Mi hermana Lourdes escribe:
Escribí “El Extranjero uno” en el fragor de la pena y la desmedida propias de la madre que inevitablemente, sin remedio se tiene que separar de sus hijos: rabiosa y demasiado acostumbrada -casi hasta el hartazgo- a eso del llamado “nido vacío”, veía como se me alejaban los hijos más y más cada vez, (geográficamente). Entonces yo todavía consideraba al extranjero un lugar abstracto y desconocido, lejano y habitado por personajes distintos a mi en todo, no me interesaban mucho la verdad, ya confesé mi incultura y falta de iniciativa viajera. Ahora... ahora es otra cosa.
Escribí “El Extranjero uno” en el fragor de la pena y la desmedida propias de la madre que inevitablemente, sin remedio se tiene que separar de sus hijos: rabiosa y demasiado acostumbrada -casi hasta el hartazgo- a eso del llamado “nido vacío”, veía como se me alejaban los hijos más y más cada vez, (geográficamente). Entonces yo todavía consideraba al extranjero un lugar abstracto y desconocido, lejano y habitado por personajes distintos a mi en todo, no me interesaban mucho la verdad, ya confesé mi incultura y falta de iniciativa viajera. Ahora... ahora es otra cosa.
Ahora el extranjero es el lugar donde mis
hijos comen y duermen, trabajan, salen, entran, ríen y lloran, suspiran y sueñan
y hasta puede que Dios Mediante venga un nieto una mijita francés/sa…
Inglaterra y Francia son dos puntos en el
mapa que busco rápidamente en el parte de el tiempo para saber si va a llover o
va a hacer sol… Llueve sin parar, sobre todo en la gran… Bretaña.
Pero mis dos hijos, ella y el están
contentos. A pesar de la distancia, de los ratos de incertidumbre, de lo
desconocido del clima tan y tan distinto, de la comida y de sus gentes que
HABLABAN un idioma irreconocible para ellos, lo digo en pasado porque ya
conocen el inglés y el francés hablado y escrito.
Así que hoy quiero hacer una defensa de esas
tierras que han acogido a mis hijos y les han dado techo, lumbre, cama y
trabajo y le quiero decir a la vez a mi querido país España, todo lo que se ha
perdido:
Se ha perdido mi inocencia de no querer saber
más que de esta tierra y esta luz, de no tener más horizonte que el mío español
y amar a España por encima de todo el universo conocido… ya no…
Se ha perdido a una mujer de bandera que es
mi hija, publicista de profesión y vocación, ahora está muy entretenida
aprendiendo francés, haciendo yoga porque es muy moderna, escribiendo artículos
para una revista y gestando a un hijo, es una mujer morena y española que vive
en Francia, es guapísima y da gloria verla andar por la calle con ese melena
negra y esos ojos de embrujo, ea, pa Francia…
Se ha perdido a su marido. Este tema es muy
fuerte como se dice ahora; Químico e investigador del CSIC, está en la
universidad de una ciudad francesa investigando con algo llamado “nanopartículas”,
no se deciros lo que son, me dice mi hija que es lo más puntero en la
investigación médica, oncológica, en la ingenieria y la técnica y en la física
y en que ya no se puede saber más porque como decía mi padre se va a estallá… Y
está investigando en Francia para los franceses en cooperación con una
universidad norteamericana, en España estaría leyendo el periódico que sea… en
la cola del INEM.
España se ha perdido a mi hijo, un chaval
bueno a rabiar de corazón noble y más guapo que to las cosas, aparejador con la
carrera y el proyecto terminados, más un año de estudios para que se le
reconociera el título en Europa, y en eso está… Lleva un año largo allí
trabajando en una cafetería donde le pagan muy bien y colabora haciendo planos de estructuras de obras en un
estudio de arquitectura, está haciendo además un curso para un programa de
ordenador de su profesión, habla inglés correctamente y está feliz allí a pesar
de la lluvia tan insistente, de los madrugones heladores y de la comida tan
inglesa… El otro día me decía que la seriedad en el trabajo de los ingleses es
impresionante, en la cafetería tienen que fichar y hay sus normas y sus
estatutos cargos y organización, a el esto le encanta. Está pendiente de un
trabajo porque su inglés es ya lo suficientemente bueno como para aspirar a trabajar
de lo suyo… Paciencia, todo se andará. Inglaterra se está beneficiando de una
persona como él…
Su novia, aparejadora igual que el, guapa a
rabiar, educada, con un tipo y un estilo que quitan el sentío, sencilla, lista
cariñosa y mujer fuerte e independiente, trabaja con el en la cafetería y
aspira a hacer un curso de interiorismo o arquitectura de interiores allí en
Inglaterra, habla inglés a la perfección. Allí está ella, viviendo con mi hijo.
Y no estoy vendiendo nada ¿eh?, mis hijos no
se venden ni se compran, ellos y ellas han nacido aquí, aquí se han educado,
aquí nos hemos quitado sus padres cualquier lujo para darles carreras y formación,
aquí pagué las matrículas de la universidad y buscaron trabajo y medio
trabajaron…
Pero no los han querido aquí, no les han dado
oportunidad de demostrar lo que son y lo que valen, no los han visto, no los
quieren…
Los queremos sus padres. Y hoy estoy muy
agradecida a los dos países que los han acogido, muchas gracias, Inglaterra y
Francia, porque aunque pasen sus momentos malos, sus soledades y sus
desarraigos, se que están en el camino de las oportunidades, de ser valorados y
de que los vean… cosa que España no ha hecho con mis hijos… ¡con los míos no¡
Así que mi querida España: estoy enfadada,
miro a tu cielo y a tu tierra y me veo en ellos porque a ellos pertenezco, pero
quien haya hecho de este país un lugar donde mis hijos no tienen cabida, no
tienen mi perdón, no os voy a votar pandilleros de la democracia, no os voy a
votar porque no juego con ustedes, bankeros y usureros, tampoco os perdono
porque hay muchas injusticias y muchas penas en el país del sol y de la luz…
No teneis perdón de Dios que es lo peor…
Pero yo, humana, yo… a España hoy:
No se lo perdono... por ahora NO.-