Publicado en Tribuna Abierta de ABC de Sevilla el 18/05/17
Vivimos en la época de las Distorsiones Cognitivas. Todos estamos expuestos a sufrir en algún
momento a lo largo de nuestra vida estos pensamientos irracionales que nos
asaltan por sorpresa y sin darnos cuenta nos impiden gozar de una visión correcta
de la realidad como si la viéramos en esos espejos trucados que reflejan
nuestra imagen completamente distorsionada o desproporcionada y creyéramos que
es nuestra imagen real.
Llamamos “cognición” a la facultad de las personas de
procesar información de forma ordenada y sensata partiendo de la percepción
sensorial, de la experiencia adquirida guardada en la memoria y del
razonamiento intelectual. Es decir, los eventos consuetudinarios que acontecen
en la rua (la enorme información del exterior) que nos llega por los órganos de
los sentidos cada segundo y que debemos procesar son abrumadores y sería
imposible controlar las emociones que todo esto nos producen en la mente. Por
eso nuestra red de neuronas cerebrales se comporta automáticamente como una
máquina capaz de filtrar la información sensorial no necesaria, de archivar y
ordenar en la memoria la provechosa y de esquematizar con lógica la importante
consiguiendo priorizar en cada momento la información verdaderamente útil y
eficaz para desenvolvernos con comodidad en el entorno real en el que nos
movemos.
Pero si esos diagramas mentales con los que procesamos
la información los organizamos e interpretamos de manera alterada desarrollamos
esquemas falsos de la realidad cotidiana y la información final que surgirá de
ellos será una realidad “distorsionada”, disfuncional, muy poco objetiva, que
nos producirá emociones negativas, comportamientos desadaptados y conductas
perturbadas.
Es más, a causa de las distorsiones cognitivas no solo
no somos capaces de reconocer cuando hacemos una mala interpretación de la
información en tiempo real, con consecuencias sobre nuestra percepción del
entorno que nos rodea, sino que también afecta a familiares, amigos, compañeros
de trabajo y cualquiera que se relacione minimamente con nosotros.
Estas desviaciones y distorsiones patológicas cada vez
son mas frecuentes y “normales” en nuestra vida diaria de manera que todos conocemos casos de personas
que están perturbadas por: exceso de responsabilidad autoimpuesta, perfeccionismos
obsesivos, los reglamentistas y etiquetadores profesionales, los pesimistas crónicos
y negativos, aquellos que van de víctimas propiciatorias sin motivos, otros que
se creen que tienen la culpa de todo lo que sucede a su alrededor, los
extremistas que solo conciben el blanco o negro y punto, los que están en
posesión de la verdad absoluta siempre o se cabrean, los profetas o
adivinadores del futuro imperfecto que nos espera, los que solo ven y escuchan
lo que creen que les interesa y no saben mirar a su alrededor…
Todas estas y otras tantas distorsiones cognitivas casi
siempre son síntomas/causas de un cuadro de estrés exagerado, ansiedad u otro
trastorno psicológico leve y fácilmente tratables y que no me cabe duda que
algunos (como yo) habremos padecido en alguna etapa de nuestra vida.
Pero lo que es peor es que las distorsiones cognitivas
las estamos empezando a apreciar en nuestros líderes políticos o de opinión y
en personas de referencia social como
algo positivo, lo cual tiene consecuencias nefastas para toda la sociedad. Me
explico mejor:
Me intranquiliza pensar que existen unas distorsiones
cognitivas muy características, específicas y definitorias, las cuales estamos
viendo a diario en muchos personajes que salen en las noticias a todo color. Enumero
algunas distorsiones y ustedes piensen lo que deseen:
-
Sesgo Confirmatorio. Consiste en sesgar la realidad para adaptarla a las
intenciones del interesado, haciendo una distorsión de la percepción y por
supuesto alterando la valoración para que la realidad encaje en ideas
preconcebidas.
-
Las Falacias, o
el “trile” de la realidad, distorsionada con argumentos falsos pero que parecen
verdaderos y reales. Hay algunas personas públicas que viven en un mundo de
falacias desde hace años y aparentan estar sanos psicológicamente.
-
Falacia de Razón consiste en la distorsión cognitiva que obliga de manera constante a
una persona cuando esta en desacuerdo con otra a mantener que el punto de vista
suyo es el único correcto y cierto sin prestar atención a los argumentos del
contrario, que no son ni escuchados, mucho menos analizados.
- Proyección es
atribuir al contrario nuestros pensamientos o sentimientos. Proyectamos
nuestros miedos, angustias y ansiedades en los demás. Pero lo peor es proyectar
el odio reconcentrado y la sed de venganza. Abrir las catacumbas y poner a los
cadáveres otra vez a combatir… en nombre de la Paz.
Para que seguir poniendo ejemplos de estas
distorsiones cognitivas que seguro que todos ustedes habrán reconocido en
algunos de nuestros prohombres de estado recién llegados y otros manipuladores
de opinión al por mayor.
Insisto. Las distorsiones cognitivas son estados de
percepción anormal de la realidad a los que no le damos la importancia debida.
Defendamos la Verdad como origen del Conocimiento. Sin
manipulaciones. Sin distorsiones.