"Casos Clínicos"

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Sevilla, Huelva, El Rompido, Andaluz.
Licenciado en Medicina y Cirugía. Frustrado Alquimista. Probable Metafísico. El que mejor canta los fandangos muy malamente del mundo. Ronco a compás de Martinete.

viernes, 11 de marzo de 2011

PORTACELI (y4)


Sexto de Bachillerato.
Curso 1971-72. Si en Quinto curso me convertí en Alquimista, en Sexto me sucedió algo muy especial que hizo cambiar mi vida. Aparqué la Alquimia, dejé de jugar al futbol,  entrené menos a Judo, olvidé los libros, le dije a mi padre que no a las cacerías, descuidé a los amigos: descubrí el maravilloso mundo de  ¡Las Mujeres!
Hasta entonces había tenido amigas de tu me gusta, ¿yo te gusto? y si acaso un beso en la cara. Pero mis colegas conocieron en una fiesta a unas niñas de Las Carmelitas, de catorce años, guapísimas, y yo empecé a ligar con una pecosa muy graciosa y divertida. (Ch.O.Z.)
Nos veíamos todos los días en el descampado de enfrente de su Colegío (hoy San Francisco Javier) donde pelábamos la pava antes de entrar por las tardes. Los fines de semana, la pandilla mixta de Portaceli/Carmelitas organizábamos bailes en una cochera vacía de El Plantinar. Una radio (no había luz electrica) unas velas (al princípio) para ubicarnos… y dale que te pego al baile agarrao, y besos van y besos vienen, horas y horas.
Ese año las hormonas se rebelaron contra mi mismo y yo no pensaba en otra cosa que en dale que te pego.
Empezó un mundo nuevo. Me maqueába y me lavaba los dientes todos los días. Empecé a preocuparme por la ropa, por las marcas, por los zapatos, hasta me compró mi madre unos Yankos en la calle Sierpes. Además en mi pandilla fuimos precoces con la motos (yo compré una Lobito a medias con Manolo Jimenez), salíamos todos los días, recogíamos a las niñas en la puerta de su Colégio y empezamos a entrar en los bares, sobre todo en el Bar Las Lilas (que ha sido mi segunda casa durante muchos años), y en El Coli: bebíamos cañas de cerveza, fumábamos como chimeneas y no mirábamos un libro.
Muchas veces nos perdíamos por las tascas del barrio de Santa Cruz, bebiendo vino y ligando con las excursiones de “extranjeras”… eran “días de vino y rosas”.
En el Colegio no tenía problemas, éramos casi los mayores y usábamos la veteranía para nuestra comodidad. Teníamos muy buen rollo con los profesores, éramos amigos y nos trataban como a adultos.
Yo estuve todo el curso sin dar ni golpe, pero me encantaban algunas asignaturas y no las llevaba mal, la Física y la Filosofía sobre todo. De ahí me viene mi afición a la Metafísica, pues siempre me ha gustado conocer y preguntar el por qué de todo.
La signatura más me gustaba era Literatura, disfrutaba con los libros de texto, me gustaba conocer la vida de los autores, sus libros, sus pensamientos, etc. Hasta me aprendí de memoria con mi compañero Carlos Reál Gil, gran parte de Las Cantigas de Santa María, de Gonzalo de Berceo, en castellano antiguo.
Pero tuve la mala suerte de tener un profesor de Literatura que no me tragaba, ni yo a él. Era un perfecto gilipoyas, un imbécil con aires de señoritingo, un hortera con ínfulas de juventud, un vaina. Nunca me respetó, me odiaba porque yo era todo aquello que a el le hubiera gustado ser: yo era un tío libre, con dos cojones, con criterio, a pesar de mi corta edad.
Estaba terminando el curso y hacíamos un examen de Literatura, un compañero me preguntó o yo le pregunté algo, no me acuerdo. El Gilipoyas se alegró de trincarme hablando, me dijo que no siguiera haciendo el examen que estaba suspendido. Yo le contesté que no tenía motivo para eso, que mi examen estaba casi terminado y que estaba bien hecho. El Gilipoyas se encendió y me dijo que subiera a la tarima, mientras con gesto chulesco se quitaba el reloj, que era lo que solía hacer antes de pegarle una bofetada a un alumno. Yo me levanté muy cabreado y le dije que no tenía razón, que era injusta su actitud y que no pensaba acercarme a la tarima: “a mi ya no me pega nadie y menos usted” fueron mis palabras desafiantes.
Se quedó helado. Me echó de la clase. Salí dignamente. Al terminar el examen fue a buscar al Padre Mendieta, el Prefecto. El cura vino y me dijo que me fuera a mi casa y que hablaría con mi padre. Me fui a mi casa acojonado, pero interiormente tranquilo. Se lo conté a mi madre primero, que se enfadó, y después a mi padre, que no dijo nada. Por la tarde llamaron del Colegio y se puso al teléfono mi madre, mi padre seguía sin decir nada. A la mañana siguiente yo no fui al cole, fue mi padre. Cuando volvió estuvo un rato hablando con mi madre y al salir me dijo: “esta tarde vas al Colegio, quedan dos semanas para que acabe el curso, despídete de tus amigos”. Pero no me lo dijo cabreado conmigo, más bien cabreado con el Colegio.
Efectivamente me suspendieron absolutamente todo. El Gilipoyas lo consiguió. Lo que no consiguió fue doblegarme a mí ni a mi padre, pues sé de buena tinta que en la reunión, cuando el bobo empezó a rajar de mi, el Padre Mendieta tuvo que sujetar a mi padre y el Gilipoyas casi se mea en los pantalones…
Al año siguiente echaron al Gilipoyas del Colegio por liarse con una alumna de COU, un escándalo que le costó muy caro. Después de eso tuvo muchas acusaciones de malos tratos y vejaciones. Creo que está borrado de la lista de Profesores del Colegio.
Mi madre quería que me quedara castigado estudiando en Sevilla todo el verano. Mi padre dijo que ni pensarlo, que a El Rompido de cabeza, y que el curso siguiente repetía interno en Alfonso X El Sabio.
Pero esa es otra historia.

