"Casos Clínicos"

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Sevilla, Huelva, El Rompido, Andaluz.
Licenciado en Medicina y Cirugía. Frustrado Alquimista. Probable Metafísico. El que mejor canta los fandangos muy malamente del mundo. Ronco a compás de Martinete.

lunes, 17 de junio de 2013

Fauna playera.


Mi natural inclinación a la observación de la Naturaleza, adobada con cierta propensión a catalogar las curiosas conductas del género humano, hacen que me resulte digno de admiración el mimetismo que a veces se produce entre la fauna y la flora natural de un hábitat y el personal humano que se inmiscuye sin orden ni respeto en dicho espacio ecológico, casi siempre con funestos resultados…
Los especímenes que voy a detallar son fruto de muchos años de minuciosa observación de las conductas de estos y de los cambios que se producen en el entorno por ellos horadado.

El Mostrenco Aquatico. Predomina en todas nuestras costas en los meses de verano. Humanoide de bajo coeficiente intelectual empernacado sobre la terrorífica maquina apodada “moto de agua” se dedica principalmente a dar por culo a los pacíficos bañistas y nadadores deportivos invadiendo sonoramente las orillas de las playas y poniendo en peligro la vida de quien se encuentre en su rumbo. Escasamente dotado de intelecto y con menos papeles que una liebre, tienden a huir cual gallinaceas cluecas al ser increpados por los muy enfadados bañistas. Contaminan no solo acusticamente, también en la maniobra de repostaje vierten aproximadamente el 50% de la gasolina y el aceite en la mar salada. Todavía no se conoce ni un solo caso de que el Mostrenco Aquatico haya pagado el crédito pedido al banco para adquirir la infernal máquina.

Meonis Bipedestas. Muy abundante e inofensiva. Se observa en todo el litoral peninsular principalmente los días de calma chicha, pues con oleaje no gusta de acercarse a las playas. Suele ser de sexo femenino, de edad media, poco dada a los baños inmersivos pues la gran mayoría no de ellas no sabe nadar con soltura. Se distingue por su muy acendrada costumbre de introducirse en el agua con precaución, muchas veces en compañía de otras, hasta que el agua cubra sus caderas. Entonces se detiene y oteando el horizonte abre la espita del orín dejando salir sus efluvios con la mas absoluta naturalidad, incluso estando en animada charla con ejemplares de su misma especie. La Meonis B. contribuye en gran medida  mantener un microclima especial en las orillas de nuestras playas aportando al agua un temperatura y textura muy apta para el baño de sus propios hijos y nietos. Es especie inofensiva que debemos cuidar y mantener… no muy cerca de nosotros.

Canis Choquerus. Muy molesta especie de rufianes pandilleros que colonizan las playas de Huelva desde el Guadiana hasta el Guadalquivir. Acuden en manadas motorizadas y su potencial devastador es dependiente del número de individuos en relación directa. Carecen de coeficiente intelectual. Suelen estar siempre acompañados de varios cánidos potencialmente asesinos y que dejan libres por la playa para la mayor molestia y pavor de los incautos vecinos. Por si no fuera bastante suelen ir pertrechados de un gran arsenal de todo tipo de objetos molestos y perniciosos -para quienes tengan la desgracia de pasar el día cerca de ellos- pues organizarán partidos de futbol con balón de reglamento, juegos de palas con pelotas de tenis macizas, el dichoso disco ese que vuela que se llama frisbi o algo parecido, cometas asesinas, etc, etc. Su caracteristica especial y por lo que dan fama a las playas de mi preciosa Huelva es por la cantidad de basura que son capaces de generar por metro cuadrado, sin importarles lo más mínimo la recogida y el reciclado de ellas. No solo tiran colillas de cigarros y porros por doquier, sino también arrojan a la arena los envoltorios de las asquerosas chucherías, las bolsas de plásticos y el papel de aluminio de los bocadillos, las latas de refrescos y cervezas, los vidrios de las litronas, los envases de atún, de chorizo en lonchas, de yogures y bebedizos lácteos, los vasos de plástico de los cubatas, los envoltorios de galletas y bollicaos, los tapones de las botellas, alguna compresa femenina… toda esa basura será abandonada en la blanca arena de la playa por el Canis Choquerus que no se dignará recogerla y depositarla en los contenedores correspondiente pues eso le restaría puntos a la vista de sus congéneres y congéneras. Para ell@s el que mas  molesta mas ensucia y mas contamina es el macho alfa de la pandilla. Un autentico Canis Choquerus.

