"Casos Clínicos"

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Sevilla, Huelva, El Rompido, Andaluz.
Licenciado en Medicina y Cirugía. Frustrado Alquimista. Probable Metafísico. El que mejor canta los fandangos muy malamente del mundo. Ronco a compás de Martinete.

martes, 16 de marzo de 2021

Factores de riesgo.

 En Medicina hablamos de factores de riesgo como aquellas circunstancias que inciden sobre la salud de las personas de manera negativa, pudiendo desencadenar a corto, medio o largo plazo un aumento estadístico de sufrir patologías perceptibles o enfermedades.

 Todos sabemos por ejemplo que el sol es un factor de riesgo para nuestra piel; que la polución ambiental lo es para nuestros pulmones y metabolismo; que determinados entornos laborales son perjudiciales para la salud, que incluso el entorno social es capaz de afectar a nuestra salud en términos de calidad y cantidad de vida por desatención a las normas básicas de prevención de salud, insuficiente vacunación en la infancia, alimentación inadecuada, falta de higiene, acceso a alcohol y drogas, practicas sexuales sin protección... 

 Lo que caracteriza a los factores de riesgo es que son modificables, es decir que podemos evitarlos minimizando sus efectos sobre nuestra salud. Podemos protegernos del sol; disminuir la contaminación ambiental y usar medidas de protección laboral, no exponernos voluntariamente a tóxicos, adquirir hábitos saludables de vida, dieta sana, hacer deporte…
 
 Los factores de riesgo que producen más patologías y mas muertes son aquellos que afectan directamente a nuestro sistema cardio-vascular aumentando el riesgo de sufrir enfermedades del corazón y de los vasos sanguíneos: arteriosclerosis, trombosis, infartos cardiacos o cerebrales, ictus, muerte súbita… Y son bien conocidos.

 El tabaco es quizá el más conocido y el culpable de un gran número de enfermedades pulmonares, cardiacas, vasculares y cancerosas. La hipertensión arterial, que va minando nuestras arterias endureciéndolas y afectando a órganos vitales de manera lenta y progresiva. La diabetes, que hace que la glucosa elevada en sangre se convierta en un enemigo tóxico afectando a nuestro metabolismo y potenciando el riesgo de eventos isquémicos. El colesterol elevado que forra nuestras arterias por dentro de placas de ateromas que disminuyen el calibre de las arterias coronarias. El sobrepeso y la obesidad causados por malos hábitos dietéticos y sedentarismo, que potencian y favorecen la aparición de hipertensión, colesterol elevado y diabetes.

 Y el estrés, este compañero habitual de nuestra vida diaria que hace que nuestro organismo produzca catecolaminas y cortisol de manera inadecuada, lo cual potencia exponencialmente los factores anteriores -sobre todo la hipertensión arterial- restando horas de descanso y sueño, incitando a fumar y a beber alcohol, afectando a nuestra calidad de vida y mermando nuestro bienestar psicosomático tan necesario para ser feliz. Y aquí quería yo llegar. 

 Resulta que después de muchos años organizando mi vida laboral y familiar para evitar caer en la trampa del estrés y disfrutar de mi trabajo diario compatibilizando la consulta médica con el disfrute familiar, aficiones y diversiones de la mejor manera posible, resulta que desde hace unos años se está intentando introducir en mi vida el mas letal factor de riesgo cardio-vascular por su capacidad de aumentar el dañino estrés a niveles elevadísimos y que está presente en mi día a día y a todas horas: el “gobierno” de Pedro Sánchez y sus socios. 

 Ver en la tele -aún sin sonido (le doy gracias a Dios por mi sordera)- la cara gesticulante de este presidente tunante, ver su impostada arrogancia de hortera, sus andares antinaturales, su pose maquillada, su falsedad integral y su jeta dura de embustero recalcitrante, me produce una gran incomodidad y sufro síntomas de estrés importante: palpitaciones, angustia, desasosiego, irritabilidad… 

 Igual me sucede con el vicepresidente del moño o coleta -según toque ducha o no- que me solivianta el reposo neuronal y me desaliña la paz interior imaginando los tufos que desprende cada vez que abre la boca para provocar a medio país con sus revanchistas manipulaciones de la realidad. 

 Y que decir de su amada esposa y vicepresidenta de que más da, que sigue ejerciendo de cajera de supermercado pero decidiendo que solo tienen acceso a la tienda las mujeres, y no todas, tan solo las que se sepan de memoria los eslóganes anti-hombres reglamentarios. Verla me produce lo que nunca pensé que me ocurriría al mirar a una mujer hembra de nacimiento (hay que especificarlo, según ella…) 

 Y si hablamos del ministro de transporte de maletas por el aeropuerto no les quiero ni contar lo que siento cuando lo veo… Un arrebato de indignación, una agitación interior y una sensación de impotencia ante las injusticias consumadas por este pasmarote que su mayor mérito personal es tener un carnet del partido. 