18 comentarios:

  1. Celso, al leer tus sinceras palabras se me han saltado las lagrimas....Papá era hombre de pocas palabras con sus hijas (aunque nos quería a todos por igual), pero algunos consejos que me dió jamás los he olvidado. En una ocasión me dijo: " hija, tu siempre en tu sitio, pase lo que pase", y siempre lo he intentado; como todos nosotros, que gracias a él y a mamá somos unos grandes "luchadores" en nuestras vidas. Muchos besos. Tu hermana Concha

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  2. Yo sería un mentiroso grande si culpara de mi fracaso escolar a alguien que no fuese yo mismo, pero tuve profesores que contribuyeron mucho a ello.
    Te entiendo perfectamente.
    Saludos

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  3. Curro Esquivias Franco12/3/11 00:28

    Celso que grande eres no mencionando el nombre del gilopollas de Literatura que no pudo contigo que ya eras un hombrecito con coraje y gallardia. Loa pobre gente queda en el camino de las grandes personas, que ademas no guardan rencor sino inutil lastima.

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  4. Loa a las grandes personas que cultivan la grandeza auténtica, la de verdad....

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  5. UUff!! que mal me ha sentado que el Sr. Zapatero mande a alguién de forma absolutamente cínica y desde luego peyorativa a "hablar con Dios".- ¿No tiene tanta "memoria histórica"..?, pues debía acordarse dónde está. Un presidente de un gobierno jamás debe entrar en temas de falta de respeto y de opinión personal encubierta...No es cuestión de banalizar una frase, es que con éstas cosas PARECE demostrar que usted no tiene categoría ni peso político para ser un presidente de gobierno respetuoso y ecuánime, porque la libertad y el liberalismo, Sr Zapatero, son otra cosa, desde luego no su gestión y sus salidas de tono.....yo voté al psoe en muchas ocasiones, pero es que usted me lo está poniendo cada vez peor, atentamente, ayyyyy señó.

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  6. Me recuerda mi primo Ignacio Solís, que sabe tela de Portaceli porque estuvo desde pequeño hasta Sexto, y creo que estuvo interno y todo, que al profesor de Literatura le llamábamos "El Chicle" porque nadie lo tragaba....

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    2. Justo, Justo Lapetra...me acuerdo de vosotros, Eduardo Dato... el campito... etc... Un fuerte abrazo.

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    3. Éramos dos mi primo Pepe y yo. Menudo era el chicle. Mantener tu dignidad te costó repetir curso... Y de interno. Menuda época para las libertades.
      Me encanta tu historia, las lobito, los abrigos loden, las chicas.
      3n cuanto a tus aficiones alquímicas acaban de publicar el libro mutus liber abierto, donde se me cita como el descubridor del enigma de mutus liber. Resulta que los alquimistas empleaban una aleación Ana, de bismuto y antimonio.Soy el descubridor.
      Hace poco me opero Nono Gallardo, no se si lo recuerdas, promo del 75.Me saco de una buena. Gracias cirujanos.
      Recuerdo una anécdota de chulería, me paso con 19 años, otro profesor gilipoyas, se reía de todos, le plante cara, me reí de él. Y bueno, pues ya se sabe, suspendido.
      Sabes que? Un buen momento en mi vida, para recordar.
      Un abrazo.

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  7. Me gustaría no tener que estar escribiendo estas palabras, pero creo que es obligado acordarse de las miles -quizás millones- de personas que en estos mismos momentos están sufriendo horriblemente a causa del maremoto acaecido en Japón. Desgraciadamente hay muchísimos lugares en la tierra donde las desgracias son enormes. Sólo pensar que tantísimos seres humanos, hombres, mujeres, jóvenes, niños, carecen de las mínimas condiciones para tener una vida medianamente digna, o lo que es peor, para poder sobrevivir, encoge el corazón. El mio está con ellos. Concha P.O.L.P.

