Este años 2012 como preveía ha sido un año de
“camino corto” con mi Hermandad del Rocío de Triana. Entre que “la cosa” no
me permite dejar de trabajar muchos días (soy autónomo desamparado) y una vejez
galopante se esta apoderando de mis articulaciones, discurrí que "hacer" un par
de días -jueves y viernes- me servirían para quitarme mis anuales inquietudes
rocieras…
De manera que el miércoles por la tarde me organicé
con mi prima Rocío (la menor de las hijas de mi tio Joaquin) y en la dehesa de
Los Cerros en Aznalcazar preparamos su “todoterreno” con neveras repletas de
botellines de cerveza, manzanilla, muchos bistecs empanados, queso, caña de
lomo, chorizo…
El jueves por la mañana tras un preciosos amanecer en el campo, y con nuestro chofer Juan “Cascarilla”
(140 kg/190 cm) -que no para de contar embustes de los buenos- salimos de Los
Cerros disfrazados de romeros trianeros, hicimos gasoil, hielo y pan en abundancia, y a
las nueve de la mañana estábamos dándonos de cara con los primeros peregrinos
de Triana en Monesterejo.
El Simpecado de Triana se ve venir rodeado de un
aura impresionante, adornado con sus flores amarillas, rodeado de devotos
peregrinos, guapas gitanas sevillanas y trianeras, cabales peregrinos de
Triana hombres y mujeres, jóvenes
y niños empujando a esos cansados bueyes, todos llenos de devoción con sus rezos y plegarias por sevillanas, que no paran de rezarle al Simpecado ni un minuto del Camino.
¡Impresionante como va Triana a El Rocío señores…!
Me quito un hipotético sombrero (es que no llevo) ante mi Hermandad de Triana y
felicito a todos los hermanos, peregrinos y acompañantes de nuestro Simpecado
hasta llegar a El Rocío… ¡Enhorabuena!
El jueves lo pasé muy bien con decenas de amigos que
anduvimos a la vera de la Carreta del Simpecado hasta llegar a la parada de
sesteo y dormida a eso de las seis de la tarde. La caló apretó tela y yo le
apreté el gañote a los botellines de la Cruzcampo… hicimos buena sociedad…
Una vez en la parada de la dehesa de Tornero (junto
a Los Cerros), teníamos la disyuntiva de quedarnos a una de tantas “fiestas” a
las que estábamos invitados en las amigables “reuniones” con grupos flamencos y
cenas de postín o irnos a descansar. Yo afortunadamente decidí esta segunda
opción y le pedí a Cascarilla que me transportara hasta mi “echío” de esa noche
ubicado en Villamanrique de la Condesa, en la famosa dehesa “La Maloca” de mi
amigo José Manuel Soto –"un artista bastante bueno"- y donde ya llevamos unos
cuantos años nuestra pandilla rociera organizando un “recibimiento” a los
amigos del camino el viernes por el “amediodía”…
“La Maloca” es una preciosidad de finca a ná del camino
de Triana. Praderas verdes, cuadras modernas, agua abundante, retretes varios, duchas,
camas limpias, cocina completa… ¡un lujazo a pie de camino! Cuando llegué hice uso todos los lujos que antes he detallado, me bebí medio litro de consomé
calentito… y nana coco… hasta mañana si Dios quiere…
La noche fue algo movida porque el dormitorio con
dos literas de tres camas a la alta era como una locomotora de roncadores en
concurso-oposición a Roncador Mayor del Reino. Estuve a punto de ganar. Además
mi disposición en el segundo piso sin ascensor puedo afirmar que estaba lo
suficientemente incomodo como para no estar subiendo y bajando continuamente… y
tuve que hacer grandes esfuerzos para no orinarme en la cama. A media noche no
se si me tomé un Espidifén o un sobre de Preparado para Paellas Carmencita.
A la mañana siguiente, ya mas despejado y yo con
cierta color amarillenta y sabor a cúrcuma, nos desayunamos al fresco de la
mañana unas buenas tostadas con oloroso y reparador café. Nuestras hacendosas mujeres
al momento estaban arregladas y guapísimas, el coche de caballos enganchado a
las yeguas, las neveras a revienta-calderas, los fogones humeantes, las
guitarras afinadas, los flamencos entonando las voces…
Empezaron a llegar los primeros grupos de
caballistas, las primeras carriolas repletas de guapas flamencas y simpáticos
amigos, los todoterrenos empetados de gente, unos conocidos, otros amigos de
los conocidos, otros colados, otros despistados… todos con ganas de fiesta y
jolgorio, de agradar y de ser bien recibidos, de cantar, de bailar, de ver y de
ser vistos… una multitud de gente...
Y entonces cogí mi camino y me vine a El Rompido….
El viernes por la tarde a las seis de la tarde
estaba en mi casa mirando al mar.
Y muy tranquilito: estaba donde quería estar.
Nos hacemos mallores, quien te a visto y quen te ve
ResponderEliminarES QUE YO CREO QUE SE TOMÓ EL PREPARADO PARA PAELLAS "CARMENCITA" EN VEZ DEL ESPIDIFEN.-
ResponderEliminarPués yo me voy a cambiar al preparado Carmencita, porque creo que hizo lo mejor que podía hacer. LO QUE QUERÍA HACER EN ESE MOMENTO. Besos primo. OTRA YO
EliminarTIENES RAZÓN PRIMA....VAMOS A TOMARNOS EL PREPARADO "CARMENCITA" Y HACER LO QUE QUERAMOS..OLE OLE.-
ResponderEliminarYO.-
yo que pude hacer justo lo que quería, que era quedarme hasta el jueves de vuelta. Me alegro un juartón de poder compartir esos trocitos de camino con los peregrinos esporádicos. Gracita
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