El paso de Media a Ingreso imprimía carácter. Tienen ustedes que tener en cuanta que en ingreso ya teníamos nueve años, algunos diez. Incluso alguno apestaba a tabaco más que el Padre Uriarte a rapé.
Era un curso especial porque no se podía catear, teníamos que aprobarlo todo para pasar a Bachillerato. No sé porqué, quizá sería por la ubicación de la clase, pero recuerdo aquel año muy sombrío, frío y desangelado. El profesor era don (no me acuerdo)…… ya mayor, muy educado y poco dado a las bromas. Ese año me dediqué al futbol, creo que jugaba unos cuatro partidos al día, terminaba de comer y salía corriendo al colegio para jugar con los internos y los mediopensionistas. Por la tarde, al salir, me quedaba rezagado apurando las horas de juego hasta que sonaba la campana que llamaba a los internos. La verdad era que no estudiaba mucho, pero me bastaba con poner atención en clase, no me dieron ningún cate.
Era un curso especial porque no se podía catear, teníamos que aprobarlo todo para pasar a Bachillerato. No sé porqué, quizá sería por la ubicación de la clase, pero recuerdo aquel año muy sombrío, frío y desangelado. El profesor era don (no me acuerdo)…… ya mayor, muy educado y poco dado a las bromas. Ese año me dediqué al futbol, creo que jugaba unos cuatro partidos al día, terminaba de comer y salía corriendo al colegio para jugar con los internos y los mediopensionistas. Por la tarde, al salir, me quedaba rezagado apurando las horas de juego hasta que sonaba la campana que llamaba a los internos. La verdad era que no estudiaba mucho, pero me bastaba con poner atención en clase, no me dieron ningún cate.
Primero de Bachillerato. Ya no éramos niños, éramos hombres de tomo y lomo. Las cuatro “secciones” juntas en el “estudio”, al cuidado del “malvado” Hermano De La Vega. Creo que los Hermanos no daban de sí para llegar a curas. A mí si me dio de sí: me dio fuerte y flojo, me tenía las patillas arrancaitas y le gustaba el numerito de la regla en las palmas de las manos.
Entonces la educación era algo que los chavales “notabamos” las 24 horas del día: a diario en nuestra casa con el ejemplo de nuestros padres y nuestros mayores y sobre todo en el Colegio, aprendiendo día tras día de unos señores, “los profesores”, que se esforzaban por transmitirnos sus conocimientos. Unos lo sabían hacer con “arte” y templanza; otros con ordenes y amenazas (a veces con un guantazo), pero el resultado se dejaba notar y nuestro carácter se amoldaba, sin darnos cuenta, al carácter “jesuita”: éramos al mismo tiempo Marianos (De María, La Inmaculada Concepción de la Capilla) y Liberales de opinión; de Misa diaria y de charlas sin censuras con aquellos Misioneros que nos hablaban de otra manera de vivir la religión católica, de entrega desinteresada a los más desfavorecidos, de dar sin esperar recompensa…
Una mezcla de magníficos profesores laicos, que sabían latín (textualmente, nunca mejor dicho) y de sacerdotes muy letrados, algunos con varias carreras universitarias, que enseñaban y promocionaban al que quería aprender y creo que detestaban a los que no se esforzaban o no daban más de sí (en eso eran algo “clasistas”).
En Bachillerato, cada asignatura era dada por un profesor distinto. Puedo nombrar a casi todos los que me dieron clase, pero guardo un especial recuerdo de los siguientes: el buenazo de Don Augusto; Don Germán, hablando y perorando en Latín, insultaba como nadie; Don José Alba y su andaluz cerrado; el Padre Agustín Alcalá haciendo estratosféricos experimentos de Física en el Laboratorio; El Tuto (Restituto Méndez S.J.) enseñando Matemáticas por cojones. El Padre Rafael Halcón hablando ingles y siempre cabreado conmigo. Don Félix, intentando que yo aprendiera a dibujar con compás y escuadra, ¡y pasarlo a tinta china! Un cura que me dio Geografía en Primero (¿el Padre Varela?) y me pegó una leche bien dada. El Padre Ríos y sus Montañeros de Santa Maria (cuando cuente lo que me pasó no lo vais a creer…) Las clases de Religión-Teología que nos regalaba el Padre Rafael Lecaróz. Entonces el Prefecto era el padre Mendieta, un gran vasco, de buen corazón, que dirigía el Colegio con disciplina y con justicia.
