"Casos Clínicos"

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Sevilla, Huelva, El Rompido, Andaluz.
Licenciado en Medicina y Cirugía. Frustrado Alquimista. Probable Metafísico. El que mejor canta los fandangos muy malamente del mundo. Ronco a compás de Martinete.

miércoles, 25 de diciembre de 2013

El Aborto


En estos días atrás he mantenido en Twitter varios debates a cuenta del aborto (de la Reforma de la actual Ley del Aborto que prepara el Gobierno del PP) de los que he sacado varias conclusiones interesantes. 

Aquellas personas que se manifiestan en contra de esta Reforma de la Ley del Aborto que se aprobará en el Parlamento al parecer todas están a favor del “aborto libre” en todos los sentidos sin mediación ni de médicos ni de legisladores, tan solo ellas –las mujeres embarazadas- serían las responsables de decidir si prosiguen el embarazo o abortan en el momento que quieran y así lo manifiestan a los cuatro vientos con eslóganes tan rimbombantes como mi bombo es mío o nosotras parimos y nosotras decidimos, etcétera. Opinan además que esta nueva Ley es retrógrada y nos lleva de nuevo a “las cavernas” y obligará a las mujeres que quieran abortar a irse a Londres o a someterse a un aborto clandestino en manos de una curandera en una sucia pensión de barrio… ¡del tebeo vamos!

Estas buenas y cándidas mujeres están convencidas de que el aborto libre es sanísimo para la salud mental y física de la madre que ha quedado embarazada sin desearlo y no le conviene seguir con el embarazo por cualquier motivo ya sea económico, social, laboral o simplemente por comodidad. Es un embarazo no deseado y punto. Aborto y fuera de mi vista, un problema menos. Y esto se puede hacer así desde los dieciséis años, sin consentimiento de los padres de la menor y sin tener en cuenta las semanas que se lleven de gestación. Para ell@s todo lo que no sea poder abortar libremente es degradar a las mujeres y robarles libertad. 

Los "culpables" de todo lo anterior somos nosotros los "antiabortistas" los que no estamos de acuerdo con esta “libertad personal” y que además usurpamos la “moral colectiva”… somos unos fachas, unos extremistas religiosos o unos retrógrados de tomo y lomo, que es parte de lo que me han llamado en twitter por defender esta nueva Reforma de Ley del Aborto.

Porque yo estoy convencido que esta nueva ley que regulará el aborto es mucho mas sensata y adecuada que la anterior (del inolvidable ZP y la ministra Aido) ya que lo que pretende es ejercer un control médico y social sobre las mujeres embarazadas que no deseen seguir con su gestación. Es una ley reguladora no “restrictora” con la cual se persigue sobre todo mantener con vida a un feto sano a partir de las 22 semanas de gestación, que es cuando se considera que el feto es “viable” es decir que puede vivir fuera de la madre.  - Leer mas sobre las 22 semanas

Igual que no debemos acabar con los ancianos -enfermos o no- que se conviertan en un “estorbo” económico y social para sus familiares, tampoco podremos acabar libremente con un embarazo solo por ser “no deseado”. Eso en una aberración ética, moral y está absolutamente en contra de la naturaleza humana. La Vida humana no tiene dueño. Ni siquiera durante los meses de embarazo la madre es la dueña de la vida que lleva dentro. Esa vida es de todos, forma parte de la Humanidad.

Por supuesto que la nueva Ley ampara y protege a las madres que estén enfermas o que el embarazo les afecte y ponga en peligro su salud o en aquellos  casos de violación y estupro, y en los casos de malformaciones fetales o enfermedades congénitas que originen discapacidades. Las claves de la reforma de la Ley del Aborto están aquí: - Reforma Ley del Aborto

Yo quiero contarles dos anécdotas.

La primera es que como médico he de hacer firmar muchos certificados médicos a hombres y mujeres que están intentando adoptar a un niño o niña ¡en Rusia! Deben viajar miles de kilómetros en avión tren y autobuses para llegar a regiones remotas de Siberia donde en orfanatos muy precarios les dan en adopción un hijo. Estos padres deben hacer frente a un gran gasto económico y han de viajar a estas regiones hasta tres veces en un año hasta que se puedan traer a España a su hijo o hija. Yo seré muy utópico pero pienso que se debería articular una Asociación de padres adoptivos, con la tutela del Gobierno o de las Autonomías, que estuvieran en contacto con esas madres que sufren por embarazos “no deseados” y en vez de abortar estuvieran dispuestas a entregar a sus hijos en adopción. Serian muchas las personas beneficiadas y satisfechas, pero sobre todo el “nasciturus”… La verdad es que no entiendo porque no se hace.

