La historia de la rama de la familia Orta, apellido que llevo en mis genes, comienza en Alosno, pueblo de la sierra del Andévalo en la provincia de Huelva.
Manuel de Orta Limón (1765) casado con María Blanco de Orta en 1796 (en los pueblos era frecuente que se casaran los parientes…) tienen varios hijos. Uno de ellos, Juan José de Orta y Blanco nace en 1836 y es nuestro tatarabuelo, creo.
Siendo joven es enviado a Lisboa, donde había hecho fortuna un hermano mayor de su padre, su tío Antonio José de Orta y Limón (Alosno 1804), radicado en Portugal, banquero y financiero de la línea ferroviaria lusitana y al que el Rey de Portugal Pedro V había concedido el titulo de Vizconde de Orta en 1854.
Al parecer el sobrino Juan José quiso amores con una de sus primas portuguesas, por lo que su tío Vizconde Antonio lo despacha con viento fresco mandándolo a la sudamérica para que se buscara la vida lejos de sus queridas hijas. Consta confirmación de entrada en Montevideo el 8 de diciembre de 1862, como comerciante a la edad e 26 años.
Desde Uruguay se desplaza a Argentina donde el intrépido Juan José hace uso de la experiencia comercial aprendida de su tío lusitano y pronto tiene éxito en los negocios convirtiéndose en un joven acaudalado que, por los buenos modales que trae de la corte portuguesa, es aceptado en la sociedad bonaerense.
En ese ambiente conoce a la que será su esposa, la aristócrata uruguaya Ana de Sousa-Martins Rocamora (padre portugués y madre española) con la que contrae matrimonio en 1867. En Argentina nacen los nueve primeros hijos de este matrimonio: Juan José, María Manuela, Manuel, Ana, María Dolores, Enrique, Eduardo, Elena y Emilia. Signo de su arraigo social y privilegiada situación económica, fue que el Presidente de la República de la Plata apadrinó a Eduardo, el menor de los varones.
A pesar de su éxitos, Juan José echa de menos a España y decide regresar a sus orígenes por lo que se embarca con destino a Huelva con toda la familia, enseres variados y un criado de la Patagonia de nombre Jerónimo y de rostro cobrizo.
Otro de sus hermanos alosneros Manuel de Orta y Limón, se había establecido en el pueblo costero de Cartaya donde formó familia al casarse con Isabel Morón. Seguramente por las noticias de este hermano alabando la bendita tierra cartayera, una vez que la familia desembarca en Cádiz, navega en velero de línea hasta Huelva/Aljaraque y desde allí se trasladan en carros hasta Cartaya -hacen una entrada muy recordada, sobre todo por el aspecto del indio Jerónimo- donde se afincan definitivamente. En Cartaya nacen Elisa y Roberto.
Al poco tiempo el hijo mayor Juan José, sintiéndose argentino, decide regresar a su país con gran pena de su madre Ana de Sousa-Martins que, recordando a su hijo, paseaba con su hija Ana hasta las afueras del pueblo subiendo al “cabezo colorao” desde donde podía ver el mar…
En pocos años Juan José de Orta y su esposa adquieren una casa en Sevilla en la Plaza de San Marín nº 6, allí nacen los dos hijos pequeños: Delia y Fernando.
Rama Balbontín de Orta.
Ana de Orta y Sousa-Martins, nacida en Buenos Aires en 1872, conoce en Sevilla a un joven industrial, huérfano de padre, llamado Enrique Balbontín Gil, con el que se casa en la Iglesia de San Martín en 1890, viviendo en la calle San Vicente de Sevilla. Fueron sus hijos: Ana María, Enrique, Juan José, Julio, María de la Salud, Aurora, Elena, Eduardo, Edmundo, Alberto, Roberto y Guillermo Balbontín de Orta.
Enrique es un gran industrial con afán de negocios e invierte en una gran fundición de acero entre las calles Goles y Torneo, donde construye una gran casa familiar a orillas del Guadalquivir. El negocio va viento en popa e incluso se expande a Savona (Italia) para construir una nueva fundición. Precisamente es en Savona donde fallece Enrique de infarto a la edad de 44 años.
Su hijo mayor Enrique Balbontín de Orta (1892), es quien queda al frente del negocio familiar en Sevilla con la ayuda de su hermano Julio que se traslada a Savona. Enrique Balbontin de Orta, casado con María Luisa Gorina Ramirez, fue Presidente de la Diputación de Sevilla, teniente de Alcalde del Ayuntamiento y tercer Presidente del Sevilla FC. Desgraciadamente la Segunda Guerra Mundial dio al traste con el negocio de la fundición tanto en Sevilla como en Sabona.
Otro hermano, Alberto Balbontín de Orta (Sevilla 1903-1972) casado con María Antonia Polledo, arquitecto eminente, fundador de la ETSAS, el cual junto a su compañero Antonio Delgado y Roig, construyen la nueva Ermita de la Vírgen del Rocío en Almonte, proyectan la reforma de la Real Fábrica de Tabacos y dirigen la construcción de la nueva la Basílica del Gran Poder en Sevilla, entre otros proyectos.
Ana de Orta Sousa-Martins, ya viuda de Enrique Balbóntin Gil, decide comprar los terrenos del “cerro colorao” cartayero (aquel a donde paseaba con su madre para mirar al mar), poniéndole el nombre de “Cerro de Buenos Aires” en recuerdo de su infancia y Villa Santa Ana a su casa en lo alto del cerro dando a la marisma y al mar, en honor de su querida madre.
A ese “cerro colorao” ya bautizado como “Buenos Aires” se van agregando chalets de todos los descendientes de esta gran familia Balbontin de Orta: mis tíos y primos Balbontín Noval, Balbontín Gorina, Balbontín Polledo, Valverde Balbontín, Royo Balbontín, Romero Balbontín, Zybikosvki Balbontín, Arreciado Balbontín… y toda su descendencia.
Allí pasé con mis queridos primos los primeros veranos de mi vida. Llegué a Cartaya -ya bautizado- con 7 días de vida, al chalet de mis abuelos Pepe López-Pazo y Delia Noval de Orta en la subida al "cerro colorao".
Allí aprendí a andar, a nadar, a montar en bici, a remar, a coger bocas, a subirme a los árboles, a jugar al futbol y a tirar piedras.
Rama Noval de Orta
Delia de Orta Sousa-Martins era la más pequeña de las hijas de Juan José de Orta y Ana Sousa-Martins. Dicen que era una belleza. Se casó en Sevilla con un marino de guerra, Antonio Noval de Celis y tuvieron dos hijas: Delia y María Teresa Noval de Orta.
María Teresa se casó con su primo-hermano Guillermo Balbontín de Orta y tuvieron ocho hijos: Teresa, Guillermo, Mario, Delia, Juan Carlos, Julio, Roberto y Margarita.
Delia Noval de Orta se casó con José Antonio López-Pazo Ganzinotto y tuvieron cinco hijos: Pilar, Delia, Pepe, Carmen y Lucía.
Pilar López-Pazo Noval, se casó con Celso Pareja-Obregón García. Mis padres. Hijos: Concha, Lourdes, Celso, Jose María, Pilar, Fernando, Reyes (qepd) y Jesús Manuel.
Yo soy Celso.
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PD. Gracias a la labor de Manuel Suarez Romero (El Chacho), mi tía Delia Balbontín Noval; José Marina, Wikipedia y Google, he podido escribir esta historia.