Algunas veces en nuestros paseos saludables por la campiña hemos podido observar a un pajarito posado en una rama o bien estático en el suelo, el cual se deja llegar sin levantar el vuelo, aunque se asombra de nuestra presencia e intenta huir dando rápidos saltitos. Es muy probable que nos hallemos ante un caso extraño y singular dentro del mundo de la ciencia Ornitológica y estemos presenciando una de esas rarísimas aves que nacen y crecen sin saber volar.
Es de vital importancia (para el ave) que actuemos de inmediato y sin la menor vacilación. Debemos enseñar a volar al susodicho pájaro en el menor tiempo posible. Es nuestra responsabilidad como ser humano superior y como ejemplo para todas las especies inferiores a nosotros, las cuales y por consiguiente nos imitaran, dado su inferior tamaño cerebral (y por no haber acudido a Centro Educacional, de Instrucción de Vuelo o de Enseñanza alguno).
Hemos de actuar con presteza y verdadera vocación didáctica, y, puesto que las aves no conocen idiomas humanos, (salvo los loros y cacatúas, pero no nos hemos de fiar de ellos), la enseñanza la efectuaremos de forma totalmente gráfica.
Primero tomamos con nuestras manos delicadamente al retrasado pájaro (cuidado con los picotazos si se tratara de un Condor Andino) y elevandolo con movimiento ascendente por encima de nuestras cabezas lo soltamos y dejamoslo expuesto a la acción de las Leyes de la Gravitación Universal y La Atracción de las Masas.
En este preciso momento nosotros iniciaremos un movimiento armonioso de brazos y manos, acción ascenso-descenso, enérgico pero elegante a la par, mientras inclinamos el nuestro tronco y tórax hacia adelante y elevamos nuestra nariz o apéndice nasal cara al viento (si lo hubiere), para que el emplumado ser de Dios vaya tomando nota de nuestro eficaz aspaviento.
A la vez que estamos realizando este altruista acto sublime de enseñanza, observaremos detenidamente el comportamiento de los educandos, y veremos que existen dos actitudes muy diferentes: 1º) que el ave se acojone y presa de un ataque de pánico cierre los ojos y las alas con pavor a la vez que extiende las patitas para amortiguar el aterrizaje, siendo entonces el resultado final, con elevada probabilidad, que se pegue un buen cebollazo casi siempre con resultados catastróficos, o, 2º) que, presa de un acto reflejo ancestral y genético, imiten nuestro enérgico manoteo y despliegue las alas sin saber muy bien para qué, pero debido a las Leyes Aerodinámicas y al efecto Bernoulli, (totalmente desconocidos estos efectos por las aves), comiencen un descenso planeante y placentero, con una toma de tierra mas o menos brusca dependiendo de varios factores: tamaño de la alas y peso del ave (colibrí/gallina), altura inicial del planeo y naturaleza de la superficie de aterrizaje (arena, ramas, cactus, etc).
Es de destacar que muchas de estas aves, durante el planeo descendente y con las alas desplegadas, inspiradas por nuestra muestra de grácil aleteo, inician un suave movimiento de abatimiento-extensión de sus alas. Si el ave no es totalmente inepta (como algunas gallinas que yo conozco) establecerá inmediatamente una relación causa-efecto entre el hecho de mover las alas y la repercusión aerodinámica que conlleva la acción precedente, apareciendo cierto grado de satisfactoria sustentación que le permitirá mantenerse en el aire durante un tiempo, llamemosle x, y dirigir su vuelo hasta el más adecuado lugar de aterrizaje.
Una vez que el pájaro ha volado, ya no hay quien le meta mano.
Es decir, Moraleja: Por poco que aletees, saldrás volando.