La segunda es que yo, en agosto de 1978, con 22 años recién cumplidos y mi novia de entonces con 20 añitos recién cumplidos unos días antes, sufrimos un “embarazo no deseado”. Si señores, un “penalty” como una casa, como se decía entonces. Yo era un chaval atolondrado, que empezaba el tercer curso de Medicina con asignaturas de segundo, no tenía ni para pesarme, solo una vespa vieja de quinta mano y la ropa que me compraba mi madre. Mi novia era la octava de diez hermanos, estudiaba secretariado e inglés después de haber abandonado la carrera de Derecho y no teníamos el mínimo proyecto de futuro, éramos dos jóvenes enamorados… y aquel embarazo “no deseado” nos aterrorizó. Que no les quepa a ustedes ninguna duda que el tema del aborto surgió en algunos momentos por personas “enteradas” que proponían que arregláramos aquello y no se enteraría nadie...

De aquel embarazo nació una niña preciosa –un ángel del cielo, se lo aseguro a ustedes dentro de mi agnosticismo intermitente- que hoy tiene 34 años y es la luz y guía de mi vida. Se llama Ana, es Médico de Familia y tiene dos hijas preciosas Celsa y Leonor que nos tienen embrujados a su abuela y a mi, que aun seguimos juntitos y tan jóvenes como en aquellos días de agosto de 1978.

¿Cómo voy a ser partidario del aborto, por Dios?


sábado, 21 de diciembre de 2013

La Lotería

Mañana día 22 de diciembre se juega el sorteo de la Lotería de Navidad. Supongo que es el más esperado del año por casi todos aquellos que suelen comprar billetes, décimos o participaciones. Al parecer es el sorteo donde los españoles gastamos ("invertimos") más euros del año. 

Yo como casi todos los años llevo mis tres o cuatro décimos compartidos con familia, hijos, etc. Hace años gastaba el tiempo a veces imaginando que me tocaba el Gordo y ganaba un puñado de millones de la noche a la mañana. Entonces me pasaba un buen rato decidiendo primero como lo repartiría entre hermanos e hijos y segundo como invertiría la pasta gansa. Por supuesto me recreaba en las compras más inmediatas como el coche nuevo, barco de motor o de vela, y por supuesto la casa de mis sueños en El Rompido en un rincón que hay entre pinos centenarios y unas vistas al mar espectaculares.

Pero hace años ya que dejé de soñar con que me tocase ni siquiera "la pedrea"... Ahora me conforme con que todo siga igual que siempre. Ni más, ni menos.

Disfruto observando la ilusión que depositan muchas personas en los décimos que llevan pero a la vez siento algo de lástima al verlos tan confiados y seguros de que van a "trincar algo". Me gustaría explicarles que, como dice mi gran amigo Fernando Gonzalo, "a nosotros nos toca la lotería todos los días del año...". Y tiene toda la razón.

No toca la lotería a los que tenemos salud para disfrutar de ella, y a los que gozamos de un sistema que nos proporciona Sanidad gratuita e inmediata ya sea para una bronquitis, un infarto, un cáncer o un accidente de tráfico.

Nos toca la lotería a los que vivimos en un continente como Europa, a salvo de guerras y de hambrunas, constituido por los países mas ricos y sólidos del mundo, que se protegen ayudan y defienden entre sí.

Nos toca la lotería a diario a los que tenemos el orgullo de ser españoles y vivir en este bendito país tan bonito y lleno de sol, de mar y de buenas gentes, tan solidarios y desprendidos, tan abiertos y comunicativos, educados y cultos, pacíficos y democráticos.

Nos toca la lotería cada día a los andaluces por vivir donde vivimos, en esta región del sur de Europa llena de Historia de Cultura y de Vida. Andalucía es un paraíso inigualable por su belleza natural y por su clima inigualable envidia del mundo entero. La luz está presente en nuestras vidas y conforma nuestro carácter tan extrovertido y simpático. Nuestro lema es "al mal tiempo, buena cara" y así nos comportamos, siendo un pueblo alegre y abierto a todos.

Y nos toca la lotería a los sevillanos, como es mi caso, por vivir en Sevilla. Por tener a esta ciudad delante de mis ojos todos los días, por poder pasear por sus calles, callejear por esos barrios tan antiguos, admirar el pasado en sus monumentos, recogerme en sus templos y capillas, darme un respiro en sus tabernas, oler a naranjas agrias y azahar en cualquier momento...