La Mariquita Dunera. Su habitat natural son las playas solitarias y salvajes amparadas por dunas cubiertas de enebrales y matojos. Este espécimen está geneticamente predispuesto para lucirse desde primeras horas del día paseando por la orilla desde levante a poniente y viceversa, sin cansancio aparente hasta que encuentra un ejemplar de su misma especie con el que gusta de descansar y refocilarse entre las calientes y blancas arenas de las dunas. Suelen ser ejemplares de mediana edad, bronceados, de movimientos suaves y sinuosos, muchas veces de pelo tintado en tonos ocres, taparrabos minúsculo y gafas reflectantes. Una bolsa mariconera donde portan lociones y efectos personales es casi patognomónica de la especie. La Mariquita Dunera es absolutamente inofensiva, aunque al cruzarnos con ella adopte a veces actitudes provocativas y agresivas, en realidad son nobles afectuos@s y respetuos@s. No suelen dejar rastros de su paso por la playa ni por las dunas, salvo algunas secreciones corporales. Pura biología no contaminante.

El P.E.M (Patrón de Embarcaciones de Mojones). Ejemplar tristemente cada vez mas frecuente en nuestro litoral, lo veremos siempre a los mandos (es un decir) de una embarcación muy motorizada, nunca jamás de un barco que se mueva impulsado por el viento empujando sus velas. El PEM a veces se comporta igual que el Mostrenco Aquatico, pero con muchos mas metros de eslora, no es raro que estén emparentados y los veamos “navegar” juntos. Su afición preferida es molestar siempre que sea posible a todo aquello que flote, ya sea navegando siempre a toda máquina provocando molestísimas olas potencialmente peligrosas para embarcaciones de menor manga y eslora, o cruzandose en el rumbo de cualquier otra nao ya sea de vela, remos, piraguas, tablas o incautos nadadores… el afán depredador del PEM no tiene fin. Su potencial peligro va aumentando con el paso de las horas del día en relación directamente proporcional al número de copas ingeridas, que a su vez es directamente proporcional al número de envases arrojados por la borda: botellines de cerveza, latas de anchoas y de mejillones, envoltorios de plásticos de las tortillas de patata con cebolla de Carrefour, paquetes de tabaco, colillas de puros, latas de tónica de los yintoni… etc, etc.. El PEM está convencido que el mar es un gran contenedor de basuras donde verter todo tipo de inmundicias. No suele bañarse pues no es capaz de subirse de nuevo al barco ya que se lo impide la barriga, auque yo creo que no se baña por que le da miedo que venga otro PEM y se lo lleve por delante… ¡Dios los cría y ellos se juntan!