 Puede que se lleve la palma de ser la mayor productora de estrés la soberbia ministra portavoz, que cada vez que usa la voz, porta una sarta de incongruencias y contradicciones dignas de estudio de un comité de psicólogos. Usa un acento andaluz tan desacertado y falso como ella misma. Además, es ministra de haciendas publicas, experta en arruinar regiones, como bien sabemos en Andalucía. ¡Casi ná! 

 La vicepresidenta de Cabra, que intenta justificar siempre lo injustificable, el ministro de interioridades varias, el superministro redondo, el cistersiense estadístico, la ministra de educación tergiversada y hasta los ministros más desaparecidos en combate u orillados por incompetentes, tienen capacidad de producir severos niveles de estrés en los ciudadanos mas tranquilos y reposados. 

 He tenido conversaciones con muchos pacientes que me cuentan que la presencia en sus vidas de estos personajes les produce taquicardias, irritabilidad, angustia, ansiedad, alteración del ánimo… y hasta urticarias pruriginosas. 

 Me consta que un gran numero de españoles sufren a diario este importante factor de riesgo cardio-vascular que está afectando seriamente a su calidad de vida. 

 Y recuerden: los factores de riesgo son modificables. 

  Ahí lo dejo.

Publicado en ABC de Sevilla el 16/03/21

6 comentarios:

  1. Solo una cosa Celso, no ejerce de cajera de supermercado, si fuera así estábamos salvados, las cajeras de supermercado son trabajadoras amables, listas, prudentes y esforzada trabajadoras, en su generalidad son así, siempre amables y con una sonrisa discreta. Ojalá la señora del del moño fuera o fuese así. Un abrazo grande

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  2. Las cajeras de supermercado, en general, no tienen una verborrea excesiva, no están excitsdas continuamente, no son como el saltamontes que da el salto sin saber donde cae, no tienen en general casoplones, ni criadas preparadas solo para sus hijos ni maridos con moño imperio, puede haber alguna, pero serían muy pocas

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  3. Estoy de acuerdo contigo en todo menos en este detalle, es que las del jamón de debajo de mi casa son estupendas, hay una embarazada que echa la chiquilla más horas que el giraldillo, y no les da por la neurosis del feminismo en un exceso patológico, que va, ellas cumplen con lo suyo y se van a sus casas a terminar su faena del día, y yastá.

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  4. Perdón por las faltas, no encuentro mis gafas

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  5. Mejor, más claro y con más sorna no se puede decir. Encantada de leerlo.

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  6. YA SÉ DEFINITIVAMENTE LO QUE ACABÓ CON LOS DINOSAURIOS, fueron una serie de factores que nada tienen que ver, a mi entender (escribo consciente de mi osadía), con una ecatombe en forma de meteorito, que si lo hubo, no acabó con todos, al menos un diplodocus Adán y otra Eva quedaron vivos. No, esos animales feroces y voraces con un cerebro preparado sólo para poner huevos fecundados, luchar unos contra otros y devorarse entre si, no les quedaba ningún futuro porque dos y dos son cuatro ahora y en el cretacio inferior ese. A los mansos y enormes hervíboros de cuello largo para llegar a la cima de los árboles más altos jamás vistos, se los merendaban los feroces carnívoros en un santiamén, las libélulas gigantes con alas del color del arco iris se asustaban y empequeñecían de tanto horror y las moscas verdes que cubrían todo el planeta porque el suelo era un río de sangre y un fangal de carne en descomposición, daban buena cuenta reproduciéndose por millones, mosquitos gigantes picaban con trompas de elefantes y hasta en los mares los tiburones enormes estaban borrachos de tanto comer. Caldo de cultivo perfecto para la forma de vida más peligrosa que hay, un virus. Entró el mamón en juego y no quedó ni el apuntador, se disfrazó de las cepas que le dió la gana, y a un monstruo con colmillos de treinta centímetros, le producía una calentura y un fallo orgánico en media hora, después venían los demás a comerse al enfermo, de modo que no nos hece falta un meteorito, con un ser microscópico que no tiene cerebro hay bastante para acabar con una saga. Vamos a ver si empezamos a hacer todo lo contrario de los dinosaurios, es decir, pensar, que empiecen los mandamases y mandamasas olvidándose un poco del sillón donde ponen el culo. Eso no me lo creo ni yo. Bueno, pues pensemos nosotros, los que los votamos o botamos, según...

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