Y por supuesto esta años, como casi siempre, nos ha tocado otra vez la lotería a los sevillistas...

Se siente.

martes, 10 de diciembre de 2013

Ser Libre.


Creo absolutamente que es necesario ser Libre para ser Feliz. Lo contrario es la felicidad cruel del canario en su jaula. Al menos es la opinión que tengo acerca de la Libertad y de la Felicidad. Y me pongo a discurrir intentando dilucidar si de verdad soy libre en esta sociedad tan enjaulada y adocenada en la que vivo inmerso.

Buscando respuestas repaso mi vida. Nací en plena dictadura de Franco y no me sentí prisionero porque pertenecía a un grupo social privilegiado y vivía al margen de las carencias político-económico-sociales que entonces padecían muchos españoles. No me puedo sentir culpable pues era ajeno entonces a la realidad que me rodeaba. Fue al salir del colegio cuando empecé a tener “conciencia social” y al llegar a la Universidad me di de cara con la “realidad social” que me rodeaba y tuve que aprender a marchas forzadas en que consistía la democracia en contraposición a la dictadura, la libertad de pensamiento y opinión tan contrarias a las consignas del Ejercito y de la Iglesia que aquellos años ordenaban las costumbres e imponían los credos y las ideas elevándolas a leyes sumarísimas.

En poco tiempo sucedió la progresiva -y muy provechosa para mi- desmitificación de Franco, de los Ministros del Nodo, de los Cardenales y Obispos bajo palio, de los curas y profesores -opusinos o no- con mala leche, de los militares mandones y trincones que educaban a sus hijos como si fueran soldados, de la escabrosa “policía secreta” al servicio de intereses particulares y de muchos prebostes impostados que al calor de los mandamases se forraban a costa del trabajo de tantos currantes oprimidos. No puedo negar que también en estos años hubo grandes señores andaluces que en medio de todo este panorama crearon riqueza, fomentaron la educación, el respeto y la igualdad y lo que es más importante: allanaron el camino a la Libertad desde dentro de este sistema tan poco amigo de libertades.

Cuando llegó esperada Democracia con los partidos políticos y las elecciones por “sufragio universal” empezamos a creernos que éramos libres. La Constitución de 1978, de tan esmerada elaboración,  parecía garantizar la Libertad. El Ejercito se retiraba a los cuarteles dando algún coletazo que otro hasta el Golpe de Estado de los militares encabezado por el general Armada y el sonso de Tejero Molina, estafados por quienes ustedes saben. El estado de las Autonomías al parecer era absolutamente necesario para garantizar las “identidades” regionales y aumentar “las libertades” de los distintos pueblos de España…

Los continuos y sucesivos procesos electorales tanto nacionales, autonómicos, locales, etcétera nos han ido haciendo partícipes a todos de esta España tan “democrática” que tenemos hoy día. Pero: ¿somos en realidad libres?

Yo no.

No me siento libre por mucho que tenga libertad de voto. Ni mucho menos. Nos creemos que votamos a personas que nos hablan a nosotros y nos prometen bondades pero votamos a maquiavélicos “partidos políticos” donde se diluyen todas las promesas anteriores en falsedades iguales que las mentiras de los falsos profetas y los predicadores baratos. Estos “partidos políticos” no son sino grandes empresas de enriquecimiento personal consentido por sus cómplices: "La banca", esos bancos que les prestan dineros a mansalva sin intereses y a veces sin compromiso de devolución a cambio de mirar para otro lado llegada la hora de hacer caja, y los jueces y magistrados que permiten todos esotros desmanes y muchos mas que no nos enteramos, ya que son elegidos a dedo en esos puestazos de la cúpula del “Poder Judicial” y del “Constitucional” y otros rollos parecidos por los políticos de turno. Esos “organismos” tan rimbombantes no son mas que patrañas y nombretes absurdos que usan para seguir engañando al personal inocente pues los "elegidos" se cubren con una toga y se cuelgan medallones y se creen con apariencia de seriedad y de garantía de administrar “justicia”… es lo menos parecido a la Justicia que he visto en mi vida. Y para ejemplos están las hemerotecas.

