Llegan las
elecciones del 28-abril y tengo que confesar que, en mi caso, es difícil
prestarle mi voto a algunos de los principales partidos que me lo piden.
Creo que estas
elecciones son muy importantes para todos los españoles, pues me temo que nos
jugamos el futuro de España tal como la conocemos ahora: un Reino
parlamentario, democrático y constitucional conformado por Comunidades
Autónomas y fronteras históricas, que nos definen desde hace lustros como uno
de los países con más calidad de vida del mundo, más pacífico y más seguro para
vivir.
PODEMOS. Me da pánico, no miedo. Estos comunistas trasnochados se presentan
con un programa marxista-leninista disfrazado de democracia y son una verdadera
amenaza para cualquier país democrático, no solo para España. Sus prioridades
son (lean el programa, por favor): acabar con la Monarquía, instaurar una
república socialista con la economía -comunista- manejada por el Estado,
instaurar comisarios políticos (“observadores”) en todos los estamentos,
control de las instituciones por medio de iniciativas populares, control
estatal-popular de los medios de comunicación, fiscalidad brutal y cero
financiación a las empresas privadas, cancelación de hipotecas por dación en
pago, ocupación regulada por el estado de las viviendas vacías (no es broma),
control completo de la educación y desaparición de colegios privados y
concertados, aborto libre y financiado hasta el fin del embarazo, admisión de
inmigrantes sin papeles con todos los derechos sin limitaciones, regulación y
reorganización del ejercito y las FCSE, control de las libertades individuales
en cuestiones morales y religiosas… Un auténtico despropósito el de estos
caraduras con chalets de millonarios.
PSOE. La deriva hacia la izquierda más radical que inició el fenómeno
ZP, y que está siendo magnificada por este Pedro Sánchez y sus acólitos, me da
casi tanto miedo como Podemos. Después de muchos años de paz entre todos los
españoles, estas dos “lumbreras” han decidido restaurar la confrontación, el
revanchismo, el odio, la sinrazón, el nepotismo y la violencia entre españoles
que vivíamos tan felices y tan contentos en nuestra democracia pacífica.
Esgrimen mentiras como catedrales y las defienden a capa y espada solo por el
afán de gobernar, sea como sea. Franco había muerto de una puñetera vez (con lo
que costó…) y lo han resucitado para crear un clima confuso y agitado. Acusan
sin pudor de extrema derecha y de fascismo a los que no piensen como ellos y
les ponen etiquetas marcadas con odio como hacían los nazis a los judíos,
controlan las redes sociales y las agitan como nadie contra los que no
colaboran, lanzan bulos y noticias falsas que crecen como bolas de nieve que
siempre se estrellan contra los mismos, prometen y prometen y tiran del dinero
público como si fuera un cesto de caramelos… Pero no les da vergüenza ni pudor
pactar y asociarse con extremistas de la izquierda mas zurda y
anticonstitucional, con independentistas radicales antiespañoles que quieren
romper este país, con golpistas violentos y prófugos de la Justicia, con
antiguos terroristas (si eso es posible…) manchados de sangre. Mienten mas que
parpadean. Y lo saben, que es lo peor de esto…
CIUDADANOS. Ciudadanos me gusta como partido centrista, defensor de la
Constitución y de una Cataluña española, culta y pacífica. Creo que debe ser un
partido que aporte sensatez y “seni” a los demás partidos tanto al Psoe como al
PP. Pero Albert Rivera debe de tener claro cuales son las fronteras que no debe
traspasar y, ahora mismo, una de ellas es este Pedro Sánchez (no el Psoe) con
su visión trágica de la política española. Me gusta Inés Arrimadas y otras
muchas personas que van en las listas de Ciudadanos, pero no veo claras las
intenciones de su líder ni su compromiso a corto plazo. Parece que dicen
siempre una cosa y la contraria, hoy blanco y mañana gris, si pero no, veremos
a ver pero con gafas polarizadas… Me gustaría creer a este muchacho cuando dice
que no pactará con el Psoe (con Pedro Sánchez) pero me parece que nos la está
dando con queso… No sé yo si llegado el caso será capaz de mantenerse alejado del
poder o caerá en la tentación del boato y oropel asociándose con los
socialistas. Ese es mi miedo.
