Publicado en ABC de Sevilla el 28/01/2016
Pero…
¿Que es “la salud”? ¿Cómo se define correctamente? ¿En que consiste? Eso quisiera
yo saber, bueno no solo yo, creo que todos los médicos y científicos perseguimos
descifrar ese concepto tan escurridizo como es “la salud”. Porque si supiéramos
en realidad como definirla correctamente igual nos sería mas fácil alcanzarla y
conservarla.
A
nivel coloquial la salud puede ser buena, mala o regular, dependiendo si
tomamos tales píldoras que anuncian en la tele o cuales yogures con bacterias
beneficiosas Y sin saber exactamente de que hablamos, opinamos alegremente que
una dieta es más o menos sana que otra y que debemos seguir tales o cuales
hábitos de vida saludables. Los publicistas usan la palabra “salud” o
“saludable” como gancho para vender diversos productos de consumo diario o de
cosmética. Pero a “la salud” la tenemos que tomar en serio y valorarla como se
merece.
La definición
de “salud” como concepto médico incluye elementos genéticos-hereditarios,
bioquímicos, fisiológicos, anatómicos, psicológicos y socio-culturales.
Se
suele decir que “la salud es la ausencia de enfermedad”, pero eso no es del
todo cierto ya que “salud” y “enfermedad” no tienen los límites muy bien
definidos, sobre todo en los aspectos psicosomáticos. Nadie sabe con certeza
donde termina la salud y comienza la enfermedad y/o viceversa. Unas veces
creemos que es un estado físico determinado, otras pensamos que es una
percepción mental.
Porque
“salud” implica armonía y equilibrio estable entre lo somático y lo psíquico,
entre el cuerpo humano con sus sistemas orgánicos interactuando sin fallos y la
mente consciente de esta situación y con capacidad de adaptarse a las
circunstancias más favorables para mantener nuestro estado armónico.
Yo
soy de la opinión que “la Salud es el estado corporal que nos permite seguir
viviendo y disfrutando conscientemente de nuestras vivencias”. Y añadiría: “…
en libertad”.
También
los médicos hablamos de la “calidad de vida asociada a la salud” como un
parámetro importante en la apreciación del concepto “felicidad”. Codiciamos
“tener salud” quizá como el mejor bien que se pueda poseer. Después vendrán los
tesoros materiales y los amores espirituales, pero sin salud no podríamos
disfrutarlos. No debemos dilapidar la fortuna de tener una buena salud.
Porque
la preservación de la salud –de la vida- es obligación personal e
intransferible de cada uno. Desgraciadamente este instinto de auto-conservación
de la propia vida se va diluyendo en las sociedades teóricamente avanzadas
“…como lagrimas en la lluvia. Es hora de morir”. (Esa frase tan conocida del
replicante Roy Batty, que sabe que tiene los segundos de vida contados, es un
canto a la vida. Un canto a la suerte de los humanos que no tenemos fecha de
caducidad, salvo la que nosotros nos queramos imponer).
No es
lógico fumar un paquete de tabaco al día, comer desmesuradamente, excederse con
las bebidas alcohólicas, llevar una vida sedentaria, un trabajo estresante… y
al primer síntoma de que algo no va bien acudir al médico con la pretensión de
que solucionemos en poco tiempo lo que lleva deteriorándose durante muchos
años.
Los
médicos escuchamos, exploramos, investigamos, interpretamos análisis e
imágenes, sacamos conclusiones y luego diagnosticamos dentro de nuestras posibilidades.
En el mejor de los casos podemos aplicar un tratamiento curativo. En otros
casos solo paliativo o lenitivo.
Muchas
veces les digo a mis pacientes que la mejor medicina es la que no se toma. Con
esto quiero decir que lo ideal es no tener que llegar a tomar medicamentos (y
yo que tomo alguno que otro, me lo aplico a mi mismo) y eso se puede conseguir
teniéndole apego y aprecio a las salud. Los médicos somos conscientes de la
importancia que tiene el mantenimiento de la salud en sus diferentes ámbitos
somáticos, psicológicos y psicosomáticos. Hay que tener como norma la
prevención de las enfermedades llevando una vida coherentemente saludable.
Tomar en serio la salud es un signo de madurez y de inteligencia.
Etimologicamente
“salud” proviene del latin “salus, salutis”,
de donde deriva “salutare” que se traduce como “saludo” que originalmente
significaba desear larga vida a una persona. Saludar por lo tanto es desear
salud.
Mis
mas sinceros saludos a todos ustedes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para hace comentarios libremente has de tener una cuenta de Google: loquesea@gmail.com
Solo se tarda un minuto, si acaso.
GRACIAS COLEGAS.