"Casos Clínicos"

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Sevilla, Huelva, El Rompido, Andaluz.
Licenciado en Medicina y Cirugía. Frustrado Alquimista. Probable Metafísico. El que mejor canta los fandangos muy malamente del mundo. Ronco a compás de Martinete.
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jueves, 28 de febrero de 2019

Cuando uno está de suerte...



Cuando uno está de suerte….


Elidamares Goncalves Batista <Elidamares.Batista@educacao.sp.gov.br>
Sáb 05/05/2018 21:59
INFO@OUTLOOK.COM
Querido amigo,

Soy Elena Boris de Sofia, Bulgaria, casado con Late Engineer Boris que trabajó con MULTINATIONAL OIL COMPANY EXXON AS PROVEEDOR DE EQUIPAMIENTO DE PERFORACIÓN en Kuwait durante 19 años antes de morir en el 22 de agosto de 2009. Estuvimos casados ​​durante veinticuatro años sin un niño. Murió después de una breve enfermedad que duró solo cuatro días.
Antes de su muerte, él tiene la suma de USD 10,142,728.00 dólares con una empresa de mensajería en la India y este fondo se encuentra actualmente con el servicio de mensajería a la espera de mi desembolso como beneficiario y pariente más cercano a los fondos. Recientemente, mi El doctor me dijo que no duraría los próximos ocho meses debido a
problema de cáncer.
Habiendo conocido mi condición, decidí donar esto fondo para una iglesia, organización o buena persona que utilizará esto dinero de buena fe.
Tomé esta decisión porque no tengo ningún hijo que herede este dinero. Mantuve este depósito en secreto hasta la fecha; esta es la razón por la que soy tomando esta decisión. No creo que necesite ningún teléfono comunicación a este respecto debido a la confidencialidad de esta transacción. En su respuesta, le daré el contacto del correo. Yo también emitirá una carta de autorización al servicio de mensajería que probará usted el presente beneficiario de este dinero.
Así que debe enviarme su dirección, nombre, país y móvil.

Espere que responda y que Dios lo bendiga.
Elena Boris
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Huhtala Julia <julia.huhtala@edu.turkuamk.fi>
Mié 11/07/2018 15:44
INFO@OUTLOOK.COM
Buen día querido

 Mi esposa y yo le hemos otorgado una donación de £ 1,500,000 Millones de libras de parte de nuestra Lotería Jackpot de £ 161,653,000 Millones de libras, envíe su nombre, dirección, país, número de teléfono para reclamos.

Esperamos su respuesta más temprana y Dios los bendiga.
La mejor de las suertes.
Colin & Chris Weir
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Estefany Vanessa Izurieta Puyol <eizurieta@estud.usfq.edu.ec>
Dom 23/09/2018 0:50
Estefany Vanessa Izurieta Puyol

Su correo electrónico fue seleccionado por $ 570,000,00USD en el premio móvil Chevrolet Auto 2018, para recibir el premio envíe su nombre, dirección y número de móvil.
Responda esta identificación de correo electrónico: mox151@outlook.com
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Fatima Cristina Andrango Yancha <fandrango1@estud.usfq.edu.ec>
Mar 16/10/2018 0:48
Fatima Cristina Andrango Yancha

Su correo electrónico fue seleccionado por $ 570,000,00 USD en el premio Chevrolet Auto mobile 2018, para recibir el premio envíe su nombre, dirección y número de teléfono móvil Responda a esta identificación de correo electrónico:msncla@outlook.com
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EMMA PAYET <emma.payet@etud.uco.fr>
Vie 30/11/2018 1:48
INFO@OUTLOOK.COM
Saludos desde la Fundación Altman.

Esto es para informarle que tenemos una donación de $ 899.998,00 USD para usted, esto se debe a que en este momento, los niños en lugares como Siria, Sudán del Sur y Yemen están atrapados en un conflicto violento. Están huyendo de la guerra y el desastre en mayor número que en cualquier otro momento desde la Segunda Guerra Mundial. Y en países como Nepal y Filipinas, los niños han visto sus casas destruidas por desastres naturales como terremotos, tifones e inundaciones de comunidades.
Esta donación servirá como una gran ayuda para el mundo, contáctenos con su nombre, edad, país, estado, ocupación, número de teléfono y ciudad.
Nuestro correo electrónico: altmanfoundation@outlook.com

Saludos,
Jane B. O'Connell
(Presidente)


miércoles, 8 de febrero de 2017

Pamplinas 2.

