"Casos Clínicos"

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Sevilla, Huelva, El Rompido, Andaluz.
Licenciado en Medicina y Cirugía. Frustrado Alquimista. Probable Metafísico. El que mejor canta los fandangos muy malamente del mundo. Ronco a compás de Martinete.
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domingo, 9 de septiembre de 2018

Cristina


Este pasado agosto, después de dos años luchando cara a cara contra un terrorífico cáncer, murió nuestra amiga Cristina. 

Amiga de nuestra familia desde la adolescencia y juventud hasta sus esplendorosos cincuenta y pocos años.

Una vida vivida con sinceridad, honestidad, bondad, alegría, simpatía, humor, belleza, generosidad a raudales, educación y clase.

En estos dos años de enfermedad ha sido un ejemplo para todos nosotros de fortaleza y serenidad ante el sufrimiento.

Yo me quedo con el recuerdo de una persona buena con mayúsculas, de belleza griega, de risa contagiosa, de elegancia aristocrática, de fortaleza de mujer…

Un ejemplo de señora. 

Descanse en paz.
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Mi prima Carmen Pareja-Obregón de los Reyes era como su hermana – Cristina era hija única- y las dos pasaron juntas los mejores años de su vida.

Carmen escribió esta bellísima poesía cuando murió Cristina:

Me voy para ser feliz
No es que no quiera estar aquí…
Es que este viaje es distinto
Y tengo que partir sola.

Os dejo aquí mis recuerdos y todo lo que tuve.
Es que adonde voy no os puedo llevar
Y no puedo volver.

Me dicen que siga rumbo a ese destino
Y no es que no quiera volver
Es que no se andar hacia atrás.

Dejo una vida llena de emociones, de risas y lágrimas
Dejé mi esencia dentro de cada una de las personas que he querido
Pero es que no puedo volver
Tengo que seguir andando.

No se el camino de vuelta
Pero se que os recibiré con los brazos abiertos un día muy lejano
Ya quisiera yo volver a estar con vosotros.

¡Pero es que no puedo volver y ahora ya soy libre!

17 de agosto de 2018.



martes, 13 de diciembre de 2016

Cambalache...

Tango "Cambalache" cantado por Julio Sosa "El Varón del Tango"




Esta letra fue escrita por Enrique Santos Discépolo en 1935

Que el mundo fue y será 
una porquería, ya lo sé.
En el quinientos seis
y en el dos mil, también.

Que siempre ha habido chorros,
maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
barones y dublés.

Pero que el siglo veinte
es un despliegue
de maldá insolente,
ya no hay quien lo niegue.

Vivimos revolcaos en un merengue
y en el mismo lodo
todos manoseados. 
Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor,
ignorante, sabio o chorro,
generoso o estafador...

¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
Lo mismo un burro
que un gran profesor.

No hay aplazaos ni escalafón,
los ignorantes nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
da lo mismo que sea cura,
colchonero, Rey de Bastos,
caradura o polizón. 
¡Qué falta de respeto,
qué atropello a la razón!
Cualquiera es un señor,
cualquiera es un ladrón...

Mezclao con Stravisky
va Don Bosco y La Mignon,
Don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín...

Igual que en la vidriera
irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remache
ves llorar la Biblia
junto a un calefón. 
Siglo veinte, cambalache
problemático y febril...
El que no llora no mama
y el que no afana es un gil. 

¡Dale, nomás...! 
¡Dale, que va...! 
¡Que allá en el Horno
nos vamo’a encontrar...!

No pienses más; sentate a un lao,
que ha nadie importa si naciste honrao...