No me siento libre en este país donde todos los ciudadanos no somos iguales pues la papeleta de voto de un catalán no tiene el mismo peso específico que la de un andaluz. Donde unas “autonomía” gozan de privilegios del Estado y favores bancarios pues hacen la vista gorda ante los desmanes presupuestarios y las ínfulas soberanistas, y otras como Andalucía y Extremadura son el culo de Europa (informe PISA) con el consentimiento de nuestros “honrados gobernantes”, donde la corrupción esta generalizada en todos los niveles desde los cientos de miles de funcionarios amaestrados, la engañifa de la “diputación”, los sindicatos afines, las empresas satélites a la Junta con sus comisionistas y testaferros horteras, todos los cargos intermedios que son sordos ciegos y mudos pero que viven de la pasta gansa que se derrama en cada pase y en cada transacción de cualquier particular que solicite algo a algún estamento político.

No puedo sentirme libre ante la impavidez marmorea de los Consejeros de la Junta de Andalucía y de sus Presidentes que han sido testigos y cómplices necesarios en el mayor desfalco ocurrido en España en su historia, estos EREs que claman al cielo por su esperpéntica realidad, donde unos comisionistas con aspecto de facinerosos y otros mindundis abotargados por las drogas y los yintonis se dedicaban a repartir millones de euros a sus vecinos y amiguetes… y todavía no ha dimitido político alguno.

No soy libre en una nación falta de iniciativa empresarial e inversiones productivas donde cada vez es más difícil que los chavales jóvenes encuentren un trabajo adecuado a su formación o a sus capacidades, donde un recién licenciado se aburre mandando su Curriculum Vitae a cientos de empresas que ofrecen puestos de trabajo precario con sueldos irrisorios pues los quieren contratar por dos pesetas al mes y en condiciones injustas. O lo tomas o lo dejas. Eso nos es libertad.

Y no me siento libre en una sociedad mercantilizada donde por cojones tenemos que tener nuestros ingresos domiciliados en unas cuentas corrientes que son autenticas huchas tanto para los bancos que nos cargan comisiones injustas día tras día como para los diversos organismos que tienen acceso a ellas y nos roban nuestros dineros y ahorros por la misma cara en forma de “embargos” por impuestos, multas, retenciones y demás artimañas “contables” con las que nos expolian nuestros jurdores. Primero trincan y luego nos toca reclamar… el mundo al revés…

No me puedo sentir libre en un mundo donde todos los que tiene responsabilidades de poder mienten descaradamente por costumbre y sin inmutarse. Donde el Presidente del Gobierno, el líder de la oposición y los personajes que junto a ellos se sientan en el Parlamento me producen algo muy parecido a la nausea cada vez que los veo perorar y ensuciar nuestros oídos con sus discursos apestosos cuajados con la misma mentira de siempre edulcorada con lo que en cada momento necesiten oir “los votantes”…

No me siento libre en una sociedad que engrandece y da fama a tantos mojoneros de postín en los programas de telebasura que se acumulan por las distintas cadenas de una televisión que debería ser un medio de educación y cultura sobre todo para los que más la necesitan que son los niños y las personas mayores. Tararí que te ví. Son nidos de rufianes que dan muy mal ejemplo en todos los aspectos, sobre todo a los jóvenes.

No me siento libre, señoras y señores, en medio de tanta mediocridad cultural fomentada por unas Leyes Educativas de la Señotita Pepis, en la cual se suprimen asignaturas como si nunca hubiera existido la Filosofía o La Religión, se falsea la Historia de España, hasta la Literatura esta pervertida dando gatos literatos en vez de liebres lúcidas de toda la vida. La Música no se conoce y lo que se oye en la radio es “música” de ordenador toda exactamente igual de falsa y no deja el menor vestigio de calidad en nuestras neuronas. Música para camaleones… El Futbol es la asignatura que todos los chavales aprueban con buena nota.

No me siento libre por muchos años que lleve como trabajador autónomo, pues decidí buscarme las papas a mi manera y pago mis cuotas e impuestos religiosamente y sin rechistar, pero solo recibo a cambio cada vez mas trabas y burocracia farragosa para ejercer mi profesión en libertad.

No me siento libre aunque sea el dueño de mis días y de mis horas pues no puedo soportar ver a tantos y tantos “presos políticos” caminando por las calles en busca de una libertad soñada pero a la vez tan manipulada por estos golfos apandadores tanto es así que ya casi ninguno en realidad sabemos con certeza donde está y como se consigue esa perseguida y tan necesaria Libertad.

Nos la han robado de nuevo.



martes, 3 de diciembre de 2013

El Infinito.


Infinito: no tiene fin… ¡Vaya tela! Sin final. ¿Qué significa eso exactamente? Debemos preguntarnos: ¿Cuál es o donde está el “final”, el límite de “algo”, de lo que sea…?

