La noche muy oscura sin luna unida a mi costumbre de cerrar
los ojos por miedo a la oscuridad hacían muy difícil mi marcha a través del
bosque inquietante y amenazador por el que intuía que caminaba a ciegas.
Me percaté que pese a caminar a tientas por un bosque
no palpaba ramas ni árboles ni plantas trepadoras ni lianas ni mis pies
tropezaban con raíces ni con enredaderas traicioneras.
Además pese a ser de noche cerrada según mis cálculos
astronómicos, no se escuchaban los aullidos de los lobos ni los rugidos de las
fieras sedientas de sangre ni el ulular de los búhos ni el silbido de las
pérfidas serpientes ni siquiera el croar de las ranas calentonas ni el bufido
de los sapos pestilentes.
Ni siquiera olía a campo ni a ciénaga ni a bosque ni a
perros muertos. Olía a puticlú.
Ya me parecía raro escuchar desde un rato antes y como
a lo lejos una música machacona y muy hortera como de chimpúm de pista de
coches locos, ruido cual que ahora se hizo presente y cuando me quise dar cuenta
estaba bailoteando por pegadizo y marchoso que era.
A pesar de mi aterrador miedo a la oscuridad concluí
que sería conveniente relajar hasta abrir un poco mis párpados fuertemente
apretados y comprobar si hubiere o hubiese algún atisbo de luz exterior que me
proporcionare paz interior.
Inspiré profundamente y mis pulmones se llenaron de aroma
a desinfectante de cine de barrio –ozonopino, me pareció- y aterrorizado di
orden a las neuronas cerebrales que desapretaran los músculos constrictores de
mis cortinas palpebrales las cuales comenzaron a separarse lentamente: ¡Luz!
¡Luz bendita luz! Poco a poco y cuando mis akais se
fueron adaptando al entorno vislumbré como un rectángulo vertical de luz
amarillenta no muy lejos de donde yo me encontraba.
Que por cierto, me percaté inmediatamente que yo me
encontraba en posición horizontal y en decúbito supino. Acostado, vamos.
Tumbado sobre lo que parecía un lecho en una estancia en penumbras, mi cabeza
creo que apoyada en un almohadón y mirando hipnotizado un recorte de luz
amarillenta de donde provenía un chapoteo de aguas, como una meada.
Todavía sintiendome desorientado temporo-espacialmente
y sin haberme recuperado de mi asombro inicial ni acostumbrado a mi ubicación
estrafalaria cuando de repente recibí una información visual capaz de volver
loco al mas cuerdo de los humanos: en el rectángulo de luz se dibujó la silueta
de una hembra de color negro de imponente figura femenina y con exabruptos
orográficos desmesurados completamente desvestida. En pelotas vivas.
Mi impresión fue de tal magnitud que sufrí un vahído
momentáneo durante el cual soñé que caminaba por el bosque plagado de alimañas
con los ojos cerrados y me reconforté sobremanera.
Pero mi gozo estaba en un profundo pozo. Cuando
desperté la negra en pelotas todavía estaba allí.
Siendo un hombre con recursos decidí hacer como que no la había visto y resolví incorporarme usando tan solo uno de mis dos ojos hasta encontrar una puerta o ventana adecuada para evadirme de aquella situación tan inadecuada.
Siendo un hombre con recursos decidí hacer como que no la había visto y resolví incorporarme usando tan solo uno de mis dos ojos hasta encontrar una puerta o ventana adecuada para evadirme de aquella situación tan inadecuada.
Al comenzar mi incorporación tuve que fijarme en los
objetos más cercanos para no crear conflictos de espacio y alertar o incomodar
a la dama que persistía apoyá en el quicio de la mancebía sin dar pistas sobre
sus intenciones.
Cuando mi guiño se adaptó a la escasa luminosidad
anaranjada de la estancia sufrí un nuevo amago de infarto cerebral acompañado
de una fugaz crisis de asma al ser consciente de mi absoluta desnudez que
dejaba todo mi cuerpo serrano a la intemperie más absoluta. Bueno, para ser sincero
conservaba puestos mis calcetines grises
hasta debajo de las rodillas.
Me derrumbé como un muñeco de trapo sobre el camastro y lloré como lloran los hombres: llamando a mi mamá a grito pelao...
Me derrumbé como un muñeco de trapo sobre el camastro y lloré como lloran los hombres: llamando a mi mamá a grito pelao...
(Continuaré...)