Tuve de Profesor de Gimnasia a don Santiago Tejera, que había sido entrenador del Betis y entonces lo era del Portaceli FC, con el que llegué a jugar en los Infantiles, y luego a don José Luís Montoya, “El Montoya”, que me enseño a correr los 400 metros a base de mensajes en voz alta del tipo: “Parejaaaa…como te coja te vas a acordar de mi…” . Juro que me cateó la gimnasia, según el por “desacato a la autoridad”.
Aprendimos muchas cosas, pero sobre todo nos enseñaron: Educación, Respeto, Conducta, Urbanidad… ya no oigo hablar de esas “asignaturas”.
Aprobé Cuarto y Revalida en Junio, ni me lo creía. Por eso creo que me dejaron ir al Campamento de Los Montañeros de Santa María, al pantano de los Bermejales en Alhama de Granada, las dos semanas más largas de mi vida. (Repito que tengo que hablar de esta experiencia)
Continuaré.
Entonces... ¿Es a D. Germán a quién le debemos tus maravillosas traducciónes de pregones al latín? ¡Que arte, primo! Ya estoy deseando ver que pasa en 6º y reválida.
ResponderEliminarEfectivamente faltan hoy en día asignaturas muy importantes. También faltan Salves Marianas, El mes de Mayo (con flores a María),el miércoles de ceniza, con las frentes tiznadas de vuelta (que nos recordaba que polvo eramos y en polvo, reverterum) y como nó, los prohibidos cruzifijos. En cambio, sobran otras muchas "asignaturas" que aprenden los niños de hoy y que son preciosas, "educación de la ciudadanía" por ejemplo. Por lo visto, nosotros de eso no sabíamos nada. Besos. Rocio
La Educación para la Ciudadanía y el Ciudadanío (que se enfada Lerelere) pretende que nuestros hijos, todos nosotros, se rijan por normas sociales absurdas: la igualdad COMPLETA de mujeres y hombres (absurdo científicamente); acabar con el "lenguaje sexista" (Pepe llama al fontanero o a la fontanera que se ha roto el grifo o la grifa); la LIBERTAD sin cortapisas para los menores de edad (aborto con 16 años), con ausencia de modelos a los que respetar e imitar: falta de respeto y obediencia a los pades, a los profesores, a las personas mayores, a la autoridad, a las normas de circulación, a las Leyes. Caso Marta, por ejemplo. En una misma pandilla: un asesino despiadado sin escrúpolos, dos complices encubridores, dos menores mentirosos, el hermano mayor, cooperador necesario, la novia que no sabe nada.... así nos luce le pelo.... y esto es solo el principio.....
ResponderEliminarSoy Celso, que estoy fuera de casa.
