Mi hermana Lourdes ha escrito:
La Pobreza RAE: 1. f. Cualidad de pobre. 2. f. Falta, escasez. 3. f. Dejación voluntaria de todo lo que se posee, y de todo lo que el amor propio puede juzgar necesario, de la cual hacen voto público los religiosos el día de su profesión. 4. f. Escaso haber de la gente pobre. 5. f. Falta de magnanimidad, de gallardía, de nobleza del ánimo.
En el siguiente enlace de la misma página la describe así: Necesidad, estrechez y carencia de lo necesario y fundamental para vivir.-
La Pobreza RAE: 1. f. Cualidad de pobre. 2. f. Falta, escasez. 3. f. Dejación voluntaria de todo lo que se posee, y de todo lo que el amor propio puede juzgar necesario, de la cual hacen voto público los religiosos el día de su profesión. 4. f. Escaso haber de la gente pobre. 5. f. Falta de magnanimidad, de gallardía, de nobleza del ánimo.
En el siguiente enlace de la misma página la describe así: Necesidad, estrechez y carencia de lo necesario y fundamental para vivir.-
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En este caso la
pobreza a la que me refiero es a la impuesta, a las personas que sin faltarles
necesariamente nobleza y entusiasmo por la vida y por el trabajo no tienen lo
necesario, no disfrutan de lo básico y primordial, de las mínimas necesidades
del ser humano que tan alto ha llegado en el saber y en la tecnología. La
pobreza endémica del llamado tercer mundo donde los niños mueren de hambre y de
enfermedades banales aquí, es un hecho ya impuesto en el mundo social de
nuestro tiempo, no tiene solución ni se la quieren dar por alguna extraña razón
que a mi se me escapa… pero que tiene que existir, eso necesariamente tiene que
tener una razón malvada y asesina, seguro, sino se habría solucionado ya.
Pero
en el primer mundo, más concretamente en mi país se está volviendo, y digo
bien, volviendo a instalar la pobreza.
En estos días y
como todos los años recibo en mi casa la revista de feria del Ayuntamiento de
Cartaya, la tengo de años y años reunida, vienen las informaciones del pueblo,
los hechos más relevantes que han ocurrido, artículos y una sección de
fotografías antiguas que da gusto verlas por lo bellas y curiosas que son,
fotos de los años cuarenta y cincuenta de la vida de Cartaya con sus chiquillos
en aquella feria de entonces, las mocitas con tipazos y velos saliendo de misa
de doce y el viejo autobús de Damas llegando de su gira, este año recoge
también fotos de principio de los años cincuenta de dos barriadas, La Gavia y
un poblado a las afueras, en la carretera Cartaya-El Rompido: Chozas de adobe
con los techos de paja o juncos, arroyos de aguas fecales, niños esqueléticos y
descalzos por el barro, lo acabo de ver en unas fotos que tienen mi edad
aproximadamente, Celso se acordará de esto porque La Gavia la teníamos muy
cerquita de casa de mis abuelos que era donde en los primeros años de vida
veraneábamos.
En
Sevilla puedo recordar, las riadas, los hombres desolados en bicicleta con las
pinzas en los pantalones, mendigos pidiendo y un sentimiento de que la escasez
existía aún sin yo verla; en mi ciudad no la ví, en Cartaya si, pero sé que
allí y aquí aquello estaba a nuestro alrededor.
Después
en la década de los sesenta, España (no hablo de política) resurgió de sus
sombras famélicas y comenzó una recuperación socioeconómica, que aún carente de
libertades intelectualmente fundamentales, acababan con la miseria y el hambre.
El turismo, los pantanos y obras de ingeniería, industria del automóvil y la
nueva construcción de modernos pisos con refrigerador, radio, más tarde
lavadora y televisión, fueron instalándose en una cada vez más formada clase
media.
Con la
llegada de la bienvenida democracia se recuperaron las libertades y se terminó
de adecuar un país que dejó de estar aislado en el mundo primero y ser una
grande y "libre", que políticamente no nos llevaba a parte ninguna.
Pero, entonces surgió, y ustedes me perdonen, lo que tenía que surgir…
Somos un
país cuasi ecuatorial, por poco, con muchísimas horas de sol y de ritmo y de
creencias y de color y de calor y de sabor, y de picaresca que entronada en la
eminencia de la cultura y del poderío del primer mundo, se ha convertido
(muchas veces históricamente lo fue) en un nido de ladrones, república bananera
a la española, donde aquí trinca todo el que puede trincar que el noventa por
ciento son los que mandan y los que más cantidad pueden trincar, así que, somos
muy libres, muy europeos, muy civilizados, pero al calor de nuestro sol, al
ritmo de nuestro flamenco y al salitre de nuestras costas se generan
sinvergüenzas con corbata de seda o con bolso de marca, y estamos quedándonos
más pobres que una rata medieval..
Así que,
al loro, porque estamos cayendo en una miseria silente y peligrosa que no hace
más que endurecer los corazones de las gentes de bien porque es muy duro que se
rían de todo un pueblo en sus mismas caras, que se lleven capitales a paraísos
terrenales sin ton ni son, que se den cargazos a medida del tonto de turno, que
los ex presidentes sean sabios y ricos de por vida, lo de ricos si, lo de
sabios lo da Dios, que la corona nos enseñe su cara más fea y despiadada cuando
nuestro rey fue un referente de libertades y de bien hacer, que los bankeros se
bañen en oro y que enciendan los puros con billetes, mientras hay generaciones
que dependen de los ancianos agotados, personas rebuscando en la basura, desahucios
sucios, emigración sin perdón y de lo mejor preparado de este país, jóvenes que
son ya una generación perdida y sostenida por el aliento de sus padres que
lloran por detrás…
Si, si
todo es muy pesimista y muy triste, pero si he dicho algo que no sea verdad,
diganlo o callen para siempre, ah, y la pobreza está PARA DENUNCIARLA.-