El año 1974 comienza bien. Yo tengo entonces 17
años, estudio (es un decir) COU en la academia IFAR, soy feliz e indocumentado,
tengo un grupo de amigos impresionante –mi pandilla- que somos casi como
hermanos, con un lugar de reunión común, El Bar Las Lilas en Eduardo Dato 22
esquina con Ventura de la Vega, donde cada día nos encontramos casi todos a
cualquier hora, disponemos de motos varias y algunos incluso aparecen con
coche, ya sea adquirido legal y con carnet de conducir, o mangado a su padre y con
menos papeles que una liebre… es decir me siento casi un adultito. Le usurpo a
mi padre un viejo Seat 800 que conduzco temerariamente sin carnet, tengo novias
(si novias, en plural) aunque me tiene loquito una niña bética de la Sagrada
Familia, quizá mi primer enamoramiento en serio…
Aunque no tenía ni la mas remota idea de lo que
acontecía en política, porque entonces aún vivía Franco y en el ambiente social
donde me desenvolvía casi ninguno hablaba nada de política, si recuerdo que me
chocó cuando me enteré de que en España aun existía la pena de muerte y que se
condenó y ejecutó a un reo llamado Salvador Puig Antich y a su colega Heinz
Chez, acusados de asesinato, terrorismo y varias cosas más. Franco no les quiso
firmar el indulto y condenarlos a vivir en cadena perpetua. Los mataron dándoles
“garrote vil”… una verdadera tortura hasta la muerte.
La verdad era que mis amigos y yo vivíamos como unos
privilegiados, sin lujos pero siempre con dinerito fresco para cervezas, jugar
a las máquinas de petacos, a los dados, ir al cine por las tardes, al centro
por las noches en moto, salir con nuestras novias, irnos los fines de semana al
campo o a la playa, jugar al futbol, al tenis, piscinas, caballos para montar,
amigas cariñosas…
Yo estaba completamente al margen de la realidad
socio-cultural española, pero escuchábamos lo poco que nos contaban: se
empezaba a hablar de las enfermedades del “Caudillo”, del Príncipe, de Don Juan
en Estoril, de atentados terroristas, de ETA, del boicot internacional a
España…
Como era de esperar me suspendieron casi todas las
asignaturas de COU de la IFAR con todo merecimiento pues yo no puse nada de mi
parte… estuve muy ocupado enamorándome y desenamorándome continuamente,
inventando mil historias diarias para pasarlo bien, acostándome tarde todos los
días…
Ese verano, que cumplí 18 años, hice el paripé de
estudiar en El Rompido, pero ni mis padres se lo tragaron. Me pasé un verano
apoteósico. Al ser de los mas pequeños de la pandilla, todos mis amigos ya
tenían coches y después de pasar el día entero navegando y bañándonos en las
playas vírgenes como robinsones crusoes, por las noches nos arrebujábamos diez
locos y locas (si 10) en un Dodge Dart
de “los catalanes” y nos íbamos a bailar y tomar copas a una discoteca que
estaba en la entrada de Punta Umbría, el “Saigón”, donde hacíamos el ganso y
nos refregábamos a conciencia hasta que apagaban las luces a eso de las cuatro
de la mañana…
Aquel verano, movido por un amor efervescente, tuve
la osadía de ir en autoestop hasta Chipiona, donde se ubicada mi amor “blanquiverde”.
No tuve muy buena acogida por parte de su familia creo recordar y me volví a tierras choqueras lo más
presto que pude… pero habiendo dejado el pabellón conquistado o como se diga
eso… que no me acuerdo…
Por supuesto en septiembre no aprobé las asignaturas
necesarias para poder hacer la selectividad y tuve que repetir COU. El
Instituto Martinez Montañés, en el barrio de “Ciudad Jardin" enfrente de Piscinas Sevilla, fue el lugar elegido.
Un maravilloso Instituto, con extraordinarios profesores, compañeros de clase
muy trabajadores y con una gran conciencia social. Allí si se hablaba de
política sin miedos ni tapujos. Franco estaba hospitalizado y se hablaba del
futuro de España… allí empecé a saber que eran los partidos políticos y la
democracia. En mi clase se hacían asambleas, en las que participaban muchos
profesores y decidíamos tanto las fechas de los exámenes como si se hacía
huelga o no…
Anécdota 1. Yo ya sabía que estudiaría Medicina,
pero en vista del resultado obtenido el pasado año con las tres optativas
Química, Física y Biología… ese año opte por escoger Biología, Literatura… y
Frances...
Anécdota 2. El profe de Frances era un frances muy
simpático que no hablaba una palabra de español (por lo menos dentro del
Instituto). Nos dio unas clases muy instructivas durante el primer trimestre
donde aprendí a saludar educadamente a señores, señoras y señoritas ya fuese por las mañanas o por las tardes, a decir sientese o levantese, abra usted la ventana y
cierre usted la puerta y a contar hasta diez en frances (aún se hacerlo). Se
puso malito el pobre en diciembre y como no encontraron sustituto nos aprobaron
a todos con Notable.
Anécdota 3. La profesora de Lingüística y Literatura
era una Catedrática de Instituto muy joven llamada Ana María Prieto. Sus clases
eran una delicia, pero a mi, con mi mente científica no me entraban en la cabeza
muchas de las reglas y usos del lenguaje castellano y estaba siempre
cuestionando lo que explicaba y preguntando que porqué esto y porqué lo otro…
Un día, harta de mí ya la pobre profesora me dijo que por favor me callara y
que si quería respuestas que ella me pagaba un billete de tren a Madrid para
que se lo preguntara a Vidal Lamiquiz, el cual era el autor de los libros de
texto… Al final me dio Sobresaliente. Quien le iba a decir que pocos años mas
tarde se convertiría en mi queridísima cuñada Ana María…
En 1974 yo estudiaba COU en Santa Ana (Los Remedios) y efectivamente por aquella época en lo que menos se pensaba era en estudiar; ya se creía uno que era un personaje, todo el dia dando motazos con las niñas y aunque yo lo que tenia era un Velosolex de 500 manos, siempre había un amigo generoso que me prestaba su Bultaco Junior que por entonces era "lo mas"....hasta que llegaban los de las Bultaco Lobito...y se acabo el rollo.
