El Colegio se llama Inmaculado
Corazón de María, ahora se conoce como “PortaCoeli”, se pronuncia Portaceli -que significa “puerta del cielo”- pero en mi infancia y mi juventud se
conocía como “Los Jesuitas”. Esta Orden sacerdotal es conocida además como “La
Compañía de Jesús” dejando muy claras cual es el ejemplo y guía de su Fe. Ellos
han sido los únicos curas que he conocido y reconocido como “padres
espirituales”, como profesores y como amigos.
La Orden de los Jesuitas, creada
por San Ignacio de Loyola en 1540 se ha ido definiendo con el paso de los años
como un colectivo muy independiente dentro de la propia Iglesia. Proponen una
evangelización basada en la educación y para eso deben de estar muy bien
formados no solo en Teología, sino que sus curas suelen estudiar una o varias
carreras universitarias. Han creado Universidades y Centros de Estudio en
muchos países del mundo. Solo en España cuentan con diez Universidades así como
decenas de Centros de Estudios diversos. Portaceli es uno de ellos.
El Colegio pertenecía y pertenece a la Orden de La Compañía de Jesús. Ellos decidían el tipo de educación que se impartía a los alumnos que pasábamos por sus clases.
Yo entré en el colegio de la
Avenidade Eduardo Dato en el curso 1964-65, con siete años, en la clase de
Media. Previo a los seis cursos del Bachillerato se estudiaban cuatro cursos de
Primaria: Párvulos, Infima, Media e Ingreso. Salí ocho años después, al
finalizar el curso sexto de Bachillerato, antes del Preu. Esos ocho años fueron
toda una vida para mi, una experiencia que me ha marcado para siempre, con
todas sus muchísimas bondades y alguna que otra "maldad", ya olvidada gracias a
Dios (y nunca mejor dicho).
Son curas diferentes por su
independencia y su compromiso con la educación, tanto la educación de “elite” en capitales europeas como la
educación y evangelización de los núcleos de población mas desfavorecidos
(barrios marginales, favelas, campamentos de gitanos, pobres de solemnidad,
analfabetos) centrandose desde hace muchos años en sudamerica, donde incluso
han pagado con su sangre por defender los derechos humanos y no ser
condescendientes con las dictaduras de uno y otro signo.
Como me informo estos días por la
prensa, poco a poco se fueron diferenciando de otras órdenes debido a que
aparte de los votos de obediencia, pobreza y castidad estos curas hacen un voto
especial de obediencia al Papa y no conspiran nunca para ascender en los
escalafones de la jerarquía eclesiástica Apostólica Romana. Pero a pesar de
esto, los jesuitas conforman una especia de “facción” dentro de la Iglesia, y
tiene en su Superior General a una especie de “Papa negro” que en
ocasiones ha discrepado con el Papa en asuntos no baladíes, como por
ejemplo en la defensa de la Teología de la Liberación y en que proponen el
acercamiento a otras religiones como el Judaismo, El Islam y el Hinduismo. Creo
que la biografía del Padre Arrupe S.J. no tiene desperdicio.
Los Jesuitas han sido mis profesores de muchas asignaturas durante el bachillerato, pero -con mucha inteligencia- también defendieron siempre la educación laica y contrataban a muy buenos maestros. Hoy todavía me emociono al recordar a algunos de ellos: don Juan Martagón (mi primer profesor en el colegio), don José Alba (matemáticas), don Félix (dibujo), don Germán (latín), don Augusto, don Manuel Hernandez Lanau (matemáticas), don Jose Luis Montoya (gimnasia y atletismo), don Antonio Bendala (Judo), don Angel (música, coro y organista de la Capilla)… buenas personas que complementaban la educación de los curas jesuitas a la perfección.
Los Jesuitas han sido mis profesores de muchas asignaturas durante el bachillerato, pero -con mucha inteligencia- también defendieron siempre la educación laica y contrataban a muy buenos maestros. Hoy todavía me emociono al recordar a algunos de ellos: don Juan Martagón (mi primer profesor en el colegio), don José Alba (matemáticas), don Félix (dibujo), don Germán (latín), don Augusto, don Manuel Hernandez Lanau (matemáticas), don Jose Luis Montoya (gimnasia y atletismo), don Antonio Bendala (Judo), don Angel (música, coro y organista de la Capilla)… buenas personas que complementaban la educación de los curas jesuitas a la perfección.
