"Casos Clínicos"

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Sevilla, Huelva, El Rompido, Andaluz.
Licenciado en Medicina y Cirugía. Frustrado Alquimista. Probable Metafísico. El que mejor canta los fandangos muy malamente del mundo. Ronco a compás de Martinete.

martes, 28 de octubre de 2014

Justicia por favor.

En estos últimos meses se suceden noticias cada vez mas repetidas de hechos presuntamente delictivos –ocurridos desde hace años hasta hoy mismo- que están siendo investigados por los jueces con actuaciones policiales a gran escala contra las tramas urdidas casi siempre por políticos o expolíticos indecentes, empresarios sin escrúpulos, sindicalista de pacotilla, financieros y banqueros hipócritas e intermediarios mangantes incluidos algún que otro juez con afán recaudatorio extraordinario. Corrupción a todos los niveles con el supuesto trasfondo de los dos grandes partidos políticos como beneficiarios finales de gran parte de los dineros estafados a todos los españoles.

Repetición de noticias de corrupción donde se habla diariamente de los millones de euros que desaparecen en manos de unos y de otros o que aparecen de pronto en paraísos fiscales, mientras a la mayoría de los españoles decentes les duele el bolsillo para llegar a fin de mes, para pagar los impuestos, la hipoteca, la luz, el gas, el agua y hasta los panes para dar de comer a sus hijos.

Esta división de los ciudadanos entre una élite de personas con acceso a grandes sumas de dinero que son los responsables de crear riqueza y trabajo pero lo que hacen es enriquecerse al parecer de manera ilegal, y por otra parte una gran mayoría de ciudadanos honrados que estudian, trabajan o buscan trabajo, colaboran, pagan los impuestos y las hipotecas, se aprietan el cinturón para educar a sus hijos, para ser solidarios, para cumplir las obligaciones cívicas, digo que esta dualidad de ciudadanos de élite del grupo A y los mayoritarios ciudadanos normales del grupo B, está creando en la sociedad un malestar soterrado, una indignación persistente que se va cronificando en desconfianza contra los que consideramos los responsables – los políticos y financieros corruptos- y en absoluto desprecio a las personas ya condenadas por estos crímenes económicos y sociales.

Pero la cuestión mas grave a mi modo de ver es la pérdida de la confianza no en las personas sino en las instituciones.

¿Son los políticos honrados? Por supuesto que sé que existen en las cumbres flores de edelweiss puras e inmaculadas tanto rojas como azules. Pero me refiero a que si la gran mayoría de ellos cumplen con sus obligaciones no solo profesionales, sino también éticas y morales consigo mismo y con todos los españoles que son los que les hemos dado confianza para representarnos. No basta con no ser cómplices. Porque me niego a creer que en un partido político no se conocieran casos corruptos tan sonados como el de los ERE en Andalucía (“cuatro golfos…”) o el de Gurtel y Barcenas… solo por poner un ejemplo. Muchos de nuestros representantes políticos son culpables de la situación creada por omisión de denunciar y por mirar para otro lado. Por seguir las consignas partidistas y ser cooperadores necesarios.

¿Son los bancos responsables de la situación económica? Cuantos ejemplos quieren ustedes que les cuente de actuaciones indecentes de la banca contra indefensos ciudadanos? El ejemplo de las acciones “preferentes” bastaría para meter en la cárcel a unos cuantos. Las claúsulas hipotecarias abusivas, los cargos indebidos, los intereses ilícitos a sabiendas… todo en contra de los que menos tienen y mas soportamos la presión fiscal y los efectos de la crisis… creada por ellos.

¿Alguien se fía hoy día de un alcalde, de un concejal de Urbanismo o de un político municipal que en pocos años pasa de la nada a los cochazos, casoplones, barcos, fincas, etcétera…? ¿A todos les han tocado los cupones o la lotería?