La noche muy oscura sin luna unida a mi costumbre de cerrar los ojos por miedo a la oscuridad hacían muy difícil mi marcha a través del bosque inquietante y amenazador por el que intuía que caminaba a ciegas.
Me percaté que pese a caminar a tientas por un bosque no palpaba ramas ni árboles ni plantas trepadoras ni lianas ni mis pies tropezaban con raíces ni con enredaderas traicioneras.
Además pese a ser de noche cerrada según mis cálculos astronómicos, no se escuchaban los aullidos de los lobos ni los rugidos de las fieras sedientas de sangre ni el ulular de los búhos ni el silbido de las pérfidas serpientes ni siquiera el croar de las ranas calentonas ni el bufido de los sapos pestilentes.
Ni siquiera olía a campo ni a ciénaga ni a bosque ni a perros muertos. Olía a puticlú.
Ya me parecía raro escuchar desde un rato antes y como a lo lejos una música machacona y muy hortera como de chimpúm de pista de coches locos, ruido cual que ahora se hizo presente y cuando me quise dar cuenta estaba bailoteando por pegadizo y marchoso que era.
A pesar de mi aterrador miedo a la oscuridad concluí que sería conveniente relajar hasta abrir un poco mis párpados fuertemente apretados y comprobar si hubiere o hubiese algún atisbo de luz exterior que me proporcionare paz interior.
Inspiré profundamente y mis pulmones se llenaron de aroma a desinfectante de cine de barrio –ozonopino, me pareció- y aterrorizado di orden a las neuronas cerebrales que desapretaran los músculos constrictores de mis cortinas palpebrales las cuales comenzaron a separarse lentamente: ¡Luz!
¡Luz bendita luz! Poco a poco y cuando mis akais se fueron adaptando al entorno vislumbré como un rectángulo vertical de luz amarillenta no muy lejos de donde yo me encontraba.
Que por cierto, me percaté inmediatamente que yo me encontraba en posición horizontal y en decúbito supino. Acostado, vamos. Tumbado sobre lo que parecía un lecho en una estancia en penumbras, mi cabeza creo que apoyada en un almohadón y mirando hipnotizado un recorte de luz amarillenta de donde provenía un chapoteo de aguas, como una meada.
Todavía sintiendome desorientado temporo-espacialmente y sin haberme recuperado de mi asombro inicial ni acostumbrado a mi ubicación estrafalaria cuando de repente recibí una información visual capaz de volver loco al mas cuerdo de los humanos: en el rectángulo de luz se dibujó la silueta de una hembra de color negro de imponente figura femenina y con exabruptos orográficos desmesurados completamente desvestida. En pelotas vivas.
Mi impresión fue de tal magnitud que sufrí un vahído momentáneo durante el cual soñé que caminaba por el bosque plagado de alimañas con los ojos cerrados y me reconforté sobremanera.
Pero mi gozo estaba en un profundo pozo. Cuando desperté la negra en pelotas todavía estaba allí. 
Siendo un hombre con recursos decidí hacer como que no la había visto y resolví incorporarme usando tan solo uno de mis dos ojos hasta encontrar una puerta o ventana adecuada para evadirme de aquella situación tan inadecuada.
Al comenzar mi incorporación tuve que fijarme en los objetos más cercanos para no crear conflictos de espacio y alertar o incomodar a la dama que persistía apoyá en el quicio de la mancebía sin dar pistas sobre sus intenciones.

Cuando mi guiño se adaptó a la escasa luminosidad anaranjada de la estancia sufrí un nuevo amago de infarto cerebral acompañado de una fugaz crisis de asma al ser consciente de mi absoluta desnudez que dejaba todo mi cuerpo serrano a la intemperie más absoluta. Bueno, para ser sincero conservaba puestos mis calcetines grises hasta debajo de las rodillas. 

Me derrumbé como un muñeco de trapo sobre el camastro y lloré como lloran los hombres: llamando a mi mamá a grito pelao...