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  8. Pués Lourdes, esta vez te va a poner fácil no votarlo. No solo se está tratando peyorativamente a los creyentes, sino al que está en contra del aborto, a los que llevan un crucifijo, a los que no quieren que su hija tome la píldora del día después, a los que dicen (ya timidamente) que son del P.P., a los que están en contra de la pornografía en la tele a cualquier hora, que se le llame a la unión (que se unan me parece bién) entre dos hombres o dos mujeres matrimonio (que no es lo mismo con una unión legalizada bastaría)... ¿Esto es democracia? Esto es una dictadura de lo peor... de un inútil demostrado. Debería respetar más las creencias de cualquiera. Yo soy creyente. Soy cristiano.
    ¿Cómo puedo votar a un partido con el que moralmente no estoy de acuerdo en nada? Sería traicionar mis principios, mi ética. Y no me dá la gana, no señor. Y aún así, respetaré al que esté de acuerdo con su forma de gobernar y sea fiel a su partido. Pero yo no puedo comulgar con ruedas de molino. Que haya respeto democrático para todos, no solo para el PSOE.

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  9. Francisco G.S.12/3/11 23:41

    ¡Qué bueno,Concha!Verdaderamente las imagenes sobrecogen.
    Un saludo.

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  10. Celso, tu evocacion portacelitana me ha sabido a poco. A ver si la estiras un poco más, como El Chicle (lagarto, lagarto). Ah, y de lo que te dije en San Lorenzo, el estreno de "El joven Telémaco" fue el 23 de septiembre de 1866 en el Teatro Variedades de Madrid, con libreto de Eusebio Blasco y musica del maestro Rogel, representada por la compañia de Arderius. ¿Concuerdan estas fechas con las que manejas para la novela "La Suripanta"? Te debo fotocopia del libro de José Maria Iribarren, "El porqué de los dichos", del que tomo los datos.- TU PACIENTE IMPACIENTE

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  11. Gane o no gane !!VIVA MI SEVILLA F.C.!! Aprovecho pa recordarle a mi hermano que nuestros vecinos de Eduardo Dato eran las "viejas glorias" del sevilla. Diego Villalonga, Raimundo Blanco, Juan Arza, Marcelo Campanal....y sigo repitiendo como una lección Dieguez, Achçucarro..

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  12. P.I. (Paciente Impaciente). Las fechas que me dices coinciden con las que me ha enviado mi prima Rocío, que es una gran "historiadora" familiar.
    Me animas a que escriba una novela,basada en la vida de mi bisabuela, que la verdad es que fue muy interesante, pero debo recopilar mucha información acerca de doña Celsa, sobre todo, y quizá sea lo más interesante, de la parte de su biografía previa a su llegada a Sevilla que a su posterior vida, que esa es más fácil de poner en pie. Te iré contando.
    Otra vez muchas gracias por tu interés y tu apoyo.

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  13. Hermana Lourdes eso no me lo tienes que recordar. Mis primeros amigos de mi infancia, de mi vida, que siempre estábamos juntos, eran Diego Villalonga; Jose Miguel y Raimundo Blanco, a los que recuerdo muchisimo y desgraciadamente veo muy poco desde hace unos años, pero los sigo queriendo como si fueran de mi familia. Pienso escribir mucho de estos amigos y de nuestras andanzas y aventuras por nuestro barrio de Nervión.

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  14. Anónimo2/5/11 22:00

    Perdona que te haga una pregunta , ¿Pero Raimundo Blanco no vivia en la plaza de San francisco y no en Eduardo dato?

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  15. Raimundo Blanco el abuelo de mi amigo efectivamente vivía en la Plaza San Francisco, encima de la "Imprenta y Papelería Raimundo", que era donde se hacian las entradas y carteles de toros y de futbol.
    Su hijo Raimundo Blanco Toranzo, fué futbolista del glorioso Sevilla FC y titular de la delantera "Stuka": Lopez, Pepillo, Campanal, Raimundo y Berrocal. Cuando se casó con Pilar Fernandez (el mismo día que mis padres por cierto) se compró un piso enfrente de Estadio, en Eduardo Dato 22, encima del Bar Estadio, luego Las Lilas.
    Mi amigo es su hijo mayor Raimundo Blanco Fernandez "MUNDI", con el que me he criado y he visto el futbol con entradas regaladas por su padre desde que tengo uso de razón.
    También vivíva en mi misma portería en el 5º piso Diego Villalonga, un mítico futbolista del Sevilla. Su hijo Diego era como mi hermano cuando eramos pequeños y siempre íbamos juntos al futbol con Mundi y con Jose Blanco.
    Tiempos Gloriosos.

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