Cuando era un niño y me explicaban los curas el concepto de cielo y de infierno me decían que allí estaríamos “para siempre” yo empecé a tener conciencia de lo que significaba el tiempo infinito; imaginaba un año y otro año y cien años y mil años y mil millones de años y muchos miles de billones de años... y la verdad es que me agobiaba una barbaridad y terminaba dudando si yo querría estar en el cielo o en alguna otra parte tantísimo tiempo, con lo malo que soy yo para estar sentado siquiera un rato en la terraza de mi casa tomando el fresquito y disfrutando de la tarde luminosa y serena.

Ese concepto de tiempo infinito es inaceptable para una mente con fecha de caducidad como es la mente humana. Aunque mientras estamos vivitos y coleando suponemos que el paso del tiempo es inexorable, tenemos la certeza de que no se pararán los relojes cuando nosotros no estemos aquí. Lo que no podemos saber es si "nuestro tiempo" se detendrá definitivamente con la muerte o seguirá corriendo el segundero de alguna manera  en el “más allá” midiendo otro concepto de tiempo diferente, el cual yo imagino que es el mismo “tiempo” que transcurría para nosotros antes de que existiéramos y ocuparámos sitio en esta bolita de masa perdida en un universo de ¿“infinitas”? bolas ardientes. El tiempo tal como lo concebimos los vivos no tiene pinta de ser algo “infinito” pues todos tenemos fecha de despedida y cierre de función.

Pero si el tiempo no fuera infinito, tampoco lo puede ser “el espacio”. El tiempo y el espacio van unidos de manera intrínseca y no se pueden separar/divorciar el uno del otro. Si hay “tiempo” es que hay sitio para ir de aquí para allá, y si existen dos puntos por muy cerquita que estén, la luz de uno tarda un ratito en llegar al otro. Eso es el espacio/tiempo, mas o menos concebible por los humanos: la velocidad de la luz. Solo podemos medir el tiempo hasta allí donde llega la luz, no más allá.

Entonces ¿Es finito o infinito el espacio, el Universo? Buena pregunta. Los gurús mas estudiosos de este tema no se ponen de acuerdo. No saben predecir cual sería el límite del espacio sideral, del Universo. Porque además es imposible demostrarlo. Los mayores telescopios del mundo, por muy lejos que alcancen a mirar nunca podrán ver el presente, solo somos capaces de mirar hacia el pasado, hacia atrás, pues la luz de las galaxias lejanas que nos llega es una luz de hace miles de millones de años luz que viaja por el espacio hasta llegar a nuestros ojos. Observamos y estudiamos el pasado cósmico, nunca el futuro.

El concepto de espacio “infinito” es una cuestión de confianza o de imaginación desbordante. Según la teoría del Big-Bang como el universo está en continua expansión sus límites estarían aumentando con el paso del tiempo. Pero… ¿hasta cuando? ¿hasta “el infinito”? ¿o después de un tiempo determinado y por la inversión de la fuerza gravitatoria comenzará el universo a contraerse en sí mismo en sentido inverso a como lo hace ahora hasta colapsarse de nuevo? ¿qué pasará con “el tiempo” entonces? No estaremos aquí ninguno de nosotros para averiguarlo.

Lo que si son infinitos son los números. El número mas grande del mundo no existe, siempre se le puede poner otro número detrás; ni el más pequeño tampoco pues siempre se le puede restar una cifra aún mas pequeña. Eso tenía locos a los matemáticos, que no les gustaba calcular con números infinitos. Por eso crearon un sigo para hacer cuentas mas o menos fiables el o curva lemniscata”. Este no se comporta como un número real, pero si como un número que con el + delante es mayor que cualquier número real y con el signo – delante es menor que cualquier número real… ¡pero mayor que cero! Muy raro de entender estos conceptos que abarcan el apasionante mundo del “calculo infinitesimal” una rama de la Matemáticas gracias a la cual no paran de inventarse maravillas de la técnica como los cohetes y aviones, computadoras, gepeeses, tomtones, teléfonos móviles, microchips, etcétera, haciendo a todos la vida mas fácil… (¿o no…?)

Yo me quedo -porque es lo que me gusta- con el concepto Metafísico del Infinito. El infinito como medida de sentimientos positivos y constructivos. Cuando yo le preguntaba a mi hija Ana cuando era chica: ¿Cuánto me quieres? Y me respondía: “¡Muchos millones!” yo sabía que lo que quería decir era “te quiero infinito, no se puede medir ni explicar todo lo que te quiero…”

Ese es el autentico sentido del concepto “infinito”. De mi Infinito.