La evidencia científica es irrefutable. El Coronavirus SRAS Cov.2 es un virus ARN infecto-contagioso, de origen incierto (zoonosis o laboratorio) que se transmite fácilmente entre los humanos principalmente por contaminación de las vías respiratorias altas mediante inóculos contenidos en microgotas de secreciones – mocos, saliva – que se deprenden al hablar, besar, toser o estornudar.
Se estima que una persona contagiada (sea o sintomática o asintomática) puede transmitir partículas virales contagiosas hasta 1,5 – 2 metros de su entorno. Eso no significa que todo aquel que se encuentre a esa distancia del portador vaya a ser contagiado, ni mucho menos.
El contagio se ve facilitado y favorecido por el contacto personal cercano y estrecho durante un periodo de tiempo suficiente para propagar el inóculo de partículas virales con capacidad infectiva.
En los espacios cerrados -donde los aerosoles producidos por el portador/contagiador se concentran- es mucho más fácil contagiarse que en espacios abiertos. Supermercados, transportes públicos (sobre todo el metro) ascensores, salas de reuniones y de fiestas, discotecas, etcétera, son espacios donde es muy fácil el contagio entre personas, pues las distancias se acortan y el tiempo de contacto se alarga. Si además se interactúa sin mascarillas el riesgo aumenta considerablemente.
El virus, una vez que contagia las mucosas del nuevo huésped, comienza el proceso de infección, es decir de replicación y afectación de las células del aparato respiratorio, produciendo (o no) síntomas de enfermedad mas o menos grave dependiendo de la sensibilidad individual y del sistema inmunitario de cada persona.
Las estadísticas siguen siendo claras: Un 80% de afectados padecen una enfermedad muy leve, incluso muchos asintomáticos; un 15% aproximadamente sufren síntomas de tipo gripal con fiebre y quebrantamiento general; un 5% sufren enfermedad grave con afectación pulmonar que precisa hospitalización, a veces UCI y medidas muy especiales de soporte vital. Suelen ser personas mayores o con factores de riesgo previos. La mortalidad actual está por debajo del 1% en todas las series.
Este 20 % de los enfermos con síntomas que acuden al médico son inmediatamente aislados y tratados, ya sea en sus domicilios o en el hospital, por lo que teóricamente dejan de ser vectores de contagio. Se aíslan en cuarentena hasta que dejan de ser contagiosos y adquieran inmunidad.
La investigación de cada brote y el seguimiento de la cadena de contagios a partir de las PCR positivas y la cuarentena de los casos sospechosos y por supuesto de los positivos, es la mejor medida para la prevención del contagio social y comunitario descontrolado, y para evitar la enfermedad de los mayores y personas de riesgo.
El 80% de los leves-asintomáticos suelen ser personas jóvenes con buena salud que no son conscientes de ser contagiosos, pero por este motivo son los que mantienen la alta cifra de contagios actual.
Se estima que cada joven portador asintomático del virus contagia durante su periodo infectivo -hasta 10 días- a tres personas de su entorno. Cada una de estas tres personas lógicamente contagiará a otras tres y así sucesivamente. El problema es que esta progresión exponencial de contagios afecta más pronto que tarde a personas de riesgo -ya sea por edad o por otras causas- y van a poner en peligro sus vidas, como tristemente vemos cada día.
Mentecatos son estos jóvenes irresponsables que gritan y bailan cada noche alrededor de una botellona desastrosa sin mascarillas ni distancias, favoreciendo la transmisión viral y llevando a sus domicilios, hermanos, padres y abuelos la segura enfermedad.
Mentecatos son todos los que desdeñan las normas de protección social y no usan mascarillas ni respetan las distancias de seguridad ni siquiera en los espacios cerrados. Botarates incultos con bajo coeficiente intelectual.
Mentecatos los medios de comunicación que malinforman con noticias tergiversadas e inútiles para los ciudadanos que solo producen alarma injustificada y desinformación.
Mentecatos, irresponsables y sinvergüenzas los políticos de cualquier color que están usando las cifras de contagios y muertos de las distintas regiones españolas como arma arrojadiza o artimaña electoral.
Mentecatos y nefastos los responsables de este “gobierno” mantenedor del fantasmal “comité de expertos” capitaneados por el ministro Illa y por Don Simón, que mienten compulsivamente porque son incapaces de controlar la epidemia y que han llevado a España a ser el país de Europa con las peores cifras de contagios, hospitalizados y fallecidos.
Mentecato el psicópata Pedro Sánchez – y todos sus adláteres y aplaudidores sin excepción- que parece cada día mas feliz de ver como España avanza hacia la debacle sanitaria y, con el pretexto del coronavirus, intenta ocultar la ruina galopante que nos ha traído su política haciendo más pobres a todos los españoles e impidiendo la recuperación económica con medidas económico-sociales que son trampantojos de republica bolivariana que nos llevan directos a la basura como nación.
Mentecatos somos todos los españoles que -mientras nos emboban los medios de comunicación con horas y horas de información innecesaria del coronavirus nuestro de cada día- asistimos impasibles a la devastación por parte del PSOE y de Podemos de una Democracia que tantos esfuerzos costo a nuestros mayores edificar para alcanzar la Paz y la Concordia.
Democracia, Paz y Concordia que desde que gobiernan Pedro Sánchez y Pablo Iglesias están siendo destruidas, entregando el futuro de nuestros hijos a los herederos amorales de los asesinos etarras, a los más retrógrados republicanos marxistas-leninistas, y a los antiespañoles separatistas, ya sean “nacionalistas” catalanes ilusos supremacistas arengados por prófugos, rateros y cobardes, o a los vascos expertos recolectores de nueces manchadas de sangre.
Ellos son el verdadero y nefasto virus.
Publicado en @abcdesevilla el 22/09/20