PARTIDO POPULAR. Miedo me da la sonrisa eterna de Pablo
Casado que me recuerda al gato de Cheshire. No está la cosa para reírse tanto.
El PP es un partido lastrado por la corrupción a todos los niveles y en toda
España. Tuvo en su mano evitar la llegada al poder de Sánchez vía moción de
censura y no supo o no quiso evitarlo. Después de eso se han dedicado a
rebanarse el pescuezo entre ellos mismos y no han dejado títere con cabeza…
Ahora mismo creo que es un partido en periodo de transformación interior y
necesitan tiempo y mucho desengrasante antioxidante para limpiar tanta
corrosión acumulada en los cimientos. Esto va a lastrar la intención de muchos
votantes clásicos de este partido que invertirán en Ciudadanos o en Vox. Yo
creo que no están preparados para gobernar, necesitan demostrar que del PP que
conocíamos solo quedan las siglas y que las personas que conforman desde las
bases el actual aparato están limpias e inmaculadas y sin dobles cuentas ni
sobresueldos. Estoy encantado de ver algunos fichajes nuevos que seguro que en
el futuro tendrán gran protagonismo pues son gente de bien y honrados a carta
cabal. Mi miedo es que a algunos se les vuelva a olvidar que a la política se
llega para servir a España, no para enriquecerse lo antes posible…
VOX. Su irrupción en Andalucía fue una sorpresa inesperada. Es el
partido de la derecha tradicional española, de la bandera y el himno, del
arriba España con orgullo y sin complejos de “mediocres”, de no dejarse
avasallar por la “superioridad moral” de la izquierda en asuntos variados, ni
permitir lecciones absurdas de legalidad ni de democracia. Santiago Abascal
representa al macho ibérico sin miedo a decir lo que piensa en cuestiones
tachadas como retrógradas por los progres al uso de los últimos años: defiende
la bandera nacional como símbolo de la unidad de España y la defensa de la
soberanía del territorio, defensor convencido de la inviolabilidad del hogar y
la vida de nuestros hijos, defensor de la caza y la pesca deportiva, de las
corridas de toros, de nuestras costumbre y fiestas… Muy crítico y disconforme
con las autonomías y el dispendio sangrante continuo del dinero mal gastado en
tonteras prescindibles, con el feminismo mal entendido, con el aborto por
comodidad. Acusa a los inmigrantes abusones que exigen más que cualquier
español y con más vehemencia, pretende acabar con la violencia de los okupas…
De todo esto y de más opina en sus mítines defendiendo o acusando con
argumentos más o menos compartidos por mi parte. Si mi padre viviera lo votaba
con los ojos cerrados. Creo que es un partido que se irá estableciendo y
modulando con el paso de los años. Mi miedo es que -por el contrario- este
partido sea el refugio de extremistas violentos, intolerantes y no democráticos
que perturben la paz y la concordia en nombre de antiguos guerreros patrios.
Eso nunca más.
PD: Esta es una
opinión personal e intransferible. Mi opinión. Mi reflexión. Lo mejor para
España y los españoles es que cada cual vote libre y en paz a quien considere
oportuno, pero que no salpique al tirarse a la piscina electoral.
Respetar el
resultado de las votaciones no está al alcance de los manipulados por los
aparatos que devoran las neuronas de los frágiles mentales. A estos abducidos
les digo que si no están conformes con el resultado, sea cual sea el que salga,
que su sitio no es este país… que se vayan a Venezuela, por ejemplo, o a
Méjico, qué sé yo… En cualquier dictadura árabe de esas tan “democráticas”
también podrían estar una temporada…
Buen viaje.