"Casos Clínicos"

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Sevilla, Huelva, El Rompido, Andaluz.
Licenciado en Medicina y Cirugía. Frustrado Alquimista. Probable Metafísico. El que mejor canta los fandangos muy malamente del mundo. Ronco a compás de Martinete.

viernes, 19 de mayo de 2017

Las Distorsiones Cognitivas

Publicado en Tribuna Abierta de ABC de Sevilla el 18/05/17

Vivimos en la época de las Distorsiones Cognitivas.  Todos estamos expuestos a sufrir en algún momento a lo largo de nuestra vida estos pensamientos irracionales que nos asaltan por sorpresa y sin darnos cuenta nos impiden gozar de una visión correcta de la realidad como si la viéramos en esos espejos trucados que reflejan nuestra imagen completamente distorsionada o desproporcionada y creyéramos que es nuestra imagen real.

Llamamos “cognición” a la facultad de las personas de procesar información de forma ordenada y sensata partiendo de la percepción sensorial, de la experiencia adquirida guardada en la memoria y del razonamiento intelectual. Es decir, los eventos consuetudinarios que acontecen en la rua (la enorme información del exterior) que nos llega por los órganos de los sentidos cada segundo y que debemos procesar son abrumadores y sería imposible controlar las emociones que todo esto nos producen en la mente. Por eso nuestra red de neuronas cerebrales se comporta automáticamente como una máquina capaz de filtrar la información sensorial no necesaria, de archivar y ordenar en la memoria la provechosa y de esquematizar con lógica la importante consiguiendo priorizar en cada momento la información verdaderamente útil y eficaz para desenvolvernos con comodidad en el entorno real en el que nos movemos.

Pero si esos diagramas mentales con los que procesamos la información los organizamos e interpretamos de manera alterada desarrollamos esquemas falsos de la realidad cotidiana y la información final que surgirá de ellos será una realidad “distorsionada”, disfuncional, muy poco objetiva, que nos producirá emociones negativas, comportamientos desadaptados y conductas perturbadas.

Es más, a causa de las distorsiones cognitivas no solo no somos capaces de reconocer cuando hacemos una mala interpretación de la información en tiempo real, con consecuencias sobre nuestra percepción del entorno que nos rodea, sino que también afecta a familiares, amigos, compañeros de trabajo y cualquiera que se relacione minimamente con nosotros.

Estas desviaciones y distorsiones patológicas cada vez son mas frecuentes y “normales” en nuestra vida diaria  de manera que todos conocemos casos de personas que están perturbadas por: exceso de responsabilidad autoimpuesta, perfeccionismos obsesivos, los reglamentistas y etiquetadores profesionales, los pesimistas crónicos y negativos, aquellos que van de víctimas propiciatorias sin motivos, otros que se creen que tienen la culpa de todo lo que sucede a su alrededor, los extremistas que solo conciben el blanco o negro y punto, los que están en posesión de la verdad absoluta siempre o se cabrean, los profetas o adivinadores del futuro imperfecto que nos espera, los que solo ven y escuchan lo que creen que les interesa y no saben mirar a su alrededor…

Todas estas y otras tantas distorsiones cognitivas casi siempre son síntomas/causas de un cuadro de estrés exagerado, ansiedad u otro trastorno psicológico leve y fácilmente tratables y que no me cabe duda que algunos (como yo) habremos padecido en alguna etapa de nuestra vida.

Pero lo que es peor es que las distorsiones cognitivas las estamos empezando a apreciar en nuestros líderes políticos o de opinión y en  personas de referencia social como algo positivo, lo cual tiene consecuencias nefastas para toda la sociedad. Me explico mejor:

Me intranquiliza pensar que existen unas distorsiones cognitivas muy características, específicas y definitorias, las cuales estamos viendo a diario en muchos personajes que salen en las noticias a todo color. Enumero algunas distorsiones y ustedes piensen lo que deseen:

-       Sesgo Confirmatorio. Consiste en sesgar la realidad para adaptarla a las intenciones del interesado, haciendo una distorsión de la percepción y por supuesto alterando la valoración para que la realidad encaje en ideas preconcebidas.

-       Las Falacias, o el “trile” de la realidad, distorsionada con argumentos falsos pero que parecen verdaderos y reales. Hay algunas personas públicas que viven en un mundo de falacias desde hace años y aparentan estar sanos psicológicamente.

-       Falacia de Razón consiste en la distorsión cognitiva que obliga de manera constante a una persona cuando esta en desacuerdo con otra a mantener que el punto de vista suyo es el único correcto y cierto sin prestar atención a los argumentos del contrario, que no son ni escuchados, mucho menos analizados.