Esto se esta acabando y ellos lo saben. Y como lo saben han emprendido una huida hacia delante cargados de cientos de millones de euros camino de Andorra o de otros paraísos fiscales. Están saqueando a España. Nos están robando a los españoles decentes.

Justicia por favor.


viernes, 17 de octubre de 2014

Novela 1.

Muestra del primer capítulo de una novelita que empecé hace muchos años para ver si me animáis a terminarla...
Gracias por vuestra sincera opinión.

El ayudante de detective.

Capítulo primero

1. Miercoles.

El agua caliente en su punto con su chorrito de gel barato con olor a cine de barrio. El cuarto de baño iluminado por la roja luz de poniente del otoño sevillano. Sobre la tapadera del retrete descansa la radiocasete donde suena el primer movimiento del Concierto de Violín de Tchaikoski. Me sentía en las glorias, bien abrigado por el calor del espumoso líquido, absorto y enfrascado en un articulo de El País Semanal acerca de Graham Green y sus viajes cuando era algo así como un espía, y entonces de repente el teléfono empezó a timbrar y me sobresalté. Otra vez había olvidado traerlo conmigo.
No puedo dejar sonar un teléfono, es algo superior a mis fuerzas, cuanto más lo dejo sonar más estridente y más insistente me resulta su chillar y mas me refuerza ese sentimiento de ansiedad larvada que arrastro desde niño porque creo que siempre me van a dar una mala noticia y debo responder lo antes posible. Me incorporé lleno de espumas, me envolví muy mal en mi toalla de baño verde oliva y salte corriendo a toda pastilla desde la bañera a la salita-comedor-entrada-cocina con la esperanza de llegar antes de que dejara de sonar. Resbalé tres veces pero lo conseguí. Era Tomas Eizaguirre.
“Hola chico, como estas” -sin dejarme responder- “tengo un trabajito para ti, muy sencillo, lo haces en tu tiempo libre, como siempre, esta chupado, una tontería, bien pagado, y lo terminas seguro en dos o tres días, no te quiero quitar tiempo de estudio, ya lo sabes, vale, pues te acercas por aquí cuanto antes y te lo explico, dinerito fácil, te espero dentro de una hora, ¿vale?”… y colgó.
Como ya sabía que no me dejaría hablar me mantuve en silencio mientras observaba el reguero de agua que había provocado en el corto pasillo que une el cuarto de baño hasta la salita donde me encontraba. Cuando terminara de bañarme aprovecharía para pasar la fregona, que falta estaba haciendo.
Era Tomás el fundador, mayor accionista, director y detective jefe de una empresa pionera en Sevilla, Detectives Meison, con antigüedad y fama suficiente de orden y seriedad. Una despacho costeado en un buen barrio, la oficina con accesos discretos, publicidad la justa, personal de confianza y empleados eficaces: varios detectives licenciados y algunos becarios, discretos abogados y economistas colaboradores todos trabajando en amplios y cómodos despachos llenos de pantallas y de los últimos adelantos informáticos. También trabajabamos para él algunos ”investigadores” que no teníamos ordenadores ni tarjetas de presentación. Yo era uno de ellos.


Si os preguntáis porqué un estudiante de sexto curso de Medicina, ya con veintiséis años, colabora con una Agencia de Detectives, tenéis todo el derecho del mundo. Es un tema difícil para él y para mí, no hablamos de eso. Tomás era (fue) amigo -muy amigo- de mi padre, aunque se puede afirmar que tenían profesiones “encontradas”… hasta que mi padre murió.

domingo, 5 de octubre de 2014

Debemos

Esta claro que esto no puede seguir así. El nivel de corrupción –el que conocemos hasta ahora- que se ha producido en España en los últimos lustros es intolerable e insoportable social y económicamente. Y no digamos jurídicamente, pero eso nunca se sabe, pues la mayoría de estos robos delictivos y criminales quedaran a lo peor en noticias periodísticas tan solo por la cara bonita de los ladrones…

La corrupción esta infiltrada como un virus contagioso que enferma y deja sin defensas a todas las instituciones, va socavando el Estado de Derecho hasta convertir a un país que debería ser sólido y estable en un apulgarado y ruinoso nido de ladrones.