Los curas y “hermanos”
(religiosos no ordenados sacerdotes) Jesuitas que yo conocí en mis años de
colegio fueron excepcionales y por eso quiero acordarme de ellos, que tanto han
influido en mi educación y en mi formación.
Al primero que conocí fue al
Padre Fuentes, “El Indio”,
encargado de Primaria, con sus pelos de punta y su cara de chiricagua,
que nos esperaba por las mañanas en la puerta de entrada y todos los niños nos
acercábamos a besarle la mano. Era un choquero de Huelva de muy buen caracter,
aunque cuando reñía se ponía de muy malas pulgas. En su despacho tenía un
montón de libros de cuentos (allí leí a Tintín por primera vez) y tebeos para los que preferían leer en
los recreos en vez de jugar en el patio. El Padre Luque era el cura de “los
gratuitos”. Se murió y lo pusieron en una caja a la vista de quien quisiera
verlo… mi primer muerto… yo todavía
estoy cagado de miedo pensando que tenía que ir a verlo… cosas mías. El Hermano
de La Vega, encargado de 1º de bachillerato y de los internos, tenía malas pulgas, le gustaba pegar…
y pegaba. El Hermano Ruiz, el encargado de 2º de bachillerato, menos agresivo
que el anterior, pero duro de pelar, daba clases de Geografía con grandes mapas
que desplegaba y apuntaba con una vara larga. El padre Rios, el creador e
impulsor de Los Montañeros de Santa María, organización inspirada en los Boy
Scouts, en la que me inscribí y me cambió la vida y tantas anécdotas tengo para
contar… El padre Restituto Mendez, “El Tuto”, profesor de matemáticas de 4º de
bachillerato. Yo creo que ninguno lo veíamos como cura. Su obsesión era que
aprendiéramos su asignatura y por eso nos “invitaba” con frecuencia a “estudio”
los sábados… es decir, todo un sábado haciendo problemas de matemáticas
encerrados en una clase. El Padre Moreno Escribano, profesor de Historia del
Arte en 4º, nos ponía diapositivas. Raro. El Padre Alcalá, sevillano, profesor
de Física y mago en un maravilloso laboratorio que me fascinaba por todos sus
aparatajes con los que nos hacía ver los experimentos. Andaba regular, se movía
mejor en su vespa destartalada (¿o era una lambretta?). El Padre Vargas,
despistado, gracioso, bueno, que enseñaba francés y religión. El Padre Lecaroz,
un gran teólogo, sus clases de Religión eran cojonudas, solo había que escuchar
y aprender. Todos aprobados, por supuesto. El Padre Rafael Halcón, todo un
señor y buena gente, profesor de inglés y luego Capellán la Hermandad del Rocío
de Triana. El Padre Mendieta, el Prefecto, un vasco grande y bueno, que llevaba
el colegio como la seda...
El Padre Huelin SJ, al que conocí
ya fuera del colegio se merece un capítulo aparte. El me casó en la capilla del colegio, bautizó a mis
hijos y les dió la Primera Comunión, casó a mi hija Ana en la capilla del colegio… ya descansa en paz en el Cielo a la
vera del Señor Jesucristo.
Estos y otros muchos curas
Jesuitas que intervinieron en mi educación desde los 7 a los 16 años han sido,
para lo bueno y para lo malo, responsables de muchos aspectos importantes de mi
formación. Allí escuché misa a diario durante los cuatro primeros
años de colegio que me sirvieron para amar a la Virgen Inmaculada de nuestra Capilla, a la que tenía aburrida de tanto pedirle que me aprobara los exámenes sin estudiar,
claro, y que aun se me saltan las lágrimas cuando escucho o canto el Himno a La
Inmaculada que todos cantábamos a coro al final de la Misa. A veces venía un sacerdote
de las misiones, de algún lugar remoto de Sudamérica, y nos hablaba en la
homilía de la labor que desarrollaban como apóstoles ayudando a personas muy
diferentes de nosotros. A muchos después de aquellos sermones se nos movía algo
por dentro y nos entraban ganas de marcharnos con ellos.