A los humanos nos sucede muchas veces lo mismo que a los pajaritos. Desconocemos la gran mayoría de nuestras capacidades, de nuestra fuerza interior. Pero en nuestro subsconciente reside una fuerza especial, la cual somos capaces de intuir cuando estamos sometidos a situaciones estresantes, dando paso a dos tipos de comportamientos:
1º) o nos quedamos paralizados por el pánico, nos entra miedo a seguir los dictados del subsconciente y nos estrellamos irremediablemente, o bien,
2º) nos estrujamos el magín en un momento, abrimos nuestras mentes sin miedo y somos capaces de resolver situaciones inesperadas con solo hacer lo lógico, lo primario, lo sensato, aunque no estemos acostumbrados a hacerlo por no haberlo realizado nunca previamente.
De este modo tomaremos el control de nuestro “vuelo”, es decir de nuestras vidas, decidiendo hacia donde queremos volar, que corrientes de aire debemos seguir, a que altura, que velocidad de planeo, y donde y cuando nos vamos a posar.
En caso contrario es muy probable que terminemos enjaulados y comiendo alpiste.
Resumen: hay que aprender a “volar” cuanto antes. No tener "miedo a volar”.
Pues aletéemos con decisión y valor, aprendámos a volar aunque nos asuste el vacío debajo de nuestros pies y el temor a despañarnos..superados éstos miedos iniciales, lentamente volaremos, quizás no los más rápidos o los más altos, pero de lo que se trata es de volar.- MORALEJA.- Cuánto te quiero, hermano.- muuaa.-
ResponderEliminarCelso, hablando de "volar". Esta mañana he escuchado por la radio que once personas, once seres humanos, que iban en una patera huyendo de sus paises en guerra, se han ahogado cuando se dirigían a Italia. Desgraciadamente, ahora, con la llegada de la primavera y del verano -ojalá no sea así- empezaremos a ver casos como este. Para estas personas no hay crisis porque nunca han conocido el bienestar. Ellos sólo quieren llegar a la tierra prometida, aunque para eso tengan que poner en muy alto grado de riesgo sus propias vidas. Es algo terrible, y yo sólo quería acordarme de ellos aunque sea con este pequeño comentario. Besos hermano. Concha.
ResponderEliminarConcha las noticias de la tele estan superdirigidas y supercontroladas por los gobiernos, es decir por los que tienen el Poder, es decir por los Bancos, es decir por un puñado de hombres sin escrúpulos. En el mundo se mueren a diario miles de inocentes de hambre, de enfermedades banales (diarreas) de malaria, de sida, de guerras injustas, de crimenes permitidos por los gobiernos internacionales (China, por ejemplo)... y no pasa nada, nadie hace nada por evitarlo. Las noticias de la tele son para que no pienses en otras cosas, solo para eso.
ResponderEliminarEres muy buena. te quiero mucho.
Puede parecer un comentario injusto, o poco comprensible, pero creo que en el "primer mundo", en la civilización más avanzada también se sufre mucho, no me gusta ni nombrar las cosas más terribles, que las hay, pero la soledad, la incomunicación la falta de comprensión y la "agresividad civilizada", son terribles y muy frecuentes, por supuesto tenemos muchísimas cosas buenas, pero el ser humano en general no se libra de nada..
ResponderEliminarLourdes, completamente de acuerdo. Precisamente hoy he leído una frase que me ha encantado y que yo creo que viene al caso: "Como no puedo gobernar los acontecimientos, me gobierno a mí mismo". Concha.
ResponderEliminarConcha ésa frase está muy bien, quiere decir mucho. Cuando te superen las cosas, supérate a tí mismo intentando sobreponerte...!!qué bien!!..y además creo que ahí está el secreto de muchos problemas internos....Hermana..siempre fuiste más fuerte que yo..muchas gracias..
ResponderEliminarLourdes, para nada me siento más fuerte que tu. Cada uno de las dos -de las tres con Pilar- somos -creo yo- munjeres bastante fuertes. A cada una nos ha tocado (hasta ahora, y Dios quiera que por muchos años más) sortear nuestras personales dificultades en la vida, y las tres por igual lo hemos hecho, bajo mi punto de vista, bastante bien. Muchos besos. Concha. P.D. También le tenemos que dar Gracias a Dios por todas las cosas buenas que nos ha dado, que son muchas.
