"Casos Clínicos"

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Sevilla, Huelva, El Rompido, Andaluz.
Licenciado en Medicina y Cirugía. Frustrado Alquimista. Probable Metafísico. El que mejor canta los fandangos muy malamente del mundo. Ronco a compás de Martinete.

domingo, 5 de junio de 2011

LA ROMERIA DEL ROCIO


Extracto del articulo que escribí el XXV aniversario de mi pertenencia a la Hermandad del Rocío de Triana y fue publicado en el boletín de Diciembre de 2003.

“Este años se han cumplido veinticinco años de mi pertenezca a la Hermandad. Cuando recibí la notificación el pasado mes de octubre, no le dí mucha importancia, pensé: ¡como pasan los años! Pero días después empecé a recapacitar y me pregunté que sentido ha tenido este hecho para mi, que nunca he sido capillita, ni pertenezco a ninguna otra Cofradía.

Desde niño los Jesuitas me enseñaron a comunicarme con Dios a través de la Virgen y en aquellos tiempos le rezaba –sobre todo en época de exámenes- a una imagen de la Inmaculada que estaba en la capilla del Colegio Portaceli; era mi Virgen.

En mi casa había tradición rociera, pues mi padre había ido al Rocío desde pequeño, había sido Hermano Mayor de Gines, y las estampas y medallas de la Virgen del Rocío siempre andaban por los cajones de mi casa, por las guanteras de los coches o colgados de los espejos retrovisores, pero nunca nos dejó ir con el ni le gustaba que habláramos de ir al Rocío (la verdad es que siempre coincidía en época de exámenes).

En 1975, ya con 19 años y estudiando Medicina, ayudado por mi tío Joaquín, mi padre accedió a que fuera por primera vez. Mi primer camino lo hice a caballo desde la dehesa de Los Cerros en Aznalcazar con mis prímos Joaquín, Pilar, Pastora, Martín, Fernando y Rocío, que era una micurria y montaba un pony. Ese día vi por primera vez a los Simpecados en carretas tiradas por bueyes, a los caballistas y peregrinos andando por diferentes senderos que todos llevaban la misma dirección: La Ermita de la Virgen del Rocío.

Viendo esas caras de alegría, escuchando mil sevillanas dedicadas a la Virgen, participando de la hermandad de todos los que nos ofrecían agua o vino y compartían todo lo que llevaban, observando la devoción que sentían por esa Virgen, empecé a notar una inquietud extraña, una curiosidad por conocer más profundamente y sentir aquellas sensaciones que descubría en los demás y tanta envidia me daba.

Llegamos a la aldea de noche y cuando entré en la Ermita por primera vez, cansado, lleno de polvo, empecé a sentir “aquello” que había percibido: la Virgen rodeada de flores, alumbrada por cirios y velas, un rumor de oraciones, las caras de la gente cuando La miraban, el llanto y a la vez alegría, la devoción pura y verdadera…

Yo que tantas misas había oído “a la fuerza” en mi vida sentí que me gustaba estar allí, que estaba feliz allí, de pie, dolorido de cabalgar, mirando embobado a esa Virgen del Rocío de la que me había hecho cómplice rapidamente y con la que enseguida empecé a hablar y a contarle mis cosas, a pedirle favores, a darle gracias, a rezarle.

Recuerdo esos primeros Rocíos que pasé con tío Joaquín en la casa de la Boca del Lobo como los mas bonitos de mi vida. Todos los días salíamos a caballo hasta Palacio y entrábamos en la aldea con distintas Hermandades. ¡Cuantas emociones fueron empapando mi alma al ver la alegría y devoción de los peregrinos al llegar llevando su Simpecado a presentarlo a la Virgen!

Entonces ponían en el Ajolí unos tenderetes de promoción de vinos. Mi tío conocía a todo el mundo: camareros, carreteros, coheteros, tamborileros, artistas… a todos los invitaba a casa. Tenía una habilidad especial para las bromas, para convencer a la gente que hiciera cosas absurdas… podría escribir un libro de anécdotas. Por la noche la Boca del Lobo era una locura, una mezcla de gentes disparatadas y juerga continua… ¡Que años más bonitos!

Fue en 1978, estaba recién casado, cuando un día hablando con mi cuñado Enrique Sequeiros Madueño y con su amigo Julio León, este me habló de la Hermandad del Rocío de Triana, de su camino y de sus gentes. Julio me presentó como hermano, desde aquí le mando mi más sincero agradecimiento ¡Que gran favor me hizo!

A partir de entonces empecé a hacer el camino con Triana. Las primeras veces, como hemos hecho todos: un viejo Land-Rover, una tienda de campaña que ninguno sabía montar, una guitarra, tortas de aceite que nunca aparecen por la mañana… y “palante” por esos caminos con mis primos Manuel Diego y Arturo y muchos amigos. Andando por las veredas he tenido la suerte de conocer a muchas buenas gentes y hacer grandes amistades. Con todos he compartido pan y vino, sol durante el día y frío por la noche, delante de nuestra Carreta escuchando Arturo, a Rafa Almarcha, a Luis Mejía, al Soto, como se le reza a la Virgen cantando… ¡que suerte y a la vez que envidia no poder rezarle así a Ella!

De todos los caminos que recuerdo con más cariño son los que he hecho de promesa “sin beber”, andando junto a la Carreta disfrutando siempre de la de la presencia de la Virgen y de la compañía de los peregrinos. Dormir al relente, una noche de estrellas, mirando las luces de nuestra Carreta, escuchando cantar como se le canta al Simpecado de Triana… ¡Me entran ganas de volver a hacerlo!

