Mi natural inclinación a la
observación de la Naturaleza, adobada con cierta propensión a catalogar las
curiosas conductas del género humano, hacen que me resulte digno de admiración
el mimetismo que a veces se produce entre la fauna y la flora natural de un
hábitat y el personal humano que se inmiscuye sin orden ni respeto en dicho
espacio ecológico, casi siempre con funestos resultados…
Los especímenes que voy a
detallar son fruto de muchos años de minuciosa observación de las conductas de
estos y de los cambios que se producen en el entorno por ellos horadado.
El Mostrenco Aquatico.
Predomina en todas nuestras costas en los meses de verano. Humanoide de bajo
coeficiente intelectual empernacado sobre la terrorífica maquina apodada “moto
de agua” se dedica principalmente a dar por culo a los pacíficos bañistas y
nadadores deportivos invadiendo sonoramente las orillas de las playas y
poniendo en peligro la vida de quien se encuentre en su rumbo. Escasamente
dotado de intelecto y con menos papeles que una liebre, tienden a huir cual
gallinaceas cluecas al ser increpados por los muy enfadados bañistas.
Contaminan no solo acusticamente, también en la maniobra de repostaje vierten
aproximadamente el 50% de la gasolina y el aceite en la mar salada. Todavía no
se conoce ni un solo caso de que el Mostrenco
Aquatico haya pagado el crédito pedido al banco para adquirir la infernal
máquina.
Meonis Bipedestas. Muy
abundante e inofensiva. Se observa en todo el litoral peninsular principalmente
los días de calma chicha, pues con oleaje no gusta de acercarse a las playas.
Suele ser de sexo femenino, de edad media, poco dada a los baños inmersivos
pues la gran mayoría no de ellas no sabe nadar con soltura. Se distingue por su
muy acendrada costumbre de introducirse en el agua con precaución, muchas veces
en compañía de otras, hasta que el agua cubra sus caderas. Entonces se detiene
y oteando el horizonte abre la espita del orín dejando salir sus efluvios con
la mas absoluta naturalidad, incluso estando en animada charla con ejemplares
de su misma especie. La Meonis B. contribuye en gran medida mantener un microclima especial en las
orillas de nuestras playas aportando al agua un temperatura y textura muy apta
para el baño de sus propios hijos y nietos. Es especie inofensiva que debemos
cuidar y mantener… no muy cerca de nosotros.
Canis Choquerus. Muy
molesta especie de rufianes pandilleros que colonizan las playas de Huelva
desde el Guadiana hasta el Guadalquivir. Acuden en manadas motorizadas y su
potencial devastador es dependiente del número de individuos en relación
directa. Carecen de coeficiente intelectual. Suelen estar siempre acompañados
de varios cánidos potencialmente asesinos y que dejan libres por la playa para
la mayor molestia y pavor de los incautos vecinos. Por si no fuera bastante
suelen ir pertrechados de un gran arsenal de todo tipo de objetos molestos y
perniciosos -para quienes tengan la desgracia de pasar el día cerca de ellos-
pues organizarán partidos de futbol con balón de reglamento, juegos de palas
con pelotas de tenis macizas, el dichoso disco ese que vuela que se llama
frisbi o algo parecido, cometas asesinas, etc, etc. Su caracteristica especial
y por lo que dan fama a las playas de mi preciosa Huelva es por la cantidad de
basura que son capaces de generar por metro cuadrado, sin importarles lo más
mínimo la recogida y el reciclado de ellas. No solo tiran colillas de cigarros
y porros por doquier, sino también arrojan a la arena los envoltorios de las
asquerosas chucherías, las bolsas de plásticos y el papel de aluminio de los
bocadillos, las latas de refrescos y cervezas, los vidrios de las litronas, los
envases de atún, de chorizo en lonchas, de yogures y bebedizos lácteos, los
vasos de plástico de los cubatas, los envoltorios de galletas y bollicaos, los
tapones de las botellas, alguna compresa femenina… toda esa basura será
abandonada en la blanca arena de la playa por el Canis Choquerus que no se dignará recogerla y depositarla en los
contenedores correspondiente pues eso le restaría puntos a la vista de sus
congéneres y congéneras. Para ell@s el que mas molesta mas ensucia y mas contamina es el macho alfa de la
pandilla. Un autentico Canis Choquerus.