Fuí una niña de las que mi hermano nombra, "detestada" por ALGUNAS monjas del colegio porque era muy inquieta y no estudiaba nada, las cosas como son, asumo mi culpa y si hubo algún castigo de más, no pasa nada, he aprendido muchas cosas buenas que me han servido para lo que hoy soy. Tengo 56 años (recién cumplidos..), soy madre, ama de casa, trabajo duro, leo, aunque parezca increíble, estudio, lo juro y escribo (mal). Mis hijos son estupendos (como todos los de la familia, es que es verdad), estudiantes brillantes salieron de casa a los 18 años para irse a Sevilla y hacer sus carreras en la universidad y además aprender a valerse por ellos mismos, las dos cosas las han hecho a la perfección. Tengo un hombre al lado desde hace 31 años que es buenísimo..y profesor. Estudió C. Físicas en la universidad de Sevilla, sacó las oposiciones por exactas y es profe de matemáticas. De los 31 años que lleva en la docencia 21 de ellos son de director de instituto por elecciones de los distintos claustros, unos tras otros. El me dice que con mi afán por aprender y mi rapidez, no hice nada en el colegio porque "no me dió la gana", también dice que a él particularmente siempre le han interesado más los alumnos y alumnas (lo siento..), que por distintas razones les cuesta más trabajo, que los que van bien, porque éstos últimos siguen sin problema al profesor, aunque "hay que darlo todo", porque según él después de la salud la formación es lo más importante. Por lo que me cuenta, encuentra muchos problemas en las actitudes de algunos padres, para nosotros jóvenes. A sus hijos no se les puede reñir prácticamente nada, menos castigar, alzar la voz es denunciable..Los chicos se sienten respaldados por una nueva generación de padres que no comprenden lo que es el valor del esfuerzo y una mínima disciplina. En cuanto a la educación religiosa, yo soy creyente y mis hijos también, mi marido no lo sé bien porque no habla de éso, solo ha querido educar a sus hijos en la religión y últimamente me acompaña a Misa, yo le digo que se está haciendo viejo y el se ríe y no me dice nada. Con la E.p.la ciudadanía dice que aunque no es muy partidario, es nuevo para él, todo depende de la ética del profesor..Bueno y ya no me enrollo más, un beso a todas mis amigas del colegio, os quiero, y a una monja que fue estupenda, Mother Miryam, (Carmen Ybarra EPD), una vez me dijo que a mi hermana y a mi era a las dos niñas que más quería del colegio..no se me olvida, ni la olvido..
ResponderEliminarEsto sigue con muy buen tono. ¿Sabes que Santiago Tejera, el que os daba gimnasia, era hijo de Domingo Tejera, el director de "La Union", el periodico diario de los carlistas que cerró...Franco. ¿Quién os daba Politica, o sea, Formacion del Espiritu Nacional? ¿Todavía Antonio Quijada Galán, como a nosotros? Ah, Celso, una corrección: Ingreso no se llamaba así. Era Preparatoria Superior. Los grados previos al Bachillerato era Preparatoria Inferior, Preparatoria Media y Preparatoria Superior. El Padre Lecaroz era un santo varón, que tenia un sobrino que trabajaba en Administracion, con Pepe el Gordo y con aquellos dos hermanos de cuyo nombre no me acuerdo, y uno de los cuales era guardia municipal que actuaba como delegado gubernativo en la plaza de los toros.. Te iré mandando más notas de lecturas en los siguientes capítulos. Estos sí que son recuerdos del colegio, y no el peñazo de la revista "Plenitud" de los AA.AA. - TU PACIENTE IMPACIENTE
ResponderEliminarCorroboro,en lo que a mí respecta, todo lo que cuenta Lourdes un poco más arriba (por algo somos gemelas), y yo añadiría algo más: cuando mis hijos eran pequeños, aunque ya no bebés, me decidí a terminar las asignaturas de cuarto y rebálida que no terminé -dos nada más-, y me dijeron que lo mejor era hacer el Graduado Escolar puesto que el sistema -logicamente- ya había cambiado. Lo hice en una academia (estudiando por las noches), y los profesores, al terminar el curso que aprobé con sobresaliente -eso no tiene ningún mérito-, me aconsejaron que hiciera el acceso a la universidad para mayores de veinticinco años, puesto que era una pena que no siguiera estudiando (Lourdes, estoy segura que a tí te hubieran dicho lo mismo). No lo hice por razones que no vienen al caso, pero lo suplí intentando leer, ver cine, escuchar música, viajar, informarme, en una palabra: aprender las cosas buenas de la vida. Hoy no me arrepiento. Tengo dos hijos maravillosos, los dos con sus carreras universitarias, un marido médico y buen profesional, y una nieta que me tiene loquita. Lourdes, yo estaba contigo cuando Mother Miryam nos dijo aquello y tampoco lo olvido. Besos .Concha
ResponderEliminarHe intentado acordarme del nombre del profesor de FEN, pero no me sale... era civil, por supuesto (jajaja). No me suena Antonio Quijada Galan.
ResponderEliminarEl libro de FEN era gordo con pastas grises e infumable, yo nunca entendí una sola palabra de lo que decía. Pero puedo prometer y prometo que algunos empollones (Principes del Colegio) se estudiaban y aprendian de memoria aquellos peñazos de capítulos... me consta que al menos uno de ellos se "reconvirtió" y le he oído despotricar de los jesuitas.....