Es lo mismo el que labura
noche y día como un buey,
que el que vive de los otros,
que el que mata, que el que cura,
o está fuera de la ley... 
.............................................................
SIN COMENTARIOS....

jueves, 24 de diciembre de 2015

Versos Terapeuticos

Publicado en ABC de Sevilla

De vez en cuando intento descifrar versos como ejercicio de salud mental, como medicina para evitar que mis neuronas supervivientes se aburran y se echen a dormir, no el sueño de los justos de conciencia tranquila, sino el sueño de los holgazanes y necios que se conforman con lo ya aprendido y no creen necesario conocer cada día algo nuevo que nos ilusione o nos remueva las entretelas del sentido.

Leo a Vicente Aleixandre con paciencia y empecinamiento a ver si pillo el significado y la intención de sus versos y de pronto me encuentro con uno de ellos que entiendo sin gran dificultad: “Todo lo que está suficientemente visto no puede sorprender a nadie”. Lo releo. ¿Lo entiendo?

A lo mejor se puede referir a la percepción sensorial y consciente de la luz que conforma el mundo que nos rodea. Luz que es única para cada uno de nosotros y realiza en nuestro cerebro el milagros da la visión al analizar y organizar emisiones electromagnéticas en cuantos de fotones e interpretarlos como paisajes o imágenes. Siempre que miremos a la misma mesa veremos la misma mesa. ¿Seguro? Muchas veces la percepción esta distorsionada por interferencias y el mismo objeto de siempre lo veremos como algo novedoso, algo extraordinario o diferente. Misterios de la mente humana.

Pero es posible (seguro) que el poeta no era tan idiota y pretencioso como yo y lo que quería decir era otra cosa mas profunda. Tal vez hablaba de la realidad, de la verdad, de la certeza, de la falsedad, de las máscaras, de la hipocresía, de la mentira… Yo creo que se refería a las personas, mas que a las cosas. A los sentimientos mas que a los objetos. Al subconsciente quizá, mas que a la simple comprensión de las palabras.

Y de nuevo se me va la mente al difícil entendimiento del comportamiento humano. La relación entre nosotros -hombres y mujeres, mujeres y hombres-. Si yo tengo hace años la costumbre de leer todas las noches en la cama antes de dormir, mi primera mujer no debería de sorprenderse si me viera cualquier día del año con el sol ya puesto acostado en mi cama y leyendo plácidamente rodeado de libros y periódicos atrasados. Si lo hiciera el sorprendido sería yo. De igual manera yo no debo sorprenderme si cuando paseo solitario y feliz en mi paraíso rompiero por la orilla de la mar las gaviotas mas viejas me saludan sin levantar el vuelo con una inclinación de cabeza muy educadas y señoronas ellas mientras protegen a sus polluelos a escasa distancia. Son realidades consuetudinarias de las que ya no me puedo sorprender.

Lo que me llama la atención es que este verso tan simple, que convierte en regla de vida el poeta premio Nobel, no se cumple en nuestros honrados gobernantes y políticos.

¡Mira que tenemos suficientemente vistos y escuchados y requetevistos y requetescuchados a nuestros políticos! ¿Creen ustedes sinceramente que ya no pueden sorprendernos? Ellos no solo tienen el don de la ubicuidad televisiva, sino también la gracia de decir una cosa y al mismo tiempo su contraria sin caer en contradicción manifiesta. Peroran cada día, cada semana y cada vez que los dejan las mismas arengas embusteras, las mismas falsas promesas, los mismos mantras adormecedores de masas. Incluso los recién llegados al Ok corral.

Y los votantes ciudadanos inocentes debemos estar preparados para no dejarnos sorprender por las conclusiones supercalifragilisticas y espialidosas que nos ofrecerán de los resultados electorales en los que nunca pierde nadie y ganan todos.

Y ahora, días después del resultado electoral y dando la enhorabuena a los nuevos jugadores del rosco de las verdades y las mentiras nos volveremos a sorprender dentro de pocos meses por los flagrantes incumplimientos de las promesas enfervecidas y esgrimidas como evangelios, a pesar de estar repetidamente comprobado como en ocasiones anteriores se han pasado las propuestas de ellos mismos por el arco del triunfo electoral.

