Ni yo me lo creo. Doscientas mil
visitas ya en este humilde Cuaderno que sin saber como ni por qué lo titulé
Casos Clínicos, quizá pensando que solo comentaría asuntos relacionados con mi
práctica médica. Pero cabe la posibilidad que traicionado por mi subconsciente
rebuscara un nombre para el Blog que en Andalucía tiene el significado oculto
de adjetivo: “fulanito es un caso clínico” como queriendo decir que es alguien
que se sale de lo normal, o “el asunto tal o cual se está convirtiendo en un caso
clínico…” En realidad el nombre no sé si viene al caso en este Cuaderno/Blog
donde escribo tantas cosas diferentes y donde estoy volcando poco a poco mis
recuerdos de la infancia, mis opiniones, mis estados de ánimo, mis dudas, mis
poemas tan malos, mis recuerdos familiares, mis cuentos, mis embustes, mis
oraciones, mis temores, mis alegrías y mis confesiones.
Mi primer articulo o “entrada” lo
escribí el 4 de enero de 2011 y lo corto y pego para repetirlo textualmente:
Hola amigos, creo que es un buen año para empezar a publicar mi
blog "Casos Clínicos", que, aunque el título haga referencia
al mundo de la Medicina y casualmente yo sea médico especialista en Medicina
Interna, mi intención es que este cuaderno por escribir este abierto a todas
las Ciencias y las Artes, que sea un foro de Libertad, Igualdad y Fraternidad,
un escenario donde pensar en alto, exponer ideas, discutir experiencias
profesionales o personales, contar cuentos, recitar poesías, cantar canciones,
llorar emociones.....
Creo en el dialogo y en la discusión porque todo puede tener
(debe tener) varios puntos de vista, creo en las tormentas de ideas, creo en
los idealistas sinceros, creo en los que creen con fé, creo en los que me
transmiten confianza, creo en las personas que sufren y callan, en los
humildes, en los bien educados, en los revolucionarios pacíficos, en los
ecologistas auténticos, en la naturaleza virgen, en los jipis, en los
poetas, en los majaretas... creo sin duda en los hombres y las mujeres
LIBRES.
No me gusta los que gritan, los que no escuchan, los que no
leen, los que no oyen la música, los que no estudian ni aprenden porque
creen que lo saben todo, los presuntuosos, los mal educados, los falsos de
doble cara, los que no se ganan el pan con el sudor de su frente, (es decir la
mayoría de los políticos de profesión), los que se acomodan entre mentiras.....
No me gusta hablar de religiones y creencias, creo que desunen
mucho mas que unen. A la Historia de la Humanidad me remito. Que cada cual crea
y profese los ritos o religiones que quiera, en privado y en silencio, sin
tratar de imponerlo a los demás.
Me molestan los
llamados "políticos", la clase política en general salvo escasas y
honrosas excepciones no son santo de mi devoción ya sean del color y partido
que sean. No los entiendo cuando hablan, no los creo cuando algo entiendo, no
los admiro, no comparto sus modales ni sus ideales, me molestan sus modos y sus
maneras, su discurso fatuo me cabrea, y además han sacrificado por un puñado de
prebendas materiales lo más importante que deben conservar los hombres y
mujeres: La Dignidad y la Libertad.
Cuando releo esto que escribí me
sigo identificando conmigo mismo exactamente igual que entonces y espero que
ustedes piensen que este humilde Cuaderno esta cumpliendo lo escrito en este
primer testimonio de mis intenciones.
Doscientas mil visitas no lo
esperaba yo jamás en la vida. Y menos tantos comentarios que habéis dejado
grabados a fuego en estas páginas, tan importantes para mi. Lo típico y fácil
es dar las gracias a tod@s por leerme y por participar. Por supuesto que estoy
infinitamente agradecido y satisfecho de vuestro reconocimiento, pero voy a
deciros a cada uno de ustedes y de forma “personal e intransferible” -como me
gustaba leer en esos papelitos que nos daban cuando alquilábamos una silla
metálica en la Plaza Nueva-, que sin vuestra presencia no hubiera tenido ánimo
para seguir en muchos momentos de bajona física y mental. Que este Cuaderno,
gracias a vosotros, me esta sirviendo de terapia psicológica para conocerme
mejor, que gracias a vuestra ayuda y vuestros comentarios tanto en el Blog como
en la calle me siento acompañado siempre incluso en mis más duros momentos de
soledad. Y eso no se olvida. Solo por eso pienso seguir aquí mientras tenga fuerza, salud... y algo que contar.
Además creo que este Cuaderno
esta siendo y servirá como parte del testamento que quiero dejarle a mis hijos
Ana y Celso y a mis nietos, que quiero que sean muchísim@s, para que sepan bien
como pensaba su abuelo Celso, por si les pudiera servir de algo.
Por supuesto quiero darle las
gracias a mi familia entera, a mis primos, a todos mis hermanos, pero sobre
todo a mi “socia” y queridísima
hermana Lourdes que es mi “alter ego” y coescritora. Sin ella este Cuaderno no
sería el mismo. Un beso hermana.
Y no se me puede olvidar pedir
perdón a mi santa María José, a la que he robado tantas horas de mi tiempo
libre por este vicio de escribir y contar lo que uno piensa o lo que a uno le
gusta o no le gusta. A ella le debo tanto y desde hace tanto tiempo que
necesitaría un libro muy gordo para darle las gracias.
Señoras y señores, sin ojana ninguna: GRACIAS.