Los curas Jesuitas creo que tiene
un don especial para formar a los chavales y jóvenes que quieran ser educados
en la religión católica, claro. No son especialmente intransigentes con los
“pecados” de estas edades y la impresión global con la que salí del colegio fue
que para ser un buen cristiano no debería desaprovechar las oportunidades que
la vida me ofrecía (social y laboralmente) y hacerlas útiles, lo importante que es ser
una persona honrada y respetar y amar a los que te rodean, ayudar siempre a los
desfavorecidos de tu entorno, no juzgar y perdonar para poder ser perdonados,
rezar a la Virgen y acudir a Ella con frecuencia y como dice el Himno del Colegio
o Himno de la Inmaculada Concepción:
Seguro que el Papa Francisco se lo sabe de memoria y lo ha cantado muchas veces...
Querido hermano Celso, que bien escribes,me he visto en el Colegio,pero mi experiencia en Portaceli no fue buena;en la prueba que nos hacian antes de entrar yo no la superaba, y entre por que el padre Fuentes era amigo de mama de Huelva,nunca estuve integrado y quiza no llegaba al nivel que ese Colegio queria;un dia me fui a jugar con los gratuitos por que yo tenia un amigo que estaba alli,en el recreo y me vio el hermano de la vega,solo por jugar alli me pego y estuve castigado una semana,cuando me fui al colegio Alfonso X el Sabio entre en la gloria,incluso estando muchos veranos interno,hice montones de amigos y ese para mi siempre sera mi Colegio.
ResponderEliminarEntiendo perfectamente que tu manera de entender aquellos años no sea tan grata como la de Celso. Aunque de la mayoría de los jesuitas nombrados mi recuerdo no es en absoluto negativo, sino todo lo contrario, allí no solo había cándidas almas. Mejor dejarlo ahí. Y es también muy cierto que los que pasamos desde Portaceli al Alfonso X, para nuestra sorpresa, pudimos descubrir que existían otras maneras de entender la vida y también la enseñanza.
EliminarTienes mucha razòn Jose : era un colegio con tendencia exclusivista, no lo puedo negar... Y el tema de los gratuitos se presta a muchas interpretaciones, yo pienso que fue una gran labor en aquellos años, pero de deberian de haber conseguido mas integracion entre Mbos grupos de alumnos.
ResponderEliminarAlfonso X era un magnifico colegio seglar donde se que hiciste buenos amigos y estudiaste a gusto sin la presion de los curas.
Escribenos algo de esos recuerdos anda!
Celso,no sabia lo de tu blog lo vi en Twitter y entre y lei lo de los jesuitas, hoy te he estado leyendo y son historias preciosas,que bien escribes deberias recopilarlos en un libro;referente a los Jesuitas tienes razon, lo mio no es una critica sino que su nivel era alto y lo comprendo, sin embargo Alfonso X era el colegio donde yo encontre mi sitio,era duro pero permisivo, me dejaban pensar por mi mismo,no les importaban mis creencias y cuando te quedabas atras te ayudaban,tenian clases de apoyo que eso en portaceli era impensable,entrabas a las 8 de la mañana y salias a las 8 de la noche, el que cateaba en junio seguia en julio y agosto pero aprendias y aprobabas;los profesores eran tios cojonudos gente moderna que te trataban con dureza pero cuando les respondias siempre te ayudaban,y encontre tantos amigos por que la mayoria era gente como yo;me estoy extendiendo mucho,algun dia te contare anecdotas muy buenas de alli.un beso
ResponderEliminarMe emociona la música y sobretodo la letra. El comentario de mi hermano José María es muy verdadero, pero el de Celso también..De eso es de lo que se trata, mejorar la iglesia y a los sacerdotes que los dos son humanos y dar un paso adelante..