Y nos volveremos a sorprender cuando a los incautos de siempre nos dejen otra vez al sol despellejador y al alcance de los escarabajos hacendosos que nos arañan el bolsillo hasta dejarnos pelados, mientras que aquellos los que se refugiarán en los sombrajos del poder mantendrán la piel de ubrique intacta y cuidada con lociones insecticidas y aromáticas de balde, al mismo tiempo que disfrutarán de prebendas oficiales y subvencionadas no mas, (acento mexicano) fíjense en mi Andalucía como está después de tantos años de régimen de adelgazar arcas y de engordar vacas para asados.

Y para terminar lo que me llama la atención (ya con acento andaluz) es como puedo empezar hablando de la poesía de Vicente Aleixandre y su metafísica para terminar opinando de políticos y gobernantes nobeles o caducos con lo vistos que están ya estos buenos señores y me vuelvo a sorprender a mi mismo escribiendo de lo que ya está suficientemente visto… Distorsiones, interferencias… eso.


lunes, 26 de enero de 2015

A veces soñamos.

A veces soñamos.
Es una opción válida.
Un pez no piensa en nadar.
No sueña.
Un robot no duerme.
Una piedra blanca tiene color.
Un silencio a veces suena como un alarido lastimoso.
Yo los oigo.
Un dolor es algo real, como un pez.
Un robot repite movimientos ordenados.
A veces soñamos. 
Es una opción agradable.
Un ave no sabe que puede volar.
Solo vuela.
El dolor es como apretar el cuello a un pajarito.
Terrible y vacío.
Innecesario.
Los dementes están siendo televisados.
Aprietan y ahogan a seres humanos.
Brutales. 
Tu semblante lo dice todo.
Y yo quiero llorar y no puedo.
Me comporto como un robot cada vez que me olvido del horror.
A veces soñamos.
Me alegro de verte.
Y yo a ti.
Pero el dolor sigue abriendo camino en el sentido común de nuestra existencia.
Aunque yo no lo perciba.
Tu si, amigo mío del alma.
Y no es un sueño para ti.
Te veo morir en diferido.
Y siento que algo se muere dentro de mi.
La inocencia, o lo que queda de ella,
La felicidad de creer en la humanidad.
La inútil fe en la bondad.
La paz.
A veces soñamos.
Y otras veces no.

domingo, 30 de noviembre de 2014

El Remordimiento

He cometido el peor de los pecados
que un hombre puede cometer. No he sido
feliz. Que los glaciares del olvido
me arrastren y me pierdan, despiadados.

Mis padres me engendraron para el juego
arriesgado y hermoso de la vida,
para la tierra, el agua, el aire, el fuego.

Los defraudé. No fui feliz. Cumplida
no fue su joven voluntad. Mi mente
se aplicó a las simétricas porfías
del arte, que entreteje naderías.

Me legaron valor. No fui valiente.
No me abandona. Siempre está a mi lado
La sombra de haber sido un desdichado.

Jorge Luis Borges escribió este poema en 1975 tras la muerte de su madre.  Es una poema muy complejo y difícil de entender para mi.

En él, el poeta se lamenta o quizás siente remordimientos ya que su vida hasta entonces "se aplicó a las simétricas porfías del arte, que entreteje naderías", es decir se había dedicado a escribir y a filosofar, creía haber cometido "el peor pecado que un hombre puede cometer": "no fui feliz". Y por eso parece que abomina de toda su obra: "Que los glaciares del olvido me arrastren y me pierdan, despiadados".

Utiliza el concepto de "Felicidad" en un contexto de tristeza y pérdida de su madre. Difícil decisión.

En realidad Borges es consciente en ese momento de que sus padres "lo engendraron para el juego arriesgado y hermoso de la vida.." pero no cumplió la voluntad de sus padres. ¿No fue valiente? Se sentía desdichado.