La Mariquita Dunera. Su
habitat natural son las playas solitarias y salvajes amparadas por dunas
cubiertas de enebrales y matojos. Este espécimen está geneticamente
predispuesto para lucirse desde primeras horas del día paseando por la orilla
desde levante a poniente y viceversa, sin cansancio aparente hasta que encuentra
un ejemplar de su misma especie con el que gusta de descansar y refocilarse
entre las calientes y blancas arenas de las dunas. Suelen ser ejemplares de
mediana edad, bronceados, de movimientos suaves y sinuosos, muchas veces de
pelo tintado en tonos ocres, taparrabos minúsculo y gafas reflectantes. Una
bolsa mariconera donde portan lociones y efectos personales es casi
patognomónica de la especie. La Mariquita
Dunera es absolutamente inofensiva, aunque al cruzarnos con ella adopte a
veces actitudes provocativas y agresivas, en realidad son nobles afectuos@s y
respetuos@s. No suelen dejar rastros de su paso por la playa ni por las dunas,
salvo algunas secreciones corporales. Pura biología no contaminante.
El P.E.M (Patrón de Embarcaciones
de Mojones). Ejemplar tristemente cada vez mas frecuente en nuestro
litoral, lo veremos siempre a los mandos (es un decir) de una embarcación muy
motorizada, nunca jamás de un barco que se mueva impulsado por el viento empujando
sus velas. El PEM a veces se comporta
igual que el Mostrenco Aquatico, pero
con muchos mas metros de eslora, no es raro que estén emparentados y los veamos
“navegar” juntos. Su afición preferida es molestar siempre que sea posible a
todo aquello que flote, ya sea navegando siempre a toda máquina provocando molestísimas olas potencialmente
peligrosas para embarcaciones de menor manga y eslora, o cruzandose en el rumbo
de cualquier otra nao ya sea de vela, remos, piraguas, tablas o incautos
nadadores… el afán depredador del PEM
no tiene fin. Su potencial peligro va aumentando con el paso de las horas del
día en relación directamente proporcional al número de copas ingeridas, que a su
vez es directamente proporcional al número de envases arrojados por la borda:
botellines de cerveza, latas de anchoas y de mejillones, envoltorios de
plásticos de las tortillas de patata con cebolla de Carrefour, paquetes de
tabaco, colillas de puros, latas de tónica de los yintoni… etc, etc.. El PEM está convencido que el mar es un gran
contenedor de basuras donde verter todo tipo de inmundicias. No suele bañarse pues no es capaz de subirse de nuevo al
barco ya que se lo impide la barriga, auque yo creo que no se baña por que le
da miedo que venga otro PEM y se lo
lleve por delante… ¡Dios los cría y ellos se juntan!
PD. Creo que se nota el cabreo
que tengo después de estos primeros días de playa. Es que no es normal la gran cantidad de basura que adornan estas santísimas playas de mi querida Huelva. Y
la culpa no se la podemos echar a los Ayuntamientos ni a la Diputación ni a los
políticos de la Junta ni al Sursum Corda. La culpa de que las playas esten
sucias sucísimas como un descomunal vertedero es de los ciudadanos -no solo de la Fauna Playera- que tiramos nuestras
miserias a la arena.
Y tengo que decir con gran pena
que no ocurre igual en otras playas de Andalucía. O si no vayan ustedes señores
onubenses a las playas de Cádiz o de Málaga, Granada y Almería y verán ustedes
como nadie tira una colilla, un papel, un plástico o restos de comida en la
arena. Es un gran defecto que tenemos en las mas bonitas playas de España como
son estas playas de Huelva. Pero son las mas sucias y las más antihigiénicas,
las menos ecológicas y las mas contaminadas.