-     Proyección es atribuir al contrario nuestros pensamientos o sentimientos. Proyectamos nuestros miedos, angustias y ansiedades en los demás. Pero lo peor es proyectar el odio reconcentrado y la sed de venganza. Abrir las catacumbas y poner a los cadáveres otra vez a combatir… en nombre de la Paz.

Para que seguir poniendo ejemplos de estas distorsiones cognitivas que seguro que todos ustedes habrán reconocido en algunos de nuestros prohombres de estado recién llegados y otros manipuladores de opinión al por mayor.

Insisto. Las distorsiones cognitivas son estados de percepción anormal de la realidad a los que no le damos la importancia debida.

Defendamos la Verdad como origen del Conocimiento. Sin manipulaciones. Sin distorsiones.




lunes, 8 de mayo de 2017

Miedo al terror.

Tengo la certeza que hay muchas personas que no me conocen pero que desean mi muerte. Y la de mis hermanos, mi mujer, mis hijos, mis nietas, mis amigos... Esa certeza sé que me va a acompañar hasta el día que me muera o que me maten.

Y desean rabiosamente mi muerte por algo tan banal como haber nacido en Andalucía, en Europa, y por no pensar como ellos quieren que yo piense y actuar conforme a como he sido educado. Por eso debo morir. 

Por eso están asesinando impunemente cada día a personas -hombres, mujeres, niños- como si fuéramos piezas de caza o insectos perniciosos que debemos ser aplastados o exterminados. 

Y para llevar a cabo este propósito se valen de todo tipo de artimañas y de armamento, secuestrando aviones de linea para usarlos como misiles o derribándolos en medio del océano, usando camiones contra multitudes, coches con explosivos... Van a usar cualquier instrumento que sea capaz de producir muchas muertes en el menos espacio de tiempo. Si pudieran borrar de un bombazo atómico toda mi ciudad dandole a un botón no dudo que lo harían ahora mismo, en este instante.

Cada día asistimos atónitos a un carnaval de secuestros y muertes de inocentes, ya sean soldados de pacificación, periodistas, turistas, empresarios, religiosos y monjas, colaboradores de oenegés, médicos, enfermeros, voluntarios sociales o, simplemente alguien que pasaba por allí. 

Sabemos que a los prisioneros los torturan sin piedad ni remordimientos antes de degollarlos en vivo y en directo y que cuelgan esas escalofriantes grabaciones en las redes sociales para que las vean sus familiares. A veces son niños los que se encargan de ejecutar a los reos.

Se han ido infiltrando desde sus países islámicos sobre todo en Europa y en América para ir creando redes de terror que ataquen indiscriminadamente y maten con lo que encuentren a mano, incluso con cuchillos de cocinas, a personas que encuentran caminando hacia su trabajo, viajando en metro o tren de cercanías, paseando por un parque con sus hijos, curioseando en un mercadillo, sentados tranquilamente tomando una copa en un bar de moda, bailando en una discoteca o escuchando un concierto. 

Ningunos de nosotros estamos a salvo de esta macabra lotería de terror y muerte. Es más, creo que el riesgo de sufrir un atentado terrorista va en ascenso en todos los países europeos y conforme pasen los años menos seguros estaremos.

Porque en mis cortas luces pienso que los terroristas del Estado Islámico, Yihadistas, Al-Qaeda, etcétera, actúan por motivos religiosos, obligados por una especie de "guerra santa" contra los que no profesamos su religión ni seguimos los dictados de sus libros sagrados, llevando a exagerados extremos patológicos su fanatismo obsesivo distorsionando el verdadero espíriritu de su religión. Y esto va para largo. Por dos causas:

Si nosotros tenemos miedo al fanatismo del EI yahidista, de Daesh y otros, mucho más miedo tienen los que conviven con ellos a diario, sus paisanos, amigos, familiares, vecinos, pues saben que cualquier signo de desaprobación o crítica, no digo de colaboración con el "enemigo" acarrea inmediatamente la aniquilación de toda su familia ya sea en Europa o en su país de origen, sino también de clanes o poblados enteros si se sospecha que no colaboran con ellos.

Los católicos y cristianos europeos también tuvimos nuestros extremismos y fanatismos durante muchos años sobre todo desde la Edad Media por sacar de contexto y abusar de interpretaciones de la Biblia y nos costó Dios y ayuda acabar (no hace mucho tiempo por cierto) con las "Santas Cruzadas", los Papas fanáticos y criminales, la Inquisición con las torturas invocando el nombre de dios, las hogueras purificadoras y demás aberraciones realizadas en nombre de la religión. 

Salir de esa dinámica "religiosa" patológica cuesta mucho tiempo... y dinero.