A partir de ese momento y hasta 1986 en que murió, no paró de viajar por todo el mundo, yo creo que buscando tierra, agua, aire y fuego... ¿Fue entonces más feliz?

Para mi Jorge Luis Borges es un genio que me abre cada día una puerta distinta para aprender yo a ser feliz.






viernes, 18 de abril de 2014

Cien Años de Soledad...

Ni siquiera quiero esperar a llegar a la humilde biblioteca de mi casa de Sevilla para –desde mi Macondo personal que es El Rompido-  repasar cada uno de los libros gastado que alumbran mi percepción de Gabriel Garcia MarquezGGM- (Gabo, le decían sus sus amigos, creo) el escritor inconmensurable y Premio Nobel de Literatura en1982.

Aunque dicen que como persona era así o asao, que se dejó llevar por unos más de izquierdas que por otros de más de derechas cuando ya su niebla vespertina estaba presente, a mi me da igual que me da lo mismo: para este que suscribe GGM ha sido y será un dios de la Literatura y ya quisiera yo redactar un solo párrafo con la poesía que tiene cada frase que escribe, con la mágica visión de la realidad y la capacidad de fabulación que este genio de la ciencia no-ficción, de la verdad discordante, de la realidad onírica o de los sueños vívidos como vidas enteras, nos ha dejado en herencia para toda la Humanidad.

Tendría yo unos trece o catorce años cuando me bebía literariamente hablando los libros que encontraba en la estantería de cuatro o cinco baldas de la salita de mi casa, llenita de ejemplares maravillosos de Editorial Molino, Vergara, Circulo de Lectores, etcétera, con sus tapas uniformes verdolagas o azulonas y otros con sus sobrecubiertas llenas de colores y de explicaciones de los autores. Por esa época fue cuando pase de las novelas de Agatha Christie (que me las leí todas) a otros libros con las tapas mas duras y las letras mas pequeñas: Frank Yerby, Pearl S.Buk, Harold Robbins, Dahpne Du Maurier, Graham Green… tesoros para un devorador de palabras.

Pero un día que no olvidaré nunca encontré enredado con otros libros mas vistosos un librito de pastas verdes, tamaño mediano, letras mas bien apretadas unas contra otras y sin sobretapas: Cien Años de Soledad, de un tal Gabriel Garcia Marquez, que yo creí entonces español…

Comencé a leerlo con dudas pero me atrapó sin darme cuenta desde los primeros párrafos con esa prosa tan fluida y minuciosa donde cada palabra refulgía como metal precioso. Pero algo estaba fallando en mi manera de afrontar el libro y me percaté que no lo estaba digiriendo correctamente así que, cuando ya llevaba varios capítulos “leidos” decidí volver a empezar a leerlo con más cuidado y detenimiento para comprender en profundidad todos los arcanos mensajes que el libro mágico guarda en su interior. Además cogí papel y lápiz y a medida que leía iba creando mi propio árbol genealógico de la familia Buendía. Este ejemplar y mis apuntes de entonces los conservo como oro en paño.

Aquellos personajes me asombraban de tal manera que cambian mi manera de ver la vida. Me asombré con Melquíades el gitano “de barba montaraz y manos de gorrión” que nos metió en el cuerpo el veneno de la Alquímia a José Arcadio Buendía y a mi... Este magnifico gitano que muere cuando le parece bien, “he muerto en los médanos de Singapur…”, y que se aparece a los vivos con la naturalidad de los sueños, es un personaje importante en la vida de toda la familia Buendía puesto que se complementan perfectamente El Conocimiento que adquiere Melquíades en sus continuos viajes por el mundo y el afán de los Buendía por Aprender y tener la mente abierta para dejar entrar información y ciencia por extraña que les parezca: el imán, el astrolabio, la transmutación de metales, el hielo… Metafísica pura y verdadera.