ResponderEliminarLA RISA.-
ResponderEliminarHe leído que la risa tiene unos efectos muy beneficiosos para el ser humano.
El artículo explica con funfamentos científicos, el origen de éste acto reflejo e instintivo. Parece ser que es consecuencia de la evolución del cerebro humano, reímos o sonreimos cuando nos encontramos felices y bien, el ejemplo del bebé sonriente es muy ilustrativo.
Pero cuando ya podemos procesar algo que nos haga reir, sonreir, o carcajear, por lo visto se desarrollan en nuestros cuerpos éstas reacciones:
A nivel cerebral se producen reacciones químicas que facilitan y favorecen los procesos neuronales, llevándonos así a un estado de mayor lucidez y optimismo realista.
En lo que respecta al cuerpo, dice que: libera endorfinas (no sé lo que és, pero debe ser muy bueno), equilibra el ritmo cardíaco, acelera la producción de jugos gástricos favoreciendo la digestión, calma el estrés y la ansiedad, por lo visto se forman no se qué sustancias (Celso sabrá) que refuerzan los beneficios celulares, siendo muy bueno para la prevención de enfermedades graves..toma ya.., y por último y no menos importante, llegados a un estado de euforia, la risa limpia los esfínteres.- TODO UN EXITO.-
EL MIEDO.-
Por el contrario el miedo, o lo que es lo mismo, la ansiedad llevada a ése extremo tan profundo, produce unos efectos muy negativos para el ser humano.
Por lo leído, en un principio, las sustancias o los procesos que se desarrollan en nuestro cuerpo (en todos los mamíferos ésta vez), no son perjudiciales, puesto que el cerebro nos prepara para una posible defensa ante un ataque real.
Se acelera el corazón, sube la presión arterial, se dilatan las pupilas para una mejor visión, los orificios nasales se abren como una alerta ancestral, las funciones que no son precisas en ése momento para la vida, se nos paralizan biológicamente, por lo que se para el sistema de defensas del cuerpo (creo que es el sistema inmunitario), para dejarnos solamente con lo que interesa en un momento puntual de peligro, la adrenalina a tope y un estado de estrés preciso.
Lo malo de ésto es cuando ése estado se alarga en el tiempo, es entonces cuando de acuerdo con lo descrito anteriormente, estamos a merced de enfermedades, puesto que el sistema inmunológico está relentizado, padecemos problemas de estómago puesto que los jugos gástricos también esperan que pase todo, y muchos otros problemas más. Y es que con un estado de ansiedad-miedo continuos, estamos engañando biológicamente al cuerpo, que se equivoca sabiamente en todos los desatinos que ocurren por un miedo prolongado. TODO UN DESASTRE.-
Porqué se dirá: "Me meo de risa" o "Me cago de miedo"... yo presenciado a varias damas de mi querida familia hacerse pipi de risa en multiples ocasiones.
ResponderEliminarYo cierta vez me obré en los pantalones, no precisamente por un ataque de pánico, mas bien por un "ataque de mosto"...
Andaa yaaa, reirnos nosotras....qué dise tú--Y obrar tuuuuuu?. Tu nunca tienes ganas....jaja, un beso guapo.
ResponderEliminarLourdes y Celso, sois lo más.Esas mentes no paran. JAJAJAJAJJJJJJJJ¡¡¡¡ (Sobran comentarios) RPO
ResponderEliminarA mí me encanta reirme. Me ocurre una cosa curiosa, muchas veces estoy en mi casa y me acuerdo de tal o cual situación graciosa que he vivido y me río yo sola. Con mi familia me río mucho cuando nos reunimos; siempre nos contamos cosas tronchantes, muchas de ellas mentiras, pero eso es lo de menos. Lo que más me gusta es que nos reímos de nosotros mismos. Besos.
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