde.es/val/notables-de-valverde/diego-romero-lvarez.html

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  14. Todo lo que habeis escrito sobre la anécdota de "mil pejetas" me parece genial! El tío estuvo sembrao. Pero a mi lo que se me ha ocurrido es que en esos años "mil pejetas" era el sustento de una familia en un mes. ¡lo que supondría para ese pobre hombre tener que pagar esa multa! Sin embargo hoy son ¡6 euros! ¿Y que hacemos hoy con 6 euros? Como mucho ¡pa pipas!

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  15. Es que ésa es la anécdota...ése hombre no había visto mil pesetas en su vida....Pues es como si hoy día un hombre trabajador desde siempre y parado ahora, se dispone a fumar de pié contra el quicio de la puerta del bar al que va a tomar el cafelito, viene un policía y le dice que como encienda el cigarro está multado con seis mil euros, él cobra cuatrocientos y son cuatro de familia......Trae pacá fuego...sei mil éuro......lo que creo que siendo la anécdota la misma ya hoy no nos queda ése talante de señorío y calidad para pasarse las cosas por el forro sin alterarse.... o alterándose de otra manera...no sé..lo único que no ha cambiado de la situación es la demencia de los que MANDAN..

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