Escribe mi hermana Lourdes:
SE TERMINA EL
2012.-
Aunque por
ejemplo a mi santo esposo todo eso de los años que empiezan y terminan en una
fecha determinada le importa un bledo. El es un tipo que suele regirse por los
ciclos de la naturaleza, es científico y asume su formación y su vocación como
modo de ver la vida.
Cuando en
verano me quejo del calor (ahora por mis hormonas más), el me dice que es
normal que haga calor en verano sin inmutarse lo más mínimo, igual con el frío
del invierno y se toma con la misma naturalidad las dos estaciones transitorias
y templadas, otoño y primavera.
En navidades sabe que tiene unos días de
vacaciones y como tiene el defecto de ser un descreido en lo fundamental, no se
preocupa mucho de MI portal de Belén ni de los adornos de la época… me deja
hacer y ya está.
Este año me ha dicho que no se mete una uva en la boca porque
no quiere, nuestros hijos están fuera de casa y "con 61 años que voy a
cumplir el mes que viene ya es hora que me deje de tonteras", me dice
textual…
Mi santo es muy
bueno pero es muy suyo y a mi no me molesta para nada su forma de ser porque lo
quiero clara y profundamente y aquí lo declaro.
Además en el fondo tiene algo
de razón. El año es el tiempo que nuestro planeta tarda en dar la vuelta al
sol, las estaciones transcurren en ése recorrido.
Los días y las noches son la
rotación de la tierra y la luna llena o nueva es la rotación de la luna sobre
si misma y alrededor nuestro. A ése devenir de los astros mezclado con el
tic-tac del reloj y el pálpito de nuestro corazón es a lo que llamamos tiempo
tal y como lo conocemos.
El sonido de su
despertador todas las mañanas laborables, la radio transmitiendo las noticias
del día y el sonido de la ducha mañanera me hacen que me arrope mejor y más
tranquila en mi cama, ha pasado la noche, ha terminado ya y empieza un nuevo
día con su afán…
Poner nombres al tiempo que transcurre empieza a darme coraje
a mi también que yo estoy muy chocante.
Mañana 31 de
diciembre de 2012 es un día normal, el universo entero sigue su curso sin inmutarse,
aquí todos saltamos poseídos de una alegría algo forzada y una duda en nuestro
interior, ¿que pasará éste año?... ¡Dios mío! (esto último lo añado yo).
No lo neguemos,
ésa preguntita molesta la tenemos todos y todas enmedio de la juerga, del cante,
las comidas y la borrachera para que no nos martillee demasiado la cabeza, creo…
Pues miren
ustedes: que no pienso. Mañana acaba una numeración que hemos impuesto porque
somos seres ordenados y no tenemos más remedio que clasificar el tiempo que
pasa por nosotros, o nosotros por el…
No sé lo que el futuro me depara a mi ni
a los míos, pero no lo voy a poner a disposición de ningún recuadro numérico,
voy a seguir con mi rutina de vida: el calor de los veranos, ése calor de las
tres de la tarde con el sonido de la chicharra avisándonos que nos pongamos a
la sombra o en remojo, el otoño sereno y refrescante, el frío invierno con sus
fiestas como las de ahora- y en siete dias, DM, al trastero con el árbol y el
belén- la lluvia en la noche y los abrigos que cada vez parecen más de
astronauta, y luego la primavera florida y con olor a feria y a incienso… es lo
que toca.
Pero todo sigue
igual en el fondo, solo cambian las formas. La rutina ya no es de los días,
estoy en la edad en la que la rutina es de los años y he aprendido muchas cosas
importantes ya, por ejemplo, que los helechos es bueno que se poden en Marzo… y
algunas cosas más…
¡¡Felicidades a
tod@s por vivir… que ya es MUCHO!!
Y yo añado:
Que no se puede
estar más de acuerdo con mi hermana Lourdes. De hecho hay diversos calendarios
y este nuestro “El Gregoriano”, es solo uno más… además lo han retocado y
cambiado varias veces, se han saltado hasta meses enteros creo por el capricho
de un Papa de la Iglesia… esto de las fechas y los días, meses y años es una
manera de contar como pasa el tiempo de los astros, no el tiempo nuestro
biológico.
Cada persona
siente y mide su tiempo de diferente forma y con diferentes resultados. En mi
caso –supongo que como casi todo el mundo- tenía la percepción de que cuando
era pequeño el tiempo pasaba mucho mas despacio, las horas eran como días, los
días eran largos como semanas, las semanas como meses y los meses eran como
años actuales.
Ahora me da la
impresión que todo sucede a una velocidad de vértigo, que pasan los años uno
detrás de otro imparables. Una Nochebuena detrás de otra casi sin darnos
cuenta, el día 31 de diciembre que antes para mi era el día mejor del año ahora
llegan tan seguidos que casi es un día normal para mi, unas cervezas con los
amigos al mediodía y a casa a ver la tele, eso sí, con una copita de champán y unas
fruslerias variadas. Las Semanas Santas que antes se vendían tan caras ahora no
da tiempo a olvidarse de la última cuando ya está aquí la siguiente; la Feria
de Sevilla que tanto me gustaba y tanto deseaba que llegase, ahora me empalaga
ver como desde antes de Navidad están poniendo los palotes del arco y los
fierros de las casetas… y ya mismo está aquí otro verano con sus calores y sus
sudores cuando hace pocas semanas estábamos en mangas de camisa y en bañador… (La rutina ya no es de los días, estoy en la
edad en la que la rutina es de los años…)
¿La
subjetividad del tiempo? O la teoría de la relatividad ejecutando sus arcanos
misterios… Da igual. Supongo –sé- que puede haber situaciones que detiene el
tiempo biológico en algunos anímales, incluso formas de vida que pueden ser
hibernadas y congeladas y después ponerlas en marcha otra vez.
Y sé que hay
muchos humanos que sufren penas, calamidades, enfermedades, injusticias,
abusos, hambre, destierros, soledad, ansiedad, angustia y desesperación y que
para ellos, tengan la edad que tengan, el tiempo no sucede de la misma forma
que sucede para mi, seguramente para ellos el tiempo es lento y doloroso y cada
día que sucede es como una pesada losa más que como unas cifras de un
calendario.
Y a todas estas
personas que he mencionado es a las que les quiero desear con toda la fuerza de
mi alma que el año 2013 les haga cambiar la percepción del tiempo y que el año
que entra sea para ellos mucho mejor que este trozo de tiempo que hemos dejado
atrás, y que el tiempo pase como tiene que pasar… casi sin darnos cuenta…