PD. Creo que se nota el cabreo que tengo después de estos primeros días de playa. Es que no es normal la gran cantidad de basura que adornan estas santísimas playas de mi querida Huelva. Y la culpa no se la podemos echar a los Ayuntamientos ni a la Diputación ni a los políticos de la Junta ni al Sursum Corda. La culpa de que las playas esten sucias sucísimas como un descomunal vertedero es de los ciudadanos -no solo de la Fauna Playera- que tiramos nuestras miserias a la arena.
Y tengo que decir con gran pena que no ocurre igual en otras playas de Andalucía. O si no vayan ustedes señores onubenses a las playas de Cádiz o de Málaga, Granada y Almería y verán ustedes como nadie tira una colilla, un papel, un plástico o restos de comida en la arena. Es un gran defecto que tenemos en las mas bonitas playas de España como son estas playas de Huelva. Pero son las mas sucias y las más antihigiénicas, las menos ecológicas y las mas contaminadas.
Veo a diario como familias enteras se dejan “olvidadas” en la arena bolsas y bolsas de basura que el viento y el agua dispersarán y será imposible recogerlas. Observo como cientos de personas que acuden todos los días a la playa son incapaces de recoger y guardar restos de plásticos, latas, papeles, etc.. “porque ellos no lo han tirado”… Se me cae la cara de vergüenza cuando traigo un amigo a mi paraíso particular y en esta playa salvaje y natural encontramos kilos y kilos de basura asquerosa que lleva años y años sin ser recogida. Y estoy hablando de la Flecha de Nueva Umbría, paraje natural, y de las playas preciosas que van desde Punta Umbría a El Rompido. ¿Porque tanta suciedad y basura en este tesoro único en Europa?
No se como concienciar a los que acuden a estas playas. Desde luego no creo que con esta entrada de Casos Clínicos consiga nada, pero si ustedes fueran tan amables y le dieran publicidad a esta queja que tanto me disgusta publicar, pero que no tengo más remedio pues me lo pide mi conciencia, e hiciéramos llegar a los que manejan los periódicos y los medios de persuasión la necesidad de “educar” a los onubenses en el mantenimiento ecológico de nuestra costa…

Yo les quedaría eternamente agradecido.

4 comentarios:

  1. Por mi parte compartido, difundido y, además, lo suscribo. Un saludo, Celso.

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  2. Estimado Celso.-
    Para tu estudio sobre laFauna Playera te remito este espécimen que opino sera de tu interes.
    Se trata de “El Loro Playero”. Esta especie era abundante en nuestras costa a finales de los 70 y años 80 y con el pasar de los años, se ha ido adaptando a los nuevos tiempos.
    Dicese de aquellos inmensos “Radio Cassetes de doble pletina Stereo” , con bastante potencia y transportados al hombro y pegados al pabellón auditivo del “Maki” de turno que va generalmente tocado con un escueto Spido “marcapaquetes” , a veces con una camiseta de tirantas con “bujeritos” y gafas de sol tipo mercadillo. Como complemento del atuendo no puede faltar paquete de Wiston en el elástico del Spido o en la tiranta de la camiseta, así como un pitillo suelto en la oreja contraria donde lleva el Loro. Suelen aparecer por la orilla detrás de reuniones de niñas en bikini o en las proximidades de reuniones de las mismas.
    Hoy en día el Loro Playero esta en peligro de extinción por la aparición de una nueva especie como es el “MP3 Tocapelotis”. Sofisticado espécimen este que recurre a la mas modernas tecnología digitales y músicas electrónicas. Estos generalmente se colocan donde este la reunión. No suelen desplazarse mucho, todo lo mas a un bañito despejante. Esto es debido a que el personal generalmente suele estar mas quemado que la pipa de un indio después de una agitada noche. Llegan, le dan caña, a veces hasta le enchufan pequeños altavoces que suenan mejor que los del salón de mi casa y se ponen a bailar de forma que yo llamo “acarajotamiento ritmico-matutino post-pastillon”. Como no se mueven del sitio, pues a tocarles las pelotis al personati de alrrededor asi que yo casi prefiero los Loros playeros de hace varias decadas que por lo menos se movían y al fin y al cabo escuchar a los Chichos de cuando en cuando no esta nada mal.

    Un cordial saludo.

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  3. Querido Pincho, tienes mucha razón... El año pasado un mozuelo me sorprendió con un equipo de música alucinante que estaba debajo del asiento de un ciclomotor de 49 cc, que no te puedes imaginar como sonaba de alto y de molesto. La criaturita se cabreó porque le dije que se fuera de la puerta de mi casa a otro sitio... era la una de la madrugada...
    Un abrazo.

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