En estos últimos meses se suceden noticias cada vez
mas repetidas de hechos presuntamente delictivos –ocurridos desde hace años
hasta hoy mismo- que están siendo investigados por los jueces con actuaciones
policiales a gran escala contra las tramas urdidas casi siempre por políticos o
expolíticos indecentes, empresarios sin escrúpulos, sindicalista de pacotilla,
financieros y banqueros hipócritas e intermediarios mangantes incluidos algún
que otro juez con afán recaudatorio extraordinario. Corrupción a todos los
niveles con el supuesto trasfondo de los dos grandes partidos políticos como
beneficiarios finales de gran parte de los dineros estafados a todos los
españoles.
Repetición de noticias de corrupción donde se
habla diariamente de los millones de euros que desaparecen en manos de unos y
de otros o que aparecen de pronto en paraísos fiscales, mientras a la mayoría
de los españoles decentes les duele el bolsillo para llegar a fin de mes, para
pagar los impuestos, la hipoteca, la luz, el gas, el agua y hasta los panes
para dar de comer a sus hijos.
Esta división de los ciudadanos entre una élite de personas con acceso
a grandes sumas de dinero que son los responsables de crear riqueza y trabajo
pero lo que hacen es enriquecerse al parecer de manera ilegal, y por otra parte una gran mayoría
de ciudadanos honrados que estudian, trabajan o buscan trabajo, colaboran,
pagan los impuestos y las hipotecas, se aprietan el cinturón para educar a sus
hijos, para ser solidarios, para cumplir las obligaciones cívicas, digo que
esta dualidad de ciudadanos de élite del grupo A y los mayoritarios ciudadanos
normales del grupo B, está creando en la sociedad un malestar soterrado, una
indignación persistente que se va cronificando en desconfianza contra los que
consideramos los responsables – los políticos y financieros corruptos- y en
absoluto desprecio a las personas ya condenadas por estos crímenes económicos y
sociales.
Pero la cuestión mas grave a mi modo de ver es la
pérdida de la confianza no en las personas sino en las instituciones.
¿Son los políticos honrados? Por supuesto que sé que existen en las cumbres flores de edelweiss puras e inmaculadas tanto rojas como azules. Pero me refiero a que si la gran mayoría de ellos cumplen con sus obligaciones no solo profesionales, sino también éticas y
morales consigo mismo y con todos los españoles que son los que les hemos dado
confianza para representarnos. No basta con no ser cómplices. Porque me niego a
creer que en un partido político no se conocieran casos corruptos tan sonados
como el de los ERE en Andalucía (“cuatro golfos…”) o el de Gurtel y Barcenas…
solo por poner un ejemplo. Muchos de
nuestros representantes políticos son culpables de la situación creada por
omisión de denunciar y por mirar para otro lado. Por seguir las consignas partidistas y ser cooperadores necesarios.
¿Son los bancos responsables de la situación
económica? Cuantos ejemplos quieren ustedes que les cuente de actuaciones
indecentes de la banca contra indefensos ciudadanos? El ejemplo de las acciones
“preferentes” bastaría para meter en la cárcel a unos cuantos. Las claúsulas
hipotecarias abusivas, los cargos indebidos, los intereses ilícitos a
sabiendas… todo en contra de los que menos tienen y mas soportamos la presión
fiscal y los efectos de la crisis… creada por ellos.
¿Alguien se fía hoy día de un alcalde, de un
concejal de Urbanismo o de un político municipal que en pocos años pasa de la
nada a los cochazos, casoplones, barcos, fincas, etcétera…? ¿A todos les han
tocado los cupones o la lotería?
Esto se esta acabando y ellos lo saben. Y como lo
saben han emprendido una huida hacia delante cargados de cientos de millones de
euros camino de Andorra o de otros paraísos fiscales. Están saqueando a España.
Nos están robando a los españoles decentes.
Justicia por favor.