ResponderEliminarMe suspendieron Quimicas y Linguistica y pase el verano interno en Alfonso X pero me volvieron a quedar las 2 asignaturas, así que repetí COU en la Preuniversitaria y en Septiembre de 1975 comencé la carrera "Gracias a Dios".
Por cierto en aquella época, algunas noches yo le cogía (sin permiso) a mi madre un Seat 600 de color butano y aplicaba una técnica muy depurada para que no lo notasen. A saber:
Le daba el mangazo de las llaves, sacaba el 600 y donde estaba aparcado ponía unos contenedores de basura con el fin de poder dejar el coche en su sitio cuando llegase. Llegaba, quitaba los contenedores y los ponía donde pudiese y aparcaba el coche, le volvía a conectar el cuenta Kms., que era de cable como el de las motos y se accedía por detrás del cuadro....y aquí no ha pasado nada...bueno si pasaba que mi madre le decía a mi padre que el coche estaba gastando mucha gasolina últimamente.....
Un abrazo.
Pincho, yo tuve una Lobito azul, de las antiguas, muy usada... ya te contaré...
ResponderEliminarYo con el coche no me tangaba tanto... yo lo dejaba cada vez en un sitio diferente. Mi padre sabía que lo usaba y siempre me decía que no saliera de Sevilla... también te contaré la anécdota de la Plaza de España...
Un abrazo amigo.
Por lo que me cuentas creo que tu moto era una Bultaco Lobito 100 de 1966 o una MK2 de 1967.
EliminarPD: Te envío un enlace con todos los modelos para que recuerdes viejos tiempos:
http://www.motosclasicas.org/bultaco/muntanya/lobito.htm
Un abrazo.-
Yo, en 1974, estaba en segundo de EGB. En San Bernardo. Nos daba clases Don Álvaro, que nos sacaba en corrillo "al encerado" a todos los niños y nos ponía a cantar las tablas de multiplicar (entre otras cosas, claro). Llevaba un par de trenzas que eran el asidero perfecto para maestros enfadados, pero él, precisamente él, nunca me tiró de ellas. Ya casi no le pongo la cara; pero sí la voz. Por aquel entonces, pensaba que había dos países en el mundo: España y El Extranjero. xddd.
ResponderEliminarLochy, nunca te equivocaste en lo de los países: sigue habiendo solo dos paises en el globo terraqueo... y son exactamente esos. Lo que pasa es que hay muchos españoles que se quieren convertir en extranjeros aun viviendo en España... una tontera... pero somos así...
Eliminar¿Y por qué no se deja a cada cual ser lo que quiera ser? Se les cierra el grifo y se le dan dos palmaditas en la espalda... Lo que mucho me temo (aún a riesgo de ser prejuiciosa) es que, como en el resto de España, el gobierno no representa al pueblo, y esos españoles que dices, realmente no son muchos, sino unos poquillos de ná, con un iluso cateto recalcitrante a la cabeza.
ResponderEliminarSiempre digo que muchas de las mujeres de mi generación (l.955 y cercanos) fuimos el final de un tiempo y el principio de otro. No voy a analizar qué tiempo se fué y como era, puesto que como no lo viví no me siento legitimada para ello, pero si digo eso, que justo el cambio vino con mi generación, y no sólo politico, sino afortunadamente en muchísimas más cosas. En 1975 yo tenía 20 años, y sí que fuí consciente de final de una etapa y el principio de otra.
ResponderEliminarAhora, treinta y siete años después -que se dice muy pronto-, en una edad en la que se hace balance de casi todo, yo personalmente hago dicho balance, y pienso que las mujeres hemos conquistado muchísimos derechos que no teníamos afortunadamente, y bienvenidos sean por siempre, pero como en la vida no hay nada perfecto, ahora nos encontramos con esta crisis o como se llame, y resulta que muchas mujeres de mi generación y anterior a la mia, están "sacando" adelante con un enorme esfuerzo tanto físico como económico (por la edad y por lo pequeña que son las pensiones), a sus hijos parados y por lo tanto nietos. Sinceramente creo que si no fuera por estas-os abuel@s, nuestro país estaría muchísimo peor de lo que ya está. Por lo tanto yo digo que mi generación y la anterior a la mia, seguro que no tendrían-mos los derechos legítimos ahora conquistados, y repito, bienvenidos sean por siempre, pero que nadie dude de la labor de éstas otras mujeres maduras y mayores, porque están sosteniendo con sus manos y su esfuerzo a tres generaciones, que se dice muy pronto. Ellas no necesitan realizarse, ya están completamente realizadas ayudando a los suyos.
P.D. Con todos mis infinitos respetos hacia todos los derechos conquistados y por conquistar de todas las mujeres. Una mujer: Concha.
Me detengo un momento en mi trabajo para recordar a una GRANDÍSIMA MUJER con mayúsculas: mi queridísima Tata Meme. Ella dió su vida entera para ayudar a los demás; dió su vida por amor a los suyos: todos nostros.
ResponderEliminarTata, si tu vivieras ahora dirías: ¡Ay hija "la crise" esta!!!!. Te quiero Meme. Concha.