(Continuaré...)

lunes, 19 de diciembre de 2016

Pamplina 1.

De pronto una señal me sobresalto. Pensaba que en las carreteras comarcales no aparecerían ese tipo de señales y me asusté. La señal indicatríz era de prohibido aparcar platillos volantes en el arcén.  
Me quede de piedra-pomez de la mitad para arriba y de goma-guash de la mitad para arriba también. De modo que no tuve mas remedio que inventar una nueva aleación: guashpomezine, la cual inmediatamente la patente por telepatía y me hice supermillonario al instante.
Mi vehículo inteligente, aturdido al no poder detenerse por si mismo al estar fuera de cuentas y con dolores de pre-parto, se deprimió y comenzó a llorar amargamente, al tiempo que se evaporaba en vapores aceitosos, como si estuviese en una ciénaga de Macondo.
         No tenía motivos para esperar que nadie viniera a salvarme, pero de pronto noté un ruido sordo a mi derecha. Subitamente apareció por mi izquierda un delantero centro del Arsenal CF que tiro a gol y se le fue afuera por muy poco dinero. Yo lloré amargamente de color, gris marengo. El ariete se marchó no por donde había venido sin dar las buenas noches.
No tuve que llorar mucho, menos mal que me consolaron varios escarabajos peloteros nocturnos que arrastraban apestosas bolas de estiércol de vacas menopausicas, especialmente vomitivas, y que me cortaron el llanto ipso-facto con sus patas traseras serradoras. Les impuse varias cintas de colores tutti-frutti Cum-Laude por su integridad y los mande a la mierda de nuevo.
Otrosí la noche se llenó de pronto de luces de colores desconocidos entre ellos, a los cuales que tuve que ir presentando ceremoniosamente, y de ruidos estratosféricos que anunciaban la pronta llegada de una nave espacial alienígena marciana y forastera. Se fue la luz por donde había venido y todo quedó en silencio una mil millonésima de segundo chispa mas o menos.
Tres o cuatro mil mosquitos todos con las trompas dúctiles en erección se alinearon y alienaron sobre mi cuello en estricta formación del espíritu nacional. Uno de ellos eructo sonoramente dejándome en el cogote un olor a sangre de tórtola.
La nave extraterraquea surgió de improviso de una cueva de conejos y se fue adaptando a las circunstancias estatales, inflandose como una gran boina sin pitorrillo hasta alcanzar cierto tamaño indefinido. Se estabilizó sobre mi cabeza. Debería pesar unos trescientos millones de libras esterlinas, pero no lo parecía al estar exenta de derechos reales.
Un conejo asomó el hocico por la madriguera susodicha y expuso una muy bien argumentada queja en el lenguaje culto de los lepóridos. Antes de despedirse tuvo un altercado con un búho que lo miraba fijamente y ambos se acusaron mutuamente de infidelidad manifiesta y mejorable.
El batallón de mosquitos, rompiendo filas, atacaron por los flancos blancos a un Hada Madrina que se equivocó de sueño materializándose vaporosa y cursi sobre la negra boina espacial.
Tuvimos que rescatar al Hada entre el ave rapaz el conejo y yo, pues entre suspiros advirtió a todo el que quisiera escucharla que era alérgica al zumbido de los insectos y nos vimos en la obligación de administrarle metilprednisolona y de ingresarla en un cajero automático.
Sin darme cuenta me apoderé furtivamente de la varita mágica y con ella espanté uno por uno a los insectos trompeteros los cuales decidieron irse a dar por culo a Punta Umbría.
De pronto, de la negrura opaca de la nave alienada abriose un resquicio de luz y un ente con aspecto vago del siempre recordado Fary se materializo ante mi. Se me hizo un haz de guía en la garganta. De mis ojos brotaron restos de las patas de los escarabajos peloteros. El conejo huyó despavorido detrás de una joven que pasó corriendo detrás de otro conejo. El búho cerró los ojos y se quedó sin carácter.
El ente estelar muy parecido a El Fary no se dignó darme las buenas noches tampoco. Noté que llamaba a un Tele-Taxi en un idioma gutural y sin contemplaciones apresuró su evanescencia y desapareció. La aeronave cerro el portillo con pestillo y se piró derechita para su casa.

Total, que me fui andando.