Como no quiero que termine este muy raro mes de enero
de 2018 sin publicar algo en mi Cuaderno, rompo a escribir sin tener nada
preparado, nada que decir de algo determinado. Sería creo la primera vez desde
enero de 2011 que dejaría de publicar algo mensual. Y no me quiero rendir a la
evidencia de que estoy algo cansado y defraudado...
Desde primeros de mes ando estudiando y escribiendo
sobre “la responsabilidad”, esa virtud personal que tanto cuesta entender y
sobre todo ejercer. Pero cuando he finalizado el articulo que me ha quedado muy
aparente –creo yo- he decido no publicarlo para no herir susceptibilidades. He
sido coherentemente responsable. Yo me entiendo.
Por lo tanto veamos a ver lo que sale de la punta de
los dedos pulsadores de teclas en este Mac Book Pro que ya está viejito y esta
pidiendo a gritos que lo deje descansar y dormir el sueño placentero de los
electrodomésticos apagados.
Podría escribir de Puigdemont y de lo que está pasando
en Cataluña. Mi opinión es que en vez de Puchi, de lo que deberíamos hablar en toda España y en
todos los telediarios es de la familia Pujol y de Arturo Más, ambos golfos
apandadores al por mayor, incluidas sus familias y amigos cercanos. Puigdemont
solo representa a la mitad de los catalanes, a los independentistas, pero si la
otra mitad no independentista no se pronuncian ni ejercen su responsabilidad,
no seré yo el que lo haga por ellos. Que les den por la butifarra.
También me preocupa cada vez menos el tema de la
corrupción política pues tengo claro que los que pagan el pato de la carcel son
los curritos catetos que salen en los noticiarios. Los verdaderos promotores
inductores y beneficiarios de la corrupción siguen en sus altos puestos dando
ordenes y discursos vacíos de veracidad sin que se le caigan los dientes por su falta de
honestidad y de “responsabilidad”. Que les den una medalla y que se vayan.
Si me preocupa muchísimo el tema de la violencia
generalizada de esta sociedad, en la cual se imparte una educación absurda,
desigual y dividida en Comunidades Autónomas que no me cabe duda que promueven
el nacionalismo, es decir el nazismo, salvo honrosas excepciones.
“Educación” deficitaria en humanidades y ciencias
morales que convierte a demasiados jóvenes en libertinos sin control ni
responsabilidad alguna que son capaces hasta de asesinar a abuelos sin
remordimientos, y convierte a algunos adultos en sádicos maltratadores,
violadores y asesinos sin escrúpulos. Y lo peor es que la Justicia no impone
penas adecuadas a estos criminales y reinciden cada vez que son puestos en libertad.
Una irresponsabilidad.
Podríamos hablar del tiempo atmosférico –que siempre
es una tema muy socorrido para charlar con los vecinos en el ascensor- pero
como en realidad no se sabe nada del “cambio climático” y yo creo que son ciclos naturales,
pues tampoco me hago responsable si un día no reciclo la basura o pongo mi
calefacción en los días de mucho frío. Lo que no se debe hacer es tirar las toallitas
mojineras al retrete. Seamos responsables con el medio ambiente que nos rodea.
Por eso prefiero hablar del sexo de los ángeles que
creo que son todos hermafroditas y tienen la virtud de elegir cada día sin son
angelitos o angelitas y así van pasando los días… tan tranquilamente, sin responsabilidades.
Seamos responsables.
GABRIEL. - Parece ser por las investigaciones que murió el mismo día de su desaparición, el 27 de Febrero día del arcángel San Gabriel, esto lo se seguro porque soy muy de estos seres celestiales que son los guardianes del orbe. Gabriel era hijo de una familia de clase trabajadora, sus padres están separados y cada uno vive con su respectiva pareja, su tierra de nacimiento, la bella Almería donde se habla el andaluz más dulce, las playas de palmerales y sus paisajes áridos, ahí en esa aridez tan bella vivía el niño rodeado de campo, amigos, tíos y primos, sus abuelos, sus padres y las parejas de ambos. La pareja de su madre se mantiene en el anonimato y se respeta, la del padre es la desgracia de este arcángel. Por lo que se supone, presuntamente, una mujer con un pasado muy feo, extraño, una desconocida que se metió en las vidas de unas personas pacíficas y de buen corazón. La muerte del pequeño ha sido un revulsivo para la sociedad por un motivo muy importante que tarde o temprano tenía que saltar, no nos damos cuenta de la desprotección que hoy día sufren muchos niños y niñas. Y no es achacarles nada, válgame Dios, a esos padres que han perdido a un hijo, que lo atendían perfectamente y que además nos han dado una lección de sensatez, señorío y bien hacer, es hablar en general de lo que en mi opinión está ocurriendo en un altísimo porcentaje de las familias de hoy día. Una crisis económica cruel, por lo tanto una crisis de valores, de tiempo para atender a los hijos, de preocupaciones que nos desbordan la vida, hacen que inevitablemente recurramos a desconocidos sin ton ni son y lo más importante, que no oigamos las leves quejas de nuestros niños, estamos todos muy ocupados ganando dinero y solucionando una vida para nuestros hijos que nos pasa como con el bosque, que los mismos árboles no nos dejan ver la luz. Para luz, la de la cara de la madre de Gabriel, esa mujer menuda brilla como un sol, y que decir de su pescaíto, demasiado maravilloso para un mundo tan cruel. El padre llevará toda su vida la cruz de haberse topado con el mismo demonio y meterlo en su casa, pobre hombre. El demonio es traicionero pero los niños lo ven enseguida, a ellos no se les escapa nada y Gabriel lo vió. DEP y bravo por esos padres que nos han hecho ver lo que está pasando. Hagámosle caso, el camino está para otro lado y nos lo han señalado ellos. -
ResponderEliminar