¿Son mis hermanas las gemelas para comerselas o no?
ResponderEliminarLas "mellizas", como les llamaban en el colegio, no son pa comérselas, son para hacerles un monumento. Porque son el ejemplo de mujeres que sin haber estudiado ninguna carrera universitaria tienen una preparación intelectual de alto nivel y se toman la vida en serio, fruto de sus inquietudes.
ResponderEliminarDe todas formas quiero deciros que os penseis seguir estudiando que nunca es tarde. Y os lo digo por mi propia experiencia.
Yo llegué hasta COU pero no entré en la Universidad, empecé a trabajar muy joven y, aunque me matrículé en la de Barcelona, no continué mis estudios. Pero siempre he tenido muchas inquietudes culturales de todo tipo, por eso este año he empezado la carrera de Historia. No os podeis imaginar lo contenta que estoy y la gran satisfacción que me está dando. Porque aunque hoy en día se puede aprender de todo sentada en la camilla de tu casa, via Internet, el hecho de ir a clase, hablar con los alumnos (de la edad de nuestros hijos!), intercambiar impresiones con los profesores, pasar largos ratos en la Biblioteca buscando textos, aprovechar los ratos libres en casa para, en vez de ponerte a ver la tele, hacer un trabajo, ... en fin, todo lo que conlleva ser universitaria, es un soplo de aire fresco que te llena la vida de ilusión. Yo lo recomiendo a toda aquella persona que le guste aprender. Lo que tengo un poco de miedo es enfrentarme a los exámenes, que ya no tengo cabeza para acordarme de tantas cosas, pero aún así, solo el hecho de asistir a clase me compensa. Lo bueno de esto es que si me catean nadie me va a castigar...
Además hoy dia dan muchas facilidades a los de nuestra edad para el acceso a la Universidad. Quien esté interesado que me llame. Ya sabeis que yo trabajo en la Universidad y os puedo informar. Venga, mellizas, animaos!!
Un beso. Delia.
Tu las vas a aprobar todas Delia, eras de las más listas de la clase, siempre con tu coleta anudada con una diadema verde estudiando en el autobús camino del cole, ¿te acuerdas de Felipa?..señó.., bueno un beso gordo prima..
ResponderEliminarDelia, tienes mucha razón en todo lo que dices, pero sigo insistiendo en que la universidad de la vida -con todas sus difíciles asignaturas- te enseña tanto como la otra (que sólo es en sí misma una asignatura más). Es muy enriquecedor todo lo que cuentas, pero cuando yo me lo planteé, hice balance de mi vida en aquel momento, y las prioridades que yo elegí pesaron más que todo eso. Seguramente me faltó valor, o arrojo, o voluntad, quien sabe nada....De todas formas aprobecho la ocasión para felicitarte, y animarte para que sigas estudiando. Muchos besos. Concha P.O.L.P.
ResponderEliminarAh¡ Delia, que se me olvidaba, no dejes de llamarme cuando os reunáis las antiguas alumnas para comer. Besos para todas. Concha
ResponderEliminarCelso como disfruto. El profesor de FEN se llamaba don Abraham, de mote "el caballo" un hombre serio y ´metódico en la enseñanaza, su metodo era leer y leer aquel libro con la doctrina del régimen y subrayar aquellas frases que a su juicio eran las principales. Uno se aprendia aqeello de memoria y los examenes que eran orales eran un concurso de papagallos bien aleccionados, pero entender no se entendia nada, claro, empezando por el "movimiento" ¿que movimiento es ese? ¿que es lo que se mueve tanto? Celso mandame un mail donde te pueda enviar una cosa pudes enviarmelo al movil mismo. un beso a todos
ResponderEliminarEn nuestro colegio también nos hacían un concurso oral pero con el catecismo. Nos lo teníamos que aprender de memoria, palabra por palabra, con sus puntos y sus comas. Es más, si cambiabas una palabra por otra, aunque significara lo mismo, perdías. Con lo cual, eramos tambien papagayas aleccionadas que no comprendíamos ni la media de lo que allí se decía. Yo lo pasaba fatal con eso de tener que hablar en público y si te equivocabas, no veas!