Durante estos años, sin darme cuenta, la Virgen del Rocío ha ido formando mas parte de mi vida y de mi familia. Desde que soy hermano llevo una pequeña medalla colgada del cuello. Ella sabe cuantas veces la toco al día, para pedirle perdón por algo, para hacerla copiloto de mis hijos cuando van en la moto o en el coche, para que le eche un cable a alguno de mis pacientes más malitos, para darle las gracias por todo lo que tengo, para darle un beso cuando estoy en mi cama todas las noches antes de dormirme…

En mis muchos viajes por carretera desde Sevilla a El Rompido, de vez en cuando me desvío un poquito para mirarla a la Cara. Siempre me alegro de Verla.”

¡Viva la Virgen del Rocío!

11 comentarios:

  1. Anónimo5/6/11 22:15

    !!VIVA!!.-Lourdes.-

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  2. "Cada primavera, sin faltar, en la madrugada del Domingo al Lunes de Pentecostés, La Virgen del Rocio baja del Cielo con Su niño en brazos. Los Almonteños (ángeles), junto con los demás pregrinos y rocieros, La esperan rezando delante de Su Imagen, pero sólo ellos -Sus ángeles- La ven, por eso sólo ellos saltan la reja en el preciso instante en que Ella ha llegado. A la Virgen del Rocio Le gusta visitar todas las hermandades, y pasar calor, y que casi la caigan al suelo por ir de brazo en brazo. Ella escucha todas las oraciones y plegarias, sólo que La Virgen, a quien le va rezando es a El Niño que lleva entre Sus brazos".

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  3. Anónimo6/6/11 14:20

    La Virgen de MOntserrat, vive en tierras catalanas,
    y la Virgen del Pilar, es baturra y capitana.
    La de los Desamparados, es luna y sol de Levante
    y en Asturias, Covadonga, bendice a los caminantes.
    La Virgen de la Cabeza, Reina de Sierra Morena,
    la imagen de Guadalupe,es la patrona extremeña.
    La Virgen de las Angustias llora y suspira en Granada,por las tierras de Castilla, La Almudena es venerada.
    PERO LOS SUSPIROS MIOS, RESBALAN DESDE UNA LOMA
    Y LLEGAN HASTA EL ROCÍO, PARA VER A ESA PALOMA
    ¡DUEÑA DEL CORAZÓN MÍO!

    ¡Viva la Virgen del Rocio! (Es lo que quería decir mi padre en este poema ¿no?) RPO.

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  4. ¡Qué preciosidad Rocio!. ¡VIVA!!!!

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  5. Anónimo6/6/11 21:16

    ROCÍO QUE COSA MÁS BONITA...OLE Y OLE..
    Tu prima Lourdes..

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  6. Anónimo6/6/11 23:01

    No tengo la suerte de escribir esas cosas tan bonitas, pero si de entender a Celso.
    Cada Rocío es diferente, siempre con la ilusión de empezar (como hoy), de estar, de llegar. Ver a los amigos, pasarlo bien, con quien cruzare el quema....
    Hablar, escuchar a las personas que van de promesa agarrada al Simpecado, con los carreteros
    Pero lo que más me gusta es andar justo detrás del Simpecado, yo sola, CON LA VIRGEN, hablarle, contarle, rogarle, pedirle mil favores, darle gracias por una jartá de cosas que tengo y tiene mi gente, mis amigos, mi familia. Lloro de pena y alegría, río por cualquier cosa que me acuerdo y le cuento y bueno disfruto, disfruto muchísimo.

    Espero veros en el camino, o en el Rocío. Allí estaré

    VIVA LA VIRGEN DEL ROCIO (y todas las advocaciones que queráis, pero VIVA
    Gracias Celso escribes de una manera y dices unas cosas que me entusiasma. G.B.

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  7. Gracias Graciela.
    Te quiero, nos vemos muy pronto.

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  8. Precioso, Celso, como todo lo que escribes. El Rocío es algo tan grande que en torno a la Virgen ocurren momentos tan hermosos como este que quiero compartir contigo, que seguro te va a gustar. Es un enlace al Blog de mi hermano Fernando donde ha colgado un video que nos hizo a Juan Rafael y a mí al piano, una mañana en El Rocío, a las claritas del día… ¡Cómo le canta Juan a la Virgen…!. Espero que nos veamos en El Rocío. Un abrazo.
    http://rolandovoyrolandovengo.blogspot.com/2011/06/virgencita-del-rocio-gracias.html

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  9. Desde que no voy al Rocio, hago todos los años mi camino mentalmente hablando. Salgo con Gines, la hermandad de mi padre, y mientras vivo mi vida cotidiana, voy ofreciéndole a La Virgen todas mis cosas, pidiéndole por todas ellas, y dándole muchas gracias por todo. Ella, que me conoce, sabe muy bien que lo hago tan contenta como si fuera de verdad. La madrugada del lunes, dejo toda la noche la tele de mi cuarto puesta sin sonido, y os aseguro que todos los años me despierto en el momento del salto de la reja. ¡Palabra de Honor!.

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  10. Anónimo7/6/11 12:07

    Muy emotivo artículo; Nunca he hecho el camino ,pero tengo claro que el dia que lo haga será con Triana...Que envidia más sana me dais los que teneis la suerte de poder expresar vuestras vivencias y sentimientos con la Virgen!!Que así siga siendo!!
    Saludos
    Antonio Sierra

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