"Casos Clínicos"

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Sevilla, Huelva, El Rompido, Andaluz.
Licenciado en Medicina y Cirugía. Frustrado Alquimista. Probable Metafísico. El que mejor canta los fandangos muy malamente del mundo. Ronco a compás de Martinete.

martes, 12 de mayo de 2015

La niña que fui...


Escribe mi hermana Lourdes:

No se porqué, cuando he sido abuela y quiero de esa forma tan sobrehumana a mi nieto y he visto a los nietos/as de mis hermanos, es cuando tengo más clara la realidad de la niña que fui. 

Escribir sobre el pasado y más concretamente sobre las infancias perdidas, además de ser fácil porque la melancolía es fuente de inspiración, es poco creativo. Son sucesos sabidos, analizados ya y normalmente superados, el presente es incierto y el futuro está por venir, pero tampoco pretendo quebrarme la cabeza ni tengo la inspiración en buena forma ni ganas, solo me pide el cuerpo escribir algo y me acurruco en mi niñez.

Nací con mi hermana gemela y siempre estábamos juntas, la adoro, tengo otra hermana, Pilar ¡ayyy! mi artista, y cuatro hermanos como cuatro soles, cuanto los quiero, pero hoy hablo de mi porque lo necesito, en realidad necesito escribir pero no doy para mucho y lo que tengo más a mano soy yo misma.

Fuí muy inquieta, rápida de cuerpo y de mente, lo sé porque era niña ágil en correr y saltar y porque antes de pensar una cosa ya la había hecho. Mis ojos estaban abiertos a todo y me daba cuenta de mucho pero no decía nada porque no me quería tomar la molestia de hacerlo. Me horrorizaba la disciplina impuesta y me revelé conscientemente contra ella desde muy pequeña, hasta que ya pude escoger algo en mi vida y tomar decisiones, allá por los dieciocho o veinte años.

Me enfadaba a veces con la humanidad entera (me sigue pasando) y mis rabietas las tenía, aunque muchas me las comía porque por aquellos tiempo a los niños se nos daba una educación muy rígida, y cuando digo me las comía es porque entonces hacía algo que se llama "loquemedalagana" sin dar explicaciones; también me escondía en el hueco más oculto del jardín del colegio y chupaba los cabitos de los jazmines azules que eran dulces.

Pero lo que más me tranquilizaba era crearme una vida de fantasía. Me imaginaba cada día mil cosas. Hoy voy a ser como esta niña que es tan buena. Había una chiquilla en el colegio muy limpita y arregladita siempre, a la que decían que se le había aparecido la virgen por ser tan buena y aplicada. Una mañana me propuse ser como ella para tener el privilegio de la aparición. Fui todo lo buena que una persona humana de siete años puede llegar a ser: Me levanté y ordené mis cosas más a fondo que nunca, fui al colegio atravesando el campo de El Sevilla F.C. sin tirarme en la hierba fresca, andando derechita, en clase no hablé con mi amiga Carmencita nada de nada, en el recreo no pedí bocaitos a los bocadillos, estuve todo lo atenta que pude… en el recreo de después de comer jugué al teje sin hacer trampa y sin enfadarme por perder, uff, y en la misa de las seis cerré tanto los ojos pensando en la aparición Mariana que creo me trasvelé y cuando desperté me entró un pánico súbito de tener que ser siempre tan buenísima, llevar ese sacrificio de vida tan imponente para que luego, en cualquier momento tuviera una aparición inesperada.

Me asusté de tal manera que decidí en ese momento ser malísima y que la virgen se olvidara de mi y me dejara vivir a mi aire sin aparecerse, así que le conté un chiste a mi amiga Mamen y nos tiramos de risa en la iglesia. Me castigaron a quedarme sin recreo al día siguiente, pero volví a ser feliz.

En las noches de insomnio que eran pocas, me gustaba la tranquilidad de mi casa oscurita y con respiraciones tranquilas, sábanas y mantas envolviendo los sueños de mis herman@s padres y tatas. Inventé que en el patio interior de los pisos había unos hombres malos que vigilaban con un aparato especial a los niños y niñas despiertos, daban un barrido por todos los pisos y el niño que no durmiera se lo llevaban, yo cerraba los ojos y respiraba pausada para que no me fueran a pillar, la mañana siguiente llegaba sin darme cuenta.

Un día podía ser bailarina o gimnasta o cantante, en la realidad me movía con casi doce horas seguidas de colegio entre ida vuelta y comedor, era demasiado, lo bueno es que yo era perfectamente consciente que esto era una válvula de escape a la rutina, la disciplina férrea y a las ordenes sin ton ni son. 

Las vacaciones eran otra cosa… pero eso es otro cantar, ahí era todo felicidad y libertad. Fui una niña feliz y hoy me acuerdo del hueco oscuro del ascensor de la puerta de mi casa, a veces me gustaría ir, pero no, nunca volveré porque sería demasiado doloroso.


 Que alegría de mi casa, menos mal que me queda ese hueco de ascensor y la puerta de enfrente que me lleva a mi infancia perdida.-

7 comentarios:

  1. Tu hermano te dice:

    Joé que bonito escribes hermana... sigue "asin"...

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  2. Aunque todavía no soy abuela y no veo más allá de ser madre,me ha gustado leer tu infanci.
    Pienso igual,si ya desde tan pequeños somos tan formales y tan "buenos" que dejaremos para cuando se es adulto? Esa niñez es inolvidable e irrecuperable y aunque no me queje (mucho) de la edad que tengo....quién pudiera vivir de nuevo esa niñez!!
    Gracias por compartir y que tanto tu como tus Hermanos viváis muy feliz siendo abuelos/as.