ResponderEliminarEn cuanto a FEN y el "movimiento", tuvimos en 6º de bachillerato a una profesora muy buena que no nos hacía aprender nada de memoria, al contrario, intentó que aprendieramos a razonar, a pensar, en fin intentó "formar", y... ¡LA ECHARON DEL COLEGIO!!
Lo de siempre Delia, lo he aprendido en la universidad de la vida: a todo el que vale de verdad, intentan taparlo como sea....De todas formas, cuando llegamos a la madurez, nos vamos dando cuenta de quien o qué es realmente importante en la vida. Concha P.O.L.P.
ResponderEliminarTus hermanas las mellizas, son para comérselas desde chiquititas. Adoradas en el colegio por monjas y profesoras. Queridas por sus hermanos, primos, hijos y sus maridos. Trabajadoras, buenísimas madres y buenas hijas, correctas y escúchandote siempre con cariño. Respetuosas con todo el mundo.Espontáneas. Sinceras.Marujonas cuando se tercia.Divinas.Divertidas.Familiares.Sencillas. Entrañables en su trato. Adaptándose a todo lo que les ha ido tocando vivir...¡¡y con dos maridos surfridores de bandera¡¡ Toda la vida con el mismo hombre. Que suerte, eso no lo puede decir todo el mundo hoy en día. Besos a las dos guapas, mis primas las mellizas. R.P-O
ResponderEliminarGracias Curro, ahora me acuerdo perfectamente de don Abraham, que el pobre no podía ser más aburrido. Me gustaría conocer la razón de que le llamaran "El Movimiento" a el régimen de Franco, donde nunca pasaba nada...
ResponderEliminarVuelvo a quedarme sorprendido con mis primas y mis hermanas: que manera más sincera y autentica de vivir, de aceptar las circunstancias que os han "tocado", sacando el máximo provecho personal, familiar y ético. Gracias a todas.
Rocío el mérito no es mío o nuestro...es de los "sufridores" como les decimos, en ésta familia TODAS las mujeres somos mu "nuestras" y tu VALES MUCHO guapa, te quiero..
ResponderEliminarQuerido Celso: este Don Abrahán, ¿se llamaba por un casual don Abrahan Sabido Alvarez? Es que nuestra clase (con Andres Ollero, Luis Bollain, Fonfo Camacho el que luego fue provincial de la Bética y ahora rector de la Universidad Loyola en Palmas Altas, etc.) tuvo de profesor en Superior a uno que se llamaba Don Abrahan, aunque no sé si sería el mismo... En cuanto al Movimiento, es como nuestros padres llamaban a la guerra, por ejemplo: "Cuando el Movimiento, a tu padre lo movilizaron y se fue al frente...".-EL PACIENTE IMPACIENTE
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ResponderEliminarTe quiero Rocio, a tí también Delia. Celso, Lourdes, os lo he dicho hoy, os quiero muchísimo a todos, Tengo la suerte de querer a muchas personas. Mis amigas son unas cuantas, pero lo son de toda -o casi- toda mi vida, y las quiero y creo que ellas me quieren a mí. Gracias a Dios tengo madre, y aunque mi padre fisicamente no está ya aquí, sigue vivo en mi corazón. Duermo mucho mejor cuando digo lo que siento. Celso, por favor, sigue contándonos cosas tuyas; me encanta. Tu hermana la pesada: Concha
ResponderEliminarQuerido amigo, no estoy seguro de que sea el mismo, no lo recuerdo como profesor en Superior. Entonces (1966) no era muy mayor, más bien joven, creo que de unos treinta o así.... pero no me fío mucho de mi memoria.
ResponderEliminarMe acuerdo de aquella frase. "Don Fulano ha sido nombrado Ministro Secretario General del Movimiento...." en el NoDo había mucho Movimiento.
Estoy buscando fotos de los alumnos de mi clase para publicarlas. Tengo una que estamos Pepe Luís, Pepín (que acaba de morir su padre q.e.p.d) y yo, que no tiene desperdicio.