Además la imagen idílica de Macondo fundado entre la orilla de un río “con fondo de piedras pulidas blancas y enormes como huevos prehistóricos” y la inmensa ciénaga que no se atreven a cruzar, me recordaba a El Rompido de mi infancia adonde también nosotros descubríamos cuando niños tesoros que no sabíamos nombrarlos, cangrejos con ojos humanos, anémonas de colores imposibles que se escondían en el fango tan solo con mirarlas, barro arcilloso maleable que se cocía al sol de los tejados con formas artísticas, peces eléctricos fosforescentes, escarabajos dorados y verdes al mismo tiempo…

Cuando en pocos días acabé de leer el libro puedo aseguraros que yo era otra persona. Cien años de Soledad me abrió los ojos a la Magia de la Literatura y Gabriel García Marquez se erigió en mi autor favorito. Me dediqué a comprar y leer todo lo que encontraba de este hombre hasta entonces desconocido para mi. Creo que el segundo libro que encontré de él en mi casa fue El Otoño del Patriarca, en la colección de Libros Reno, Ediciones G.P., Plaza y Janés. Y después no paré hasta leerme todo lo escrito por GGM, La Hojarasca, El Coronel no tiene quien le escriba, La Mala Hora, etcétera… conservo todos estos libritos como los tesoros que son. Me encantan Ojos de Perro Azul y Cuando era Feliz e Indocumentado… recuerdos de los años periodisticos de GGM.

Cien Años de Soledad es “mi libro”. He comprado muchas ediciones de él y he regalado muchos ejemplares a las personas que quiero, lo releo continuamente (a veces me lo pide el cuerpo) y cada vez encuentro detalles que me asombran y me despiertan las ganas de escribir o de soñar con ser escritor.

Como dice mi hermana Lourdes: ahora si que nos quedan Cien Años de Soledad…

Mi hermana Lourdes escribe:


GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ HA MUERTO, si, y lo lloro como amigo de ilusión, maestro de literatura, mago de la fantasía y artista de juntar las letras del abcdario y escribir maravillas. En Cien Años de Soledad escribió que los Buendía y su estirpe avanzaban por la selva en busca del mar remoto, ahuyentando salamandras doradas y destrozando lirios sangrientos, que Rebeca Buendía es el único nombre que ella llevó hasta la muerte con dignidad, que Melquíades se aparecía con su sombrero negro como las alas de un cuervo y su chaleco con una pátina de grasa de siglos, que Ursula Iguarán resolvía con sensatez las locuras de una estirpe de majaretas, y que el coronel murió viendo pasar un circo con un elefante amaestrado un payaso desgarbado y un dromedario triste, Amaranta Buendía tejió su mortaja porque uno se puede morir cuando quiera porque así es la vida, y que las estirpes están condenadas a borrarse de la faz de la tierra porque el tiempo con su polvo casi eterno lo termina tapando todo.
El Coronel no tiene quién le escriba es en sí mismo un relato solo el título, la novelita termina con un rotundo y elegante !!!Mierda!!! Ojos de perro azul, Doce cuentos peregrinos, para añadir, porqué cuentos, porqué doce y porqué peregrinos. Su libro favorito, El Amor en los Tiempos del Cólera, que maravilla de encabezado, que serenidad de novela, que fascinación por la vida por su tierra.
Lloro su muerte desde los tiempos aquellos en que en una tablita tenía yo mi biblioteca y Cien años era la primera, hacía la tontera de apuntar en un papel el árbol genealógico de los Buendía, pero era inutil, García Márquez te metía en un berenjenal de padres madres hijos e hijas imposible de resolver, magnífico, cuanta admiración maestro de la literatura, mago de lo fabuloso, amigo de la juventud, de la primera sensación del arte y la belleza.



Descansa en paz, que suerte más grande hablar el mismo idioma, para poder maravillarnos de las palabras y sus significados y de la maestría de saber poner unas al lado de otras y crear una obra de arte.
Vargas Llosa llorará la muerte de su compañero distante y admirado, lo sé.