Veo a diario como familias
enteras se dejan “olvidadas” en la arena bolsas y bolsas de basura que el
viento y el agua dispersarán y será imposible recogerlas. Observo como cientos de
personas que acuden todos los días a la playa son incapaces de recoger y
guardar restos de plásticos, latas, papeles, etc.. “porque ellos no lo han tirado”…
Se me cae la cara de vergüenza cuando traigo un amigo a mi paraíso particular y
en esta playa salvaje y natural encontramos kilos y kilos de basura asquerosa
que lleva años y años sin ser recogida. Y estoy hablando de la Flecha
de Nueva Umbría, paraje natural, y de las playas preciosas que van
desde Punta Umbría a El Rompido. ¿Porque tanta suciedad y basura en este tesoro
único en Europa?
No se como concienciar a los que
acuden a estas playas. Desde luego no creo que con esta entrada de Casos
Clínicos consiga nada, pero si ustedes fueran tan amables y le dieran
publicidad a esta queja que tanto me disgusta publicar, pero que no tengo más
remedio pues me lo pide mi conciencia, e hiciéramos llegar a los que manejan los
periódicos y los medios de persuasión la necesidad de “educar” a los onubenses
en el mantenimiento ecológico de nuestra costa…
Yo les quedaría eternamente
agradecido.
Por mi parte compartido, difundido y, además, lo suscribo. Un saludo, Celso.
ResponderEliminarMuchas gracias amigo Gusy.
EliminarUn abrazo.
Estimado Celso.-
ResponderEliminarPara tu estudio sobre laFauna Playera te remito este espécimen que opino sera de tu interes.
Se trata de “El Loro Playero”. Esta especie era abundante en nuestras costa a finales de los 70 y años 80 y con el pasar de los años, se ha ido adaptando a los nuevos tiempos.
Dicese de aquellos inmensos “Radio Cassetes de doble pletina Stereo” , con bastante potencia y transportados al hombro y pegados al pabellón auditivo del “Maki” de turno que va generalmente tocado con un escueto Spido “marcapaquetes” , a veces con una camiseta de tirantas con “bujeritos” y gafas de sol tipo mercadillo. Como complemento del atuendo no puede faltar paquete de Wiston en el elástico del Spido o en la tiranta de la camiseta, así como un pitillo suelto en la oreja contraria donde lleva el Loro. Suelen aparecer por la orilla detrás de reuniones de niñas en bikini o en las proximidades de reuniones de las mismas.
Hoy en día el Loro Playero esta en peligro de extinción por la aparición de una nueva especie como es el “MP3 Tocapelotis”. Sofisticado espécimen este que recurre a la mas modernas tecnología digitales y músicas electrónicas. Estos generalmente se colocan donde este la reunión. No suelen desplazarse mucho, todo lo mas a un bañito despejante. Esto es debido a que el personal generalmente suele estar mas quemado que la pipa de un indio después de una agitada noche. Llegan, le dan caña, a veces hasta le enchufan pequeños altavoces que suenan mejor que los del salón de mi casa y se ponen a bailar de forma que yo llamo “acarajotamiento ritmico-matutino post-pastillon”. Como no se mueven del sitio, pues a tocarles las pelotis al personati de alrrededor asi que yo casi prefiero los Loros playeros de hace varias decadas que por lo menos se movían y al fin y al cabo escuchar a los Chichos de cuando en cuando no esta nada mal.
Un cordial saludo.
Querido Pincho, tienes mucha razón... El año pasado un mozuelo me sorprendió con un equipo de música alucinante que estaba debajo del asiento de un ciclomotor de 49 cc, que no te puedes imaginar como sonaba de alto y de molesto. La criaturita se cabreó porque le dije que se fuera de la puerta de mi casa a otro sitio... era la una de la madrugada...
ResponderEliminarUn abrazo.