"Casos Clínicos"

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Sevilla, Huelva, El Rompido, Andaluz.
Licenciado en Medicina y Cirugía. Frustrado Alquimista. Probable Metafísico. El que mejor canta los fandangos muy malamente del mundo. Ronco a compás de Martinete.

sábado, 12 de diciembre de 2020

Mi padre y yo.

El día tenía que llegar. Mi padre murió con 64 años, 5 meses y 10 días… y ya tengo esa edad desde ayer. He dejado pasar un día, por aquello de decirlo con absoluta seguridad. Ya hace 26 años y pico, casi 27. 

Cuando una mañana del 23 de junio le reventó la arteria aorta y se murió de madrugada en un frio quirófano sin despertarse de la anestesia, donde buenos cirujanos intentaban recomponer lo descompuesto, yo sentí de nuevo la venida de la Muerte. 

La primera vez era un niño de 9 años cuando se murió mi hermanita Reyes, también sin avisar, muerte que aún me deja una huella imborrable. Muchas veces la imagino como estaría ahora, le hablo y le digo que la quiero, la echo de menos. 

Pero tal día como hace 27 años, cuando se llevaron a mi padre al quirófano, y me despedí de el con un beso y recibí una sonrisa de paz y serenidad, sabía que no volvería a verlo vivo. Me fui a mi casa, me tumbé en la cama y me quedé “congelado”. No sé si ustedes han tenido alguna vez esa sensación de sentimientos congelados, ni miedo, ni pena, ni angustia, ni ansiedad… tan solo esperar absolutamente aislado, inmóvil, frio, hierático, esa llamada de teléfono en medio de la noche que de sobra sabía que era para decirme que mi padre estaba muerto. Y seguí congelado mucho tiempo después. 

Mi padre era un hombre sano y deportista, yo creo que se murió de estrés por estirar demasiado la cuerda rígida-elástica que llevaba en su interior. Alguna vez antes de morir me dejó caer que le gustaría conocer Chile, que sabía que era un país de gente tranquila aficionada a la guitarra y con buen son, una costa llena de pesca y sierras de cacería abundante. 

Yo creo que no lloré a mi padre. En cierto modo y por circunstancias personales la muerte repentina de mi padre fue como la solución lógica de un jeroglífico enrevesado. Para mi, mi padre se había marchado a Chile y ya veríamos cuando volvería, pero de momento estaba bien adonde estaba. Esta sensación es la que sigo teniendo a día de hoy. Mi padre está bien. Igual ya se ha mudado de ubicación porque es un poco aventurero y está buscando, a la vejez, nuevos perdederos. Sé que descansa en paz. 

También sé que cuando se aparece en mis sueños para aconsejarme o reñirme esta igual o más joven que cuando lo dejé, con muy buen ánimo, siempre junto a mi madre, y siempre con esa sonrisa de sabio golfo y experto. Porque os puedo asegurar que 64 años en la vida de mi padre son como muchos muchos muchos más años en la vida de cualquiera, yo el primero. Nunca pude compararme con mi padre. Ya quisiera yo tener sus habilidades y vivir con esa intensidad. 

Muchas veces cuando me hablan de cacerías o de pesca, tengo que disimular y mirar para otro lado porque veo la cara de mi padre disfrutando en el campo tirando zorzales o en El Rompido llenando el barco de robalos o corvinas, y con la mirada me dice que no cuente nada, que me calle, que qué le importa a nadie lo que hemos vivido…

Está claro que me gustaría haberlo tenido con nosotros unos cuantos años mas para que hubiera conocido a todos sus bisnietos/tas – estaría contento de conocer a Celsa, a Celsito IV y a todos por supuesto- porque le encantaba educar a los niños pequeños para enseñarlos a ser valientes y a la vez sensatos, a ser libres y respetuosos, a remar contra corriente y llegar siempre a buen puerto, a ser personas de bien. 

Ojalá (Dios quiera) que cuando me reviente lo que me tenga que reventar, mi padre y todas las personas que quiero me estén esperando en ese cielo que sueño.

Te quiero padre.

8 comentarios:

  1. Celso que grande, bendita la rama que al árbol sale, no te digo más, un abrazo enorme y queda con Dios.

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  2. Precioso hermano, este lo escribí yo no hace mucho también....
    En alguna mañana de junio , años 70.

    De repente y poco a poco , sutilmente, va quedando atrás, aún parece que siento en mis pies sus calles , aspiro en mi mente su olor a azahar, me embriaga su embrujo, su arte, su dualidad más cainita... Mis ojos de niño la ven alejarse por el cristal cada vez más y más lejos ...y piensan... Esbozando en mis labios una tenue sonrisa y en mis pupilas una leve pero sincera nostalgia,...Volveré a verte Sevilla !
    El sueño me vence agarrado y protegido por las jóvenes y elegantes manos de mi guapa madre y de repente, con un gesto y un suave beso, me despierta, alzo un poco la mirada y lo primero que ven mis ojos es mágico ... Mi padre ha relatado el momento y ahí está ... El mar, la mar, inmensa, grandiosa...hemos llegado a la playa de la bota y mis ojos de niño y mi boca abierta se llenan de emoción ante tal entrañable estampa , estoy llegando a mi otra casa , estoy llegando a el Rompido . Un mágico verano me espera y mi corazón se quiere salir de mi pecho para no perdérselo !!
    La primera mañana es increíble, la otra banda se recorta en el cielo anaranjado del amanecer cual sombra chinesca trazada por algún genio de la pintura más bella, en la vieja chimenea de la almadraba la cigüeña cuida de sus pollos ya volantones, el añejo faro aún nos acaricia con su ya uniforme ráfaga mañanera , la ría está como una bandeja de plata recién pulida... Da pena surcarla con nuestro barquito para romper esa magia... Pero no me lo puedo perder, no quiero!!!
    La travesía hasta el terrón es el momento más indescriptible que mi mente pueda imaginar... Quizás no pueda imaginarlo sin verlo... Garzas , charranes, corre limos , gaviotas.... Son nuestros compañeros de viaje, nos guían y nos miran como diciéndonos que esa ría les pertenece !! Y sinceramente , no les falta razón ...
    Sin darme cuenta y apoyado en esta ocasión sobre el hombro de mi progenitor , el sueño ha vuelto a vencerme... Tanta paz y el soniquete del motor me hacen levitar y soñar con que esa mañana no acabe nunca. Que se pare mi infancia en este mismo instante...

    Pero no se paro y hoy , escribiendo estas líneas , en cada pausa, hundo mis pies en la arena y miro al horizonte , el viento acaricia mi pelo y el frío invierno seca mis labios... Pero gracias a Dios y a nuestra Virgen del Carmen puedo escribirlo y que tú lo leas. Va por ti y por este bendito rincón al que amamos y en el que cada día aprendemos a vivir un poquito más y mejor !!

    Jesus Pareja-Obregón

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  3. Que bonito y que bien escrito Jesus, que bien describes emociones y recuerdos... eso es muy importante para nosotros...

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  4. Celso, has descrito la misma sensación que tuve cuando falleció mi madre, me has emocionado! Un saludo.

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  5. Lagrimita papá, me acuerdo de ese día como si fuera hoy! Él está súper orgulloso de lo que ve aquí abajo. Besos al cielo

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