Pepita Perez, tiene dieciséis años, es una niña normal y corriente, estudia primero de bachillerato, no va ni mal ni bien, baila flamenco, tiene un hermano mayor, de diecinueve, que ya está en la Universidad, y una hermana más pequeña, de ocho años, el caprichito de sus padres.
Los viernes y los sábados sale con su pandilla de amigos del cole a un botellón que esta en las afueras de un parque de su ciudad. Allí se encuentran con otros muchos jóvenes de su edad. Han comprado previamente en una tienda de barrio unas botellas de vermut, cervezas, ron, refrescos y hielo. Ponen música a todo volumen, bailan, fuman mucho tabaco y un enterao se ha liado un porrito de maria.
La Guardia Civil vigila el tráfico en un cruce cercano y realiza pruebas de alcoholemia a los conductores. La Policía Local patrulla los lindes de la botellona y le ordena a algún chaval que baje el volumen de la música.
Pepita Perez está contenta, esta noche ha dicho en su casa que duerme con su amiga Loli. Los padres de Loli están separados y no tienen hora de llegada porque la madre al parecer duerme fuera de casa.
Pepita bebe, fuma y baila. Después discoteca de mayores. Entran si dificultad, van lo suficientemente pintadas y maqueadas, además la seguridad que dan las copitas les hace estar deshinibidas. Más copas, otra calada a un porro en el cuarto de baño... Sin darse cuenta se está pegando un lote con un guaperas que le han presentado, tiene diecinueve años, moreno, ojos verdes y un Seat León colorao en la puerta.
Yo te lleve a tu casa. Estoy con mi amiga. No te preocupes, dime donde vive tu amiga y yo te llevo. Tiene dieciséis años, no sabe lo que hace. Se monta con el pavo en el Seat Leon.
Al mes decide abortar, entre sus amigas han llegado a esa conclusión. Nadie se va a enterar, además, es legal. Un poco de dinero entre todas, otro fin de semana en casa de Loli y ¡voila! Asunto solucionado. ¡Gilipollas, la próxima vez usa condón!
Mientras, su padre, cincuenta y seis años, en paro, amargado, no se puede fumar un cigarrillo en el bar de la esquina. Y se lamenta con los amigos de la dichosa ley antitabaco.......
Totalmente, y si no es a abortar es cada fin de semana o alternos a pedir en distintas farmacias la pastilla del después (no sé como llamarla), que en mi opinión tenía que estar regulada en una base de datos en las mismas farmacias, en centros de salud o planificación familiar para poder hacer un uso adecuado y absolutamente aislado y llevar un control médico de esa carga de hormonas. Estas cosas son las que están pasando en una sociedad bastante disparatada, como sabes Manolo es director de un instituto de más de mil alumnos - alumnas, (hoy hay que hablar así....) y cuenta cosas impensables, solo decirte que a uno de sus compañeros lo denunciaron por echar a un alumno de clase, y lo denunciaron los padres, y como ésa muchisimas, raro es el día que no llega con alguna historia, embarazos de adolescentes incluidos......Como bien dices..con ésto que hacemos..pues no fumar.
ResponderEliminarbuenisimo
ResponderEliminarPepita Pérez, Loli, los padres de Loli, la Guardia Civil, el detector de alcohol, el Pavo del Seat-León ... solo son una parte más de una postergada realidad. Droga, botellón, embarazos precoces, padres separados, en paro, arruinados, ocupados, estresados… unas Tablas a las que muchos, pocos o algunos de nuestros/vuestros jóvenes han de saltar para representar el papel de su vida.
ResponderEliminarQuizás continuemos intentando asimilar la palabra ‘libertad’ y, sí fuera así, ¿¡¡cómo la íbamos a poder transmitir!!?
Gracias por el relato, es de los que llegan al corazón-razón.
Belén Ávila
Para representar el papel de su vida, el estado del bienestar, la libertad.....No tenemos ni repajolera idea..y ellos están perdidos..
ResponderEliminarVes Belén te dije que eres una dura muy sensible, todo corazón-razón.- Un beso.-
Lourdes Pareja-Obregón.-