ResponderEliminarNo se pueden decir cosas más bonitas, que himno tan precioso..Lo leeré o escucharé más veces.-
Celso te voy a contar una anecdota del Colegio: estando en 4º de bachillerato llego el mes de junio y cuando dieron las notas yo habia aprobado gimnasia con sobresaliente,trabajos manuales,que por eso siempre me he ganado la vida con las manos, y F.E.N.,todas las demas estaban suspensas hasta la religion por que ese año en mi rebeldia no habia ido ni un dia a misa;el padre Mendieta ese vasco grande que le gustaba jugar al fronton,nos reunio a papa,mama y a mi y dijo:sres. su hijo no puede seguir en el colegio,no es el perfil de alumno que nosotros queremos, ademas se junta con un compañero Ramon Osta Fort que no le conviene para nada.Cuando salimos,papa iba serio,mama angustiada dijo ahora a que colegio llevamos al niño;papa al dia siguiente llego muy contento y dijo que en Mantequerias se habia encontrado con su amigo Luis Zambrano que era director de un colegio en el porvenir AlfonsoX el sabio,que ademas dan clases en verano;el 1 de julio me veo en la recepcion del nuevo colegio con mi maleta y papa,habia muchos chavales que conocia de vista,pero estaba compungido,papa me dijo:portate bien y no te arrimes a los gamberros como ese tal Ramon,que me ha dicho Luis que aqui vas a aprobar,en ese momento veo entrar por la puerta a mi gran amigo Ramon Osta con su padre,el me ve se le ilumina la cara pero me hace señas que no me acerque,el padre Mendieta le habia dicho a sus padres lo mismo de mi;cuando vino Luis zambrano y dio las explicaciones los pa dres ya se fueron y Ramon y yo nos abrazamos y cojimos las camas y taquillas contiguas,nos hartamos de reir contandonos la historia,despues llego Jose Murube,Carlos Argueso y muchos amigos, tu amigo Nandete estuvo alli ese verano;como de las 8 asignaturas en septiembre aprobe 6 pase de curso y ese invierno viniste tu y el primo Diego,y ya ese fue mi colegio hasta C.O.U. que lo termine en la P.R.E.U.ya te seguire contando ,un beso.
ResponderEliminarÓle mi hermano Jose...Viva el cate rebelde y el que te llamen "manzana podrida", si te ocurre eso alguna vez, ya sabes que triunfarás en la vida....Reivindico a los alumnos nacidos en los 50-principio de los 60, que mostraron su rebeldía y llevaron con orgullo sus notas llenas de cates..jamás me avergoncé de un cate, me dieron verguenza ajena muchos sobresalientes y alumnos/as prepotentes..Lo siguen siendo..
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarJose me acuerdo perfectamente de esos dias y de los buenisimos amigos que tienes desde que entraste en Alfonso X.
ResponderEliminarYo solo estuve un año, repitiendo 6º de bachillerato.
Leete esto que te gustará mucho:
http://doctorparejaobregon.blogspot.com.es/2012/01/1972.html
o pon el buscador del blog: 1972.
Jajajajajaj.....Celso que bueno, 1972,es verdad papa tenia pagado el año y como yo habia sacado malas notas en el 1 trimestre me quede yo,jaajaja...lo que pasa es que yo ya habia estado un verano como te dije antes y ya me conocia el patio,ademas yo tenia alli a mis amigos de salir,de todas formas es verdad que era un colegio duro pero yo alli saque el bachillerato e hice un curso de perito agricola en el cortijo del cuarto, estoy seguro que de haber seguido en portaceli ahora como mucho tendria graduado escolar,los profesores te trataban de tu a tu,que no digo que fuera lo acertado pero para mi espiritu me daba mucha confianza en mi mismo;nada mas y decirte que BUENO tu,que siempre estas para ayudar a tus hermanos,un beso
ResponderEliminarDespues de pasar por el San Jose,yo tambien pase en 3º de bachiller al Alfonso X el Sabio porque mi padre tambien era amigo de Luis Zambrano,aquello no tenia nada que ver con los curas - era mucho mejor - y eso que no puedo olvidar como imponia a un niño de 12 años ver a Don Jose Monje - el manco - y a Don Manuel Azpiazu duros pero comprensivos,alli coincidi con muchos amigos que llegaban alli de otros colegios y para recordar un gran 5º A con Enrique Cantos,Pepe Landa,Fernando Gonzalo,Jaime Galiay,Iñigo Afan,Antonio Torres,Felipe Lopez de Carrizosaetc...en junio todos "cateaos" pero en septiembre todos pasamos a 6º,aunque yo me tuve que ir a Albacete ya que destinaron a mi padre de Jefe de la Base Aerea de Los Llanos,pero volvi para hacer el COU y al año siguiente con algunos de los que he nombrado antes a Reina Mercedes a "estudiar" Empresariales....¡que buenos años!.
ResponderEliminar¡Jo! Me veo muy reflejado y, verdaderamente, mis recuerdos del Alfonso X también son francamente buenos. Después lo de la PREU, para mí solo en los veranos, fue un auténtico complemento.
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