Gabriel García Márquez dijo : “El secreto de una buena vejez no es más que un pacto honrado con la soledad".

Adiós mago, maestro, artista, adiós con el corazón.-

PD: Ahh Gabo y no se te olvide darle recuerdos a Pilar Ternera que con su risa loca espantaba a las palomas, a Remedios la Bella que subió al cielo en cuerpo mortal rodeada de un halo de luz y una algarabía asfixiante de mariposas amarillas, acuérdate del patio de la casa de Macondo donde en la noche se podía oir si ponías atención el aliento silente de las rosas y las polillas en el viejo cuarto del alambique para convertir el fierro en oro, al patriarca cansado de estar amarrado al árbol a la intemperie y a todos los hijos del coronel borrados de la faz de la tierra y con una señal de la cruz de ceniza en la frente... A Ursula Iguarán que tuvo ciento tres años de vida para aliviar las ideas delirantes desde aquel día que su joven marido llevó a sus hijos niños a conocer el hielo, poco después se empeño el patriarca en retratar a Dios pero murió sin conseguirlo... recuerdos a todos...


miércoles, 14 de agosto de 2013

Lo que de Verdad Vale...

Escribe mi hermana Lourdes

Quería escribir explayandome sobre el Valor -de Valiente, de Valeros@- pero no tengo valor con este calor, el verano ablanda mis neuronas y me parece que activa mis hormonas, cosa que no es nada buena para mi, quería decir algo interesante y coherente sobre la cualidad y calidad del valor personal, quería decir algo parecido a que los valientes no son solo los héroes reconocidos en actos sobresalientes, quería decir que el valor yo lo tengo que desarrollar cada día a causa del padecimiento crónico de la ansiedad, angustia y desesperación (voy mejor...), que hoy día veo muchas personas valerosas que afrontan un tiempo difícil, tiempo de inseguridades en todos los sentidos, en los seis, que hay criaturas que se levantan por la mañana echándole un pulso al paro y a la vida, que limpian playas o se recrean en ellas con la sandía y la sombrilla, artilugios indispensables de los playeros más valerosos, los de las ídas y las venidas en el día, los de ventilador, la caña fría y la tapa de pavía, los de chanclas y camiseta de tirantas, los del barrio, los que reparten las bombonas durante la semana y los domingos cargan con la familia y las tumbonas, los que se van y los que se quedan, las despedidas valientes y las lágrimas a solas, los sobresalientes y los sobrecateados, los enamorados y desencantados, los fieles, los infieles y los sin papeles, los ancianos y... y... todos los seres humanos de buena voluntá. ¡Ea! Ya no doy pa má..

Y contesta Pilar Fuertes:

Me permito ponerte aquí este Padre Nuestro de Gloria Fuertes. Espero te guste hoy.

"Que estás en la tierra, Padre nuestro,
Que te siento en la púa del pino,
En el torso azul del obrero,
En la niña que borda curvada
la espalda, mezclando el hilo en el dedo.
Padre nuestro que estás en la tierra,
En el surco,
En el huerto,
En la mina,
En el puerto,
En el cine,
En el vino,
En la casa del médico.
Padre nuestro que estás en la tierra,
Donde tienes tu gloria y tu infierno.
Y tu limbo; que estás en los cafés
Donde los pudientes beben su refresco.
Padre nuestro que estás en la tierra,
En un banco del Prado leyendo.
Eres ese viejo que da migas de pan a los pájaros del paseo.

Padre nuestro que estás en la tierra,
En la cigarra, en el beso,
En la espiga, en el pecho
De todos los que son buenos.

Padre que habitas en cualquier sitio,
Dios que penetras en cualquier hueco,
Tú que quitas la angustia, que estás en la tierra,
Padre nuestro que sí que te vemos
los que luego hemos de ver,
donde sea, o ahí en el cielo."