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  3. Aunque todavía no soy abuela y no veo más allá de ser madre,me ha gustado leer tu infanci.
    Pienso igual,si ya desde tan pequeños somos tan formales y tan "buenos" que dejaremos para cuando se es adulto? Esa niñez es inolvidable e irrecuperable y aunque no me queje (mucho) de la edad que tengo....quién pudiera vivir de nuevo esa niñez!!
    Gracias por compartir y que tanto tu como tus Hermanos viváis muy feliz siendo abuelos/as.

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  4. ELADIA DE MI ALMA.-
    Era una puerta pequeña en un bajo al volver la esquina de mi casa, pero eso lo se ahora, antes la puerta era grande y hermosa, la tienda un universo de cristal donde lucían perfectos dulces de mantequilla blanca y chocolate con perlitas de plata, palmeras de yema y madalenas bañadas en blanco o negro, caramelos de última moda, regaliz zara y chicles bazoka, cuñas fantásticas y unos almanaques de dibujos muy bien hechos por la misma dueña que era lista y con destreza. Señora de ese mundo de felicidad. La casa un misterio, por una de las ventanas que daban a la calle nos asomábamos para ver la tele en color. Unas noches era en azul rojo o verde dependiendo del papel que le pusieran a la pantalla, así que después de todo un día sin moverse de casa despachando maravillas, veían tranquilamente la tele del color que se les antojara. ¿ Se puede tener más suerte?. Es uno de los referentes más importantes de mi infancia perdida y de mi aprendizaje de la vida. Hoy no le damos importancia a nada, se nos va la vida en tonteras, así estamos comiendo comida con hojas y flores como las cabras...y pagándolas a precio de un faisán relleno. El vivir mucho nos debería enseñar, pero no, hoy me gustaría entrar por un momento en ese pasado tan dulce. Pero no, me quedo con la vida vivida, pero yo no pago por comer flores, no me da la gana, eso si que lo se, que ya es algo.-

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  5. TU SI ERES DE NERVION, ese es exactamente un grupo que me sugiere la red social fecebook. Claro que soy de Nervión, y por eso le doy a aceptar. Que graciosa es la vida, el pasado, mi infancia perdida vuelve a mi en la pantalla de mi ordenador sentada en el salón de mi casa.La foto de portada la fachada de "Nervión Cinema", el grupo fantástico, noticias del barrio, fotos actuales, y lo más interesante para mi, fotos de nostálgicos de mi edad o mayores que yo. Solo diré que en estos últimos días he visitado vía whatsapp y por el grupo, mi primer colegio de La Sagrada Familia. He visto fotos de los años en los que yo estaba y de antes, me han contado como va la cosa ahora, por supuesto es un colegio concertado moderno y estupendo con unas monjas casi seglares, pocas, y mucho profesorado. El patio de losetas grandes donde esperábamos Concha y yo a mi tata con los gorritos y el uniforme casi negro, como dos moscas lloronas, así eramos, si, la gruta con la Virgen de Lourdes, la fuente de las ranitas y las dos puertas, en la de secretaría con la plana mayor de las monjas en los años cincuenta casi sesenta, he reconocido a la Madre Gaudencia y a la Madre Josefina que era de los párvulos. Nada más comentar en el grupo me contestaron tres amigas de aquellos tiempos, me acuerdo de las tres, ellas de Concha y de mi más, pero lo que más me gusta y me reconcilia con muchas cosas es que me dicen que cuando mi hermana y yo nos fuimos a los diez años de edad y después de siete en el colegio, se acordaban mucho de nosotras y con mucho cariño ellas y las monjas y que la Madre Cecilia que ha vivido hasta casi ahora no ha dejado de nombrarnos a las dos, nos decía la parejita, por apellido y por ser idénticas. Se lo he contado a mi hermana Concha hemos quedado para vernos en nuestro barrio...la vida es maravillosa.-

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  6. SEVILLANA Y HUELVANA.-
    Nací soy y seré de una de las ciudades más bonitas del mundo, la más pasional, vive con los sentidos y con los sentimientos, sus rincones son una obra de arte, huele a flores, es monumental y tiene carácter de artista, vivir en Sevilla es un lujo y a mi de mi ciudad me gusta todo, y no es que yo sea de Sevilla, es que Sevilla es de mi porque mi infancia perdida mi juventud y mis entrañas están y estarán allí. Pero que bonita es mi Huelva, que tranquila, que sencilla y que grande también. De mi huerva si que me gusta todo porque es la ciudad y la provincia un conjunto que se complementan en la belleza y el ser: El Andévalo callado que con solo un quejío por Toronjo rompe las esquinas de acero, La Sierra que es un paraíso, castaños, helechos prehistóricos y el castillo de Cortegana que está por encima de las nubes, muy alto, mirando esa tierra de maravillas, La Campiña fecunda, El Condado noble, el río más bello del mundo, el Tinto, no me canso de decirlo es un espectáculo ver sus aguas rojas y ácidas, vienen cargadas de mineral de las entrañas de esta tierra tan antigua que nos da de todo, hasta su sangre nos regala en forma de río. Están La Ría," porque mi huelva tiene una ría" y La Mar y la marisma con su olor a sal a madera de patera vieja y a marea baja, y las industrias que de día dan pena y de noche son una feria de colores..tristes, bellos, la ciudad más serena del mundo vive su vida tranquila sin mirar a nadie, tiene unas Vírgenes preciosas y en las arenas huelvanas, no tienen más remedio que hincarse de rodillas muchos forasteros porque está tierra es para reverenciarla, es tierra bendita,si eso es así y no se puede cambiar. Ya lo sabeis soy sevillana y huelvana porque me da la real ilustre y fervorosa gana.-

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