Yo no sé si Podemos o no Podemos acabar con la corrupción generalizada y tolerada, pero lo que si sé es que Debemos intentarlo con todos los medios que disponemos las personas decentes. Decente significa “Honesto, Justo, Digno, que obra dignamente, conforme al estado o calidad de la persona…”

Debemos exigirle a los ciudadanos que optan por dedicarse a la política, la banca, la empresa, que sean Decentes y se sometan periódicamente a los mecanismos de control de decencia que implique su cargo público.

Debemos exigir decencia empezando por la Casa Real, escaparate de España ante el mundo y que debe ser ejemplo de limpieza y de transparencia para todos.

Debemos velar por la limpieza, imparcialidad e independencia del Poder Judicial y sus Tribunales de Justicia, sin que estén contaminados por las apetencias y veleidades de los políticos sucios y partidistas.

Debemos hacer una verdadera regeneración democrática en el Parlamento donde se sientan cada día políticos imputados por corrupción- eso sí, cobardemente aforados- y muchos sospechosos de delitos graves.

Debemos desenmascarar la corrupción de todos los Partidos Políticos tanto en su financiación como en el descontrol de los gastos internos y el enriquecimiento ilícito de sus afiliados, asesores, consejeros y otros cargos inventados para burlar dineros de los contribuyentes a sus propias cuentas corrientes.

Debemos cerrar para siempre todos aquellos Consejos Consultivos, Asesorías Técnicas, Observatorios, Oficinas, Agencias, etcétera que no son sino chiringuitos montados para cerrar bocas y pagar favores a los políticos excedentes con el dinero de todos los españoles.

Debemos desmantelar de una vez la corrupción de las Autonomías -empezando por la nuestra, por Andalucía, autentico nido de urracas desde hace años- que han creado un régimen clientelar más parecido a una mafia siciliana que a un sistema político democrático.

Debemos desenmascarar y poner al alcance de los jueces a los corruptos que se esconden detrás de las siglas y de los carnés de los partidos políticos, esos que se sientan en los sillones de todos los Ayuntamientos y Diputaciones con el único objetivo de robar y enriquecerse.

Debemos desmantelar el Sistema Bancario actual por injusto y atrabulario, donde se perdonan miles de millones a los mas ricos y se desahucia por unos cientos de euros a los pobres.

Debemos acabar de inmediato con las cláusulas abusivas e injustas en los contratos hipotecarios y de préstamos que empobrecen cada día mas a los pobres y enriquecen a los ricos.

Debemos controlar y sacar de los Consejos de Administración de las grandes Empresas (Ibex, etc) a los “políticos profesionales” y a los banqueros, pues esa practica demencial tan solo consigue encarecer cada día mas la luz, el agua, la gasolina, el gas… y enriquecer mas a los ricos.

Debemos impedir que los “empresarios” explotadores y delincuentes se vayan de rositas con el dinero de las personas decentes, denunciando ante los tribunales competentes sus injusticias.

Debemos exigir una política fiscal mucho mas justa y transparente donde paguen mas lo que mas ganan, no los que menos esconden…

Debemos exigir que se cumpla una política de pensiones a los mayores basada en las necesidades reales de quienes están en el otoño de sus vidas. Los jubilados no deberían tener carencias económicas en vivienda, salud, alimentos, compañía…

Debemos conseguir que la educación de nuestros hijos sea excelente y sin comisarios políticos adoctrinadores.

Debemos exigir que cada español profese en privado la religión que quiera, siempre que no coarte las libertades individuales.

Debemos poder exigir que se cambie la Constitución siempre que se vaya quedando obsoleta y anticuada… como